La crisis de la pareja, tema de Dos intentos de suicidio, piezas breves de Héctor Mendoza

Ť Mi apuesta es por el arte escénico de las ideas, señala el director Miguel Angel Ferriz

CARLOS PAUL

La perenne angustia del ser humano provocada por los conflictos amorosos en una pareja y la incapacidad para resolverlos son las situaciones que se exponen en Dos intentos de suicidio, dos piezas breves en un acto escritas por el maestro Héctor Mendoza y llevadas a la escena por Miguel Angel Ferriz, que este viernes 30 y sábado 31, a las 20:00 horas, ofrecerá sus últimas funciones en el Teatro Rosario Castellanos de la Casa del Lago, del Bosque de Chapultepec.

Un elegante sofá de piel, una pequeña mesa de centro y un perchero de madera labrada, con lo que se pretende ubicar al espectador en una sala de espera de un hospital, sirve de escenografía para ambas piezas, consideradas por el director escénico como ''un teatro de las ideas".

En la primera pieza, Corazón desmedido, Antonio (Alberto Canacasco) y Julia (Tania Ruiz) mantienen una relación amorosa ''clandestina", ''secreta" a los ojos de Dolores ?esposa y mejor amiga? quien ha intentado suicidarse.

La razón vs la pasión amorosa

Con fino sarcasmo, la culpabilidad, el descaro, el chantaje y los reproches afloran en los sentimientos de los amantes ante tal situación, cuyo causa es incierta e irónica, pues no se sabe si el intento de suicidio fue porque Dolores se enteró que la engañaban o porque su doctor le dijo que no puede tener hijos.

En Corazón suplementario, el conflicto se desarrolla ante la certeza ?como dice uno de los personajes? de que ''no es lo mismo hacer bien el amor que construir un buen matrimonio". La razón y la pasión amorosa enfrentadas y encarnadas en Genaro (Luis Daniel González) y Rodolfo (Carlos Pérez). El primero un marido abandonado que no es conflictivo pero si aburrido y que no quiere darle el divorcio a Patricia ?la segunda suicida?, para que se case con Rodolfo, quien no desea comprometerse y le ha pedido a su amante que aborte.

Ambas piezas, dice Miguel Angel Ferriz, son ''una profunda mirada dentro del universo de lo amoroso y un reflejo de la crisis en la pareja, la cual se nota en los altos índices de separaciones".

Estas breves obras son ''un pretexto para rescatar un área bastante desatendida como es la interpretación. Casi siempre se piensa en el montaje y en contar una historia con cierta coherencia, es por eso que me interesa el teatro hecho para actores, el teatro que podríamos llamar de las ideas, donde no hay casi ningún apoyo escenográfico y si mucho el trabajo del actor, como en el teatro del maestro Mendoza".