SABADO Ť 31 Ť MARZO Ť 2001

  Una amplia brecha separa al que es del que cree ser

Autorretratos del mexicano

JOSE GALAN

La brecha entre lo que el mexicano cree que es y lo que realmente es resulta verdaderamente ancha. Ambos universos tienen claroscuros, pero predomina una visión negativa por encima de sus cualidades, de acuerdo con una investigación sicológica realizada por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Como resultado de una encuesta realizada bajo la técnica de redes y categorías semánticas entre 55 hombres y 55 mujeres, estudiantes del último año de la licenciatura en Sicología de la UAEM en Toluca, el mexicano real fue definido como alguien que es flojo, macho, conformista, alegre, irresponsable, tradicionalista, fiestero, dejado, solidario, pasivo, impuntual, creativo, mediocre y borracho.

Pero al mexicano ideal se le definió como alguien trabajador, responsable, emprendedor, creativo, solidario, honesto, activo, inteligente, luchador, educado, amable, culto, optimista, independiente y seguro.

De acuerdo con los resultados, el estudio argumenta que la imagen obtenida arroja un significado sicológico que corresponde al tipo rebelde autoafirmativo, aquel que carga con todos los rasgos negativos que hay en la cultura, es decir, alguien incapaz de cumplir con sus responsabilidades, que no hace bien las cosas, que no toma decisiones propias y que vive de ilusiones, que no confía en sí mismo, no controla sus emociones, borracho, mujeriego y jugador.

Pero también el mexicano real resulta ser afectivo, amigable, cariñoso, disfruta de la vida, es inteligente y productivo, tiene una vida fundamentada en la fe y en sus tradiciones, entusiasta y audaz, respetuoso y solidario.

Para el autor del estudio, José Luis Valdez Medina, "aunque es realmente difícil generalizar este tipo de resultados, es conveniente apuntar que el significado sicológico que se encontró del mexicano real e ideal es desesperanzador, pero también alentador", porque plantea la necesidad de resolver esta contradicción intrínseca que vive cada uno de los mexicanos que tomaron parte en la investigación.

"Ya es tiempo de empezar a plantear un cambio radical en cuanto a la forma de percibirnos a nosotros mismos como cultura, ya que el hecho de vernos como seres tan negativos nos puede hacer autopunitivos, con la tendencia a lacerarnos a nosotros mismos hasta lograr la propia destrucción", agregó.

Por ello, propone que a pesar de ser escasas, las características positivas que se perciben como parte del mexicano real "se pueden tomar como punto de partida hacia un cambio favorable para tratar de llegar a ese ideal, y que bien puede plantearse como una guía orientada hacia una vida cotidiana diferente".

Y otro estudio, titulado Autoconcepto del mexicano, arroja que el mexicano es muy sociable, muy fácil de tratar, le cae bien a todo el mundo y se considera a sí mismo una persona bromista, relajienta, platicadora, amigable, simpática, traviesa y amable.

Los encuestados también se consideraron ordenados, responsables, acomedidos, atentos, trabajadores, limpios, estrictos, obedientes, activos y buenos. En el área afectiva, se reconocieron románticos, sentimentales, detallistas y cariñosos, y también sinceros, leales, respetuosos y compartidos en lo que respecta a factores ético-morales.

Pero también se llamaron mentirosos, criticones, necios, enojones, volubles, desobedientes, agresivos y rebeldes.

Como se puede ver, y como decimos en México, no todos son Juan Charrasqueado. Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre.