SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001

Ť Cree Bogotá que con esta medida se inicie el diálogo

Comienza a retirarse el ejército de la zona de distensión que exige el ELN

AFP, DPA Y AP

Santafe de Bogota, 30 de marzo. Los militares co-lombianos comenzaron a replegarse hoy de una región del norte del país que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) exige pa-ra crear una zona de distensión, por lo que el gobierno dijo confiar en que con esta me-dida muy pronto se inicie un proceso de paz con esa guerrilla.

Inicialmente fueron retirados del sur de Bolívar mil soldados y otros 2 mil lo harán a más tardar en 48 horas, dio a conocer el jefe de la quinta brigada del ejército, general Martín Carreño, quien explicó que se cumplió con el Operativo Bolívar iniciado el 9 de febrero de combate al narcotráfico, a los paramilitares de derecha y contra las diferentes guerrillas.

Sostuvo que se golpeó al narcotráfico con la fumigación de 6 mil hectáreas de coca y la incautación de 30 toneladas de insumos químicos para elaborar drogas, se "redujo" a los paramilitares que operan en la región y se desalojaron importantes bastiones del ELN y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

El comandante de las fuerzas militares, general Fernando Tapias, confirmó que el repliegue del ejército obedeció al cumplimiento de objetivos que buscaban crear condiciones de seguridad para que el go-bierno y el ELN reinicien los contactos pa-ra concretar el proceso de negociaciones de paz entre las partes.

Por parte del gobierno se encargó de ex-presar su optimismo el ministro del Interior, Armando Estrada, de que pronto el proceso de paz con el ELN se dé por "buen camino", al igual que el alto comisionado adjunto para la paz, Jorge Mario Eastman, de cara al encuentro que sostendrán este fin de semana el alto comisionado Camilo Gómez y los comandantes del ELN.

Incluso, dijo, hubo ya la visita de una mi-sión internacional a la proyectada zona de distensión, en los municipios de Cantagallo y San Pablo, donde los habitantes han co-menzado a "ceder", pues al principio se oponían al desalojo militar.

Por su parte, tanto el Departamento de Estado como la embajadora estadunidense en Bogotá, Anne Patterson, confirmaron su disgusto con Colombia por su decisión de haber votado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en favor del envío de una fuerza internacional de observadores a Cisjordania y Gaza.

El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo que su gobierno es-taba muy decepcionado por el voto colombiano y cuya medida Washington vetó.

"Retomaremos nuestros puntos de vista con el gobierno de Colombia y examinaremos esta acción en el contexto de nuestras relaciones bilaterales y multilaterales con Colombia", dijo.

La embajadora Patterson anotó que no estaban satisfechos con Colombia, pero dijo desconocer si Washington aplicará al-gún tipo de sanciones.

La cancillería colombiana emitió un es-cueto comunicado en el que desestimó la advertencia estadunidense, al señalar que su voto en Naciones Unidas se enmarca dentro de lo que ha sido su política exterior en la materia, y expresó su certeza de que la cooperación entre ambas naciones continuará como hasta ahora.

El ex canciller colombiano Rodrigo Par-do calificó de "insólitas" las advertencias de Estados Unidos, pues consideró que Washington no puede esperar que Bogotá comparta todos sus criterios en las relaciones internacionales por el hecho de recibir asistencia militar en la lucha antidrogas, en alusión a los mil 300 millones de dólares otorgados para el Plan Colombia.

Mientras, se reportó que unos 30 campesinos fueron secuestrados por paramilitares en Llorente, Nariño, cuyo gobierno provincial dijo temer que hayan sido asesinados.