SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001
Ť El Ejecutivo busca asesorarse en políticas de estímulo a etnias
Llama Fox a crear un consejo para desarrollo indígena
ALMA E. MUÑOZ
En busca de asesoría y apoyo técnico para la planeación, evaluación y seguimiento de políticas y estrategias de impulso a las comunidades indígenas del país, el presidente Vicente Fox Quesada convocó a la integración del Consejo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, entre cuyas funciones contempla la promoción de iniciativas de ley, similares al proyecto de la Comisión de Concordia y Participación (Cocopa).
De acuerdo con el proyecto planteado, Fox Quesada busca que ese organismo "pueda transformar las demandas, aspiraciones e iniciativas indígenas en políticas y estrategias que permitan al Ejecutivo dirigir las acciones necesarias para atender sus peticiones y orientar el concurso de las autoridades federales, estatales y municipales en beneficio de los pueblos indígenas", a sabiendas de que su desarrollo "es un asunto de prioridad nacional".
El consejo -entre cuyos integrantes estarán los titulares de la Oficina de Desarrollo para los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez; del Instituto Nacional Indigenista, Marcos Matías; de la Dirección de Culturas Populares, Griselda Galicia; de Educación Indígena, Rubén Viveros; la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes; así como el profesor emérito de la UNAM, Luis Villoro, y los legisladores Luisa María Calderón y Héctor Sánchez- propondrá al jefe del Ejecutivo proyectos de iniciativas de reformas o adiciones al marco jurídico en materia de derechos y cultura indígenas, en busca de "contribuir al reconocimiento y ejercicio pleno" de esas comunidades.
Además, recomendar el diseño y ejecución de una política exterior en la que se incluya el seguimiento a las discusiones que en materia indígena se hagan sobre la materia; promover la participación y representación políticas de esos sectores; sugerir acciones que contribuyan al fortalecimiento de sus estructuras sociales, económicas y políticas; entre otras funciones de asesoría y apoyo técnico.
Para el gobierno, según el documento, "es necesario definir una política de Estado de largo aliento que permita construir una nueva relación entre el propio Estado, la sociedad nacional y los pueblos indígenas de México para promover su desarrollo integral y sustentable, conforme a su propia cultura, valores, conocimientos, costumbres e intereses".
Sobre todo porque "las relaciones sociales y prácticas políticas han promovido la exclusión y la marginación de los pueblos indígenas" y ante esto "es necesario promover, bajo los principios de justicia, equidad, respeto y tolerancia, una convivencia democrática entre todos los mexicanos".