SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001

Ť La Iglesia, obstáculo para la libre expresión: Lamas

Necesario, que la gente que aprueba el aborto lo manifieste públicamente

ANGELES CRUZ

Los resultados de la encuesta nacional sobre el aborto, diseñada por Population Council y según la cual 69 por ciento de los mexicanos está de acuerdo con que esta práctica sea legal bajo ciertas circunstancias, refrendan la necesidad de encontrar mecanismos que cierren la brecha entre el sentir de la sociedad y lo que realmente está dispuesta a realizar, afirmó Marta Lamas, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).

Desde el anonimato y a sabiendas de que sin temores se pueden expresar los sentimientos y emociones, es relativamente sencillo obtener el respaldo de la sociedad a una práctica que en México constituye un grave problema de salud pública, ya que el aborto se encuentra entre las principales causas de mortalidad materna, dijo.

Aun cuando las leyes incluyen varias causales para no penalizar la interrupción del embarazo, no existen las condiciones para que las mujeres ejerzan ese derecho. Cada año se practican de manera clandestina 800 mil abortos, según información de organizaciones civiles. Lo anterior refleja una problemática que debiera ser atendida por las autoridades gubernamentales.

Marta Lamas planteó que la encuesta nacional de Population Council también corrobora lo que ya en ocasiones anteriores se había obtenido en estudios similares, en cuanto a la percepción de la gente sobre el tema. Desde 1992, el GIRE ha realizado sondeos en los que 80 por ciento de los entrevistados también se han manifestado en favor del aborto, bajo ciertas circunstancias.

El siguiente paso, detalló la investigadora, es lograr que esa gente que aprueba la interrupción legal del embarazo lo manifieste públicamente.

Lamas consideró que la presión social es fundamental para lograr que las cosas cambien. Con la participación en movilizaciones se asume un compromiso hasta sus últimas consecuencias; es decir, se sabe del riesgo de sufrir ataques, descalificaciones e incluso señalamientos de los familiares por defender el derecho de las mujeres al aborto. Ahí es donde la gente ya no está dispuesta.

Una razón para ello está en el peso de la Iglesia católica, que continúa siendo un obstáculo para la libre expresión de los sentimientos y pensamientos de las personas. Incluso la familia ejerce presión, apuntó.

Por ello es entendible que cuando el movimiento feminista convoca a una manifestación pública y masiva en favor del aborto, la respuesta es pobre.

Preguntas para confrontar

La dirigente del GIRE propuso que en las próximas encuestas se incluyan preguntas que confronten a la gente, sobre todo a aquella que se manifiesta en contra del aborto legal. Tendrían que responder, por ejemplo, quién se debería hacer cargo de los hijos de mujeres a las que se les prohibiría abortar, quién tendría la responsabilidad de mantenerlos o si en todo caso el destino de los menores serían los orfelinatos.

Asimismo, las personas entrevistadas que se manifiesten por el cumplimiento estricto de la ley tendrían también que opinar si están dispuestas a que se construyan más cárceles y a pagar con sus impuestos la manutención de las mujeres detenidas.

Más adelante, Lamas admitió que en la lucha por el reconocimiento a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres ha habido avances. Un ejemplo claro lo tuvimos el año pasado, cuando el Congreso de Guanajuato pretendió sancionar a las mujeres que abortaran el producto de una violación.

En esa ocasión, la ciudadanía se unificó. Era una cuestión indiscutible. Sin embargo, también es claro que si se planteara la despenalización total del aborto, la gente podría tener dudas, admitió.