SABADO Ť 30 Ť MARZO Ť 2001

Ť Culmina el Festival del Centro Histórico

Estreno mundial de Hypermix, obra de Pierre Henry, en el Zócalo

ANGEL VARGAS

Con el concierto luminográfico NEXO-CORAZON concluye hoy, a las 20:00 horas, en el Zócalo capitalino, la versión 17 del Festival del Centro Histórico, que tendrá como parte capital el estreno mundial de una pieza del padre de la música concreta, el francés Pierre Henry.

El concierto en su conjunto está planteado a manera de una ''efímera poesía nocturna" de luz y sonido, en la que arquetipos visuales y musicales se entretejen para descubrir y describir al México profundo de nuestros días.

Concebida por el artista argentino Jorge Orta (Rosario, 1953), esta obra multidisciplinaria apuesta por ''la recuperación de la noche, los espacios mágicos naturales e históricos" para enfatizar la función del arte como elemento de reflexión social.

Como ya se dijo, elemento central de esta propuesta es la obra Hypermix, escrita ex profeso por Pierre Henry, quien deseaba estar presente en nuestro país para su estreno, pero una complicación tras una intervención quirúrgica en uno de sus ojos le impidió hacer el viaje.

En su representación estará sin embargo su hijo David, quien explica que la obra escrita por el compositor galo ''mezcla ambientes, sonoridades y materias de elementos mexicanos, conservando unidades instrumentales muy contemporáneas sobre una base de música electroacústica que hace referencia a la evolución de la Tierra y a sus componentes".

Agrega que su padre, nacido en 1923, siempre se ha interesado en hacer referencias a las formas étnicas que prevalecen en los diversos continentes y a los orígenes místicos de éstas. Así, por ejemplo, señala que hace 20 años escribió una pieza de raigambres mexicanas, inspirado en las descripciones que hace el escritor francés Antonin Artaud en su libro Viaje al país de los tarahumaras, la cual, por cierto, nunca se ha tocado en México.

Música de renovación

Arquitecto naval de profesión, David Henry comenta que el compositor se mantiene en gran actividad, con el mismo ímpetu y filosofía por la experimentación que lo llevó, en 1953 y al lado de Pierre Schaeffer, a crear la música concreta. Como ejemplo, indica que en la actualidad trabaja en una obra que estrenará en mayo en París, la cual retoma distintos elementos de toda su música en una especie de retrospectiva.

Acerca de qué tanto Pierre Henry se asume como autor de vanguardia, apunta que es una situación que el propio compositor nunca se ha planteado y cita algo que aquél acostumbra decir: ''Es difícil saber cuáles son las formas de la vanguardia, porque las distintas expresiones están en movimiento y no se sabe cuáles serán las que definan un siglo o una época. En todo caso, mi música es de renovación, de creación permanente, siempre diferente a la de otros, autónoma, muy independiente y que sigue evolucionando. Hasta la fecha, estoy convencido de que no he terminado lo que debo de decir".

Agrega David que su padre es un creador abierto siempre abierto al uso de nuevas tecnologías, aunque aclara la preocupación de aquél acerca del peligro que éstas implican en la actualidad:

''Hoy día cualquiera, con un Midi, puede hacer música. La tecnología crea una especie de facilidad que puede incurrir en pereza intelectual. Ese es un gran riesgo. Entre más interviene la tecnología menos es la participación del hombre. Y debe ser todo lo contrario: ver a la tecnología como lo que es, una herramienta, un utensilio siempre al servicio de la creatividad."