SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001

Ť Las adecuarán como centros de desarrollo en Guadalupe Tepeyac y Río Euseba: Sedeso

No destruirán instalaciones militares en Chiapas

Ť Acepta Amnistía Internacional verificar nueva situación de la zona: Antonio Sánchez

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

Guadalupe Tepeyac, Chis., 30 de marzo. Las instalaciones militares construidas por el Ejército Mexicano en Guadalupe Tepeyac y en Río Euseba "no serán destruidas", sino adecuadas para instalar los centros de desarrollo para las comunidades, anunció Antonio Sánchez Díaz de Rivera, subsecretario de Desarrollo Regional de la Sedeso. Informó que Amnistía Internacional (AI) y otros organismos de derechos humanos han aceptado participar como observadores de la nueva situación en esta zona.

Respecto a los campamentos militares dijo: "son estructuras muy bien hechas, me parece que sería un error en contra de la propia comunidad que se destruyan; lo que estamos haciendo es transformarlas, y como ya ha dicho el propio presidente Vicente Fox, donde hubo armas ahora lo que debe existir es trabajo, donde hubo una situación de conflicto, ahora lo que tiene que haber es una situación de reconciliación".

Entrevistado en esta comunidad, adonde llegó este jueves con el comisionado para la paz en Chiapas, Luis H. Alvarez, para ver cómo están las instalaciones y qué uso se les puede dar, el subsecretario explicó que ahora que se ha decidido el retiro del Ejército federal de estas dos bases militares, la idea "es formar consejos de participación, de tal manera que determinemos con la gente y con las comunidades aquellos proyectos que requieran".

Lo que quieren es trabajo

Subrayó que el gobierno federal "no viene a imponer cosas o a forzar programas, sino que tenemos que platicar con las propias comunidades, y ya se está haciendo", pues "lo primero que debemos hacer es escuchar qué es lo que quiere la gente. Hemos visto que lo que desean es trabajo, capacitación, ya no piden que se les den más láminas, más cuestiones de tipo asistencial, aunque sin duda alguna se seguirá en gran parte con esa línea, porque hay carencias tremendas, pero tenemos que ir orientando todo a proyectos productivos y sustentables que las comunidades determinen".

Por ello, insistió, "lo primero que vamos a hacer es formar esos consejos para que se empiece a trabajar junto con ellos, no arriba de ellos; lo que el miércoles se dijo en la Cámara de Diputados es muy pertinente, no venimos a dar limosnas, la idea es trabajar con ellos".

Sánchez Díaz de Rivera dijo también que las autoridades federales desean que en caso de darse, el retorno de las familias zapatistas que en febrero de 1995 abandonaron Guadalupe Tepeyac transcurra en "forma adecuada y digna, pues ahora sabemos que hay fallas en las instalaciones eléctricas y de agua potable".

Destacó que las casas de estas familias "no han sido tocadas por el Ejército, lo cual ha sido un acierto, y si la gente desea regresar tenemos que platicarlo, para ver la forma en que lo hagan, para ver qué requieren, ya que han sido varios años y hay un deterioro de sus hogares".

El subsecretario de la Sedeso reiteró que se está rediseñando el programa de las Cañadas, el cual no desaparecerá, sino que "será renovado para hacerlo más incluyente y expanderlo".

Finalmente, habló sobre la invitación que desde hace varios días hizo la Sedeso a diversas organizaciones de la sociedad civil para que vengan a esta región, con el propósito de que verifiquen las nuevas condiciones impulsadas por el gobierno del presidente Fox.

"Hemos hablado con Amnistía Internacional, con la Academia Mexicana de Derechos Humanos, con Alianza Cívica, con Vertebra y otras más, que están dispuestas a venir acá como testigos del cambio de las instalaciones del Ejército a la Sedeso y a las demás secretarías, y para trabajar en la zona", añadió.

"Hay coincidencia con el EZLN sobre la presencia de la sociedad civil, y en este proyecto también podría entrar la Cruz Roja Internacional, pues la idea es que si las comunidades están de acuerdo, esos organismos actúen en lo que saben hacer, o simplemente estén como observadores de que ese proceso se da como está establecido en el decreto" de expropiación de 65 hectáreas en Guadalupe Tepeyac, abundó.

"A nosotros nos interesa mucho tener esa contraloría social de las organizaciones de la sociedad civil, que vayan auditando en un sentido amplio la actividad de la Sedeso, no sólo aquí, sino en todo el país, pues no tenemos miedo de que la ciudadanía esté verificando que lo que hagamos sea adecuado".

Aseveró que a esta región "ha llegado mucho dinero, pero no ha dado los frutos ni los resultados que quisiéramos, y aunque no todo está mal, falta mucho por hacer", y la presencia de las organizaciones mencionadas y otras garantizaría el cumplimiento de los compromisos, porque son organismos muy serios, de prestigio nacional e internacional".