LUNES Ť 2 Ť ABRIL Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

EL PARTIDO de los Clientes está en construcción, aunque se llamará, en esta primera etapa, El presidente contigo. Tiene una base social notable: cinco millones de hogares, en los que viven en pobreza extrema unos 27 millones de mexicanos (no todos en edad de votar, ciertamente).

CADA UNO de los jefes de esas familias, ubicadas en 55 mil comunidades del país, recibirá al mes un billetote de a cien pesos y algunos monedas más, a título de devolución de lo que hubieran desembolsado (ni modo, siempre hay que hacer alguna inversión para tener ganancias) en el pago de IVA en alimentos y medicinas. Además del dinero, que podría llegar mediante telégrafo o a través de la red de Progresa, que se mantendrá, habría otras formas de ayuda. Podría darse el caso, incluso, de que algunos de esos miserabilísimos, con buen olfato empresarial, recibieran la tal compensación sin haber erogado nada, si se hubiesen evitado ahorrativamente la molestia de comer o de curarse.

REFORMA REDISTRIBUTIVA, se llama la nueva gesta en la que rompe lanzas el Presidente mexicano, y, según eso, no es una reforma fiscal más, sino una fórmula novedosa para dar felicidad a quienes no tienen, cobrándole impuestos a todo mundo y casi por todo para así devolverle al pueblo ese dinero en forma de inaugurables obras y anunciables servicios. Tampoco es que se estén aumentando o creando impuestos sino que, como en el caso de comida y medicinas, se está eliminando la tasa cero y, šmaravillas de la modernidad!, entonces el cero se convierte en quince por ciento de impuestos que, sin embargo, serán redistribuidos de la lucidora manera ennumerada.

ES DECIR, los pobrísimos que habrán de pagar 15 por ciento de impuesto en comida y medicinas recibirán luego la devolución de ese pago de más que hayan hecho (en los malls se usa el rebate mail: usted pague al instante el 100 por ciento de su compra y en unas semanas le llegará por correo la rebaja anunciada. Acá se llamará Contigo, o El presidente contigo, y técnicamente será un programa de compensación nacional de transferencias, según Josefina Vázquez Mota, la escritora de superación personal que dirige la Secretaría de Desarrollo Social). Con estos ejemplos hasta puede uno aprender aritmética gu- bernamental sin dolor: tienes cero, borras ese cero, aparece un quince, lo multiplicas en votos por Fox, le restas el número que estés pensando y ya está: 6 por 6: 36 entre 6, da 6: no os preocupéis.

EN ESTA reforma redistributiva, dijo el sábado el Presidente en su programa de radio, "los pobres no pagan, los pobres reciben, y van a recibir con creces". Para explicar las bondades de su proyecto fiscal, el mandatario se hizo acompañar de un experto en la materia, al que provisionalmente tiene como director del Instituto Mexicano del Seguro Social pero que, en sus ratos libres, cuando ya verificó que los anaqueles están bien surtidos de medicinas, los pacientes bien atendidos y las salas de espera vacías, se avienta palomazos como secretario de Hacienda sustituto.

SANTIAGO LEVY se llama el hacendoso funcionario que fue subsecretario de Hacienda cuando en Los Pinos vivía un comisionista de Procter and Gamble y Union Pacific. Famoso era entonces el economista Levy por su altísima vocación supresora de todo lo que sonara a subsidios o ayudas para programas sociales. Los choques en el gabinete eran fuertes cuando se topaban con ese apasionado del recorte presupuestario. Un ejemplo de sus hazañas se tuvo en la UNAM, cuando promovió y consiguió que se decidiera elevar las cuotas estudiantiles.

AHORA, el susodicho Levy aparece como angel guardián de los pobres y muy pobres explicando la reformaza fiscal de Fox. Levy, junto con el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, son parte de la herencia priísta neoliberal que dejó Ernesto Zedillo. Por cierto, en el programa mencionado, Levy se refirió de manera tangencial al changarro que dirige. Dijo que, de lograrse la reformaza, Hacienda "le transferiría tanto al IMSS como al ISSSTE los recursos necesarios para que obtengan las medicinas a mayor costo, para que sigan distribuyéndolas a los derechohabientes" gratuitamente. No es necesario un gran ejercicio de imaginación para prever un incremento en el de por sí grave desabasto de medicinas que hay en esas dos instituciones a las que los zopilotes rondan esperanzados.

EL PARAISO por venir no está, por desgracia, exento de riesgos. Uno de ellos lo han anunciado los propios banqueros que en Acapulco hicieron la ola a favor de la reformaza. Se prevé que aumente en un 1.5 por ciento la inflación, pero los señores que manejan dinero ajeno estiman que esa "burbuja" reventará pronto y se mantendrán los índices inflacionarios actuales. Y una excepción: en la frontera con Estados Unidos el IVA sería del 10 por ciento, pues se considera que si se eleva al 15 los compradores preferirían cruzar la línea divisoria para pagar menos tax. Es de esperarse que no haya un clamor para que la nación entera sea declarada frontera.

EN ABIERTA campaña de apoyo a su reforma redistributiva, Fox ha advertido que él no anda en la política ni trabaja de Presidente para "fregar a los pobres". Con ese manejo especial de los tiempos verbales, precisó: "No lo voy a hacer ni ahora, ni antes, ni nunca". Y alertó, evangélico, contra los prevaricadores: "...miente todo aquel que nos diga que estamos gravando a los pobres. Eso es una mentira... Les pediría (...) que lo registren bien claro, porque van a venir muchas gentes a decir que ahí está el Fox, otra vez metiéndole cargo a la ciudadanía, que está recargándose sobre los pobres, que está metiendo el IVA en alimentos y medicinas a los pobres. Es falso y miente aquél que afirme esto".

UNA PERSONA que expresó ayer sus dudas, y deslizó comentarios sugestivos sobre el asunto fue el jefe máximo de la Iglesia católica mexicana, el papable Norberto Rivera. Dijo el duranguense: "cualquier carga fiscal y cualquier impuesto, a nadie le va a gustar. No será bienvenida por nadie cualquier imposición fiscal". Así es que, habría que examinar si "realmente" la reforma ayudaría a los pobres con trabajo, educación o medios para progresar, y "no que reciban una limosna o un donativo".

NO SERAN limosneros ni receptores de donativos (que para eso están las iglesias), sino clientes, pues según dijo Gil Díaz a los banqueros, la idea de la reformaza es dar trato de cliente a todo contribuyente. Clientelar será, en efecto, el programa de devolución de dinero a los 27 millones de mexicanos pobrísimos. Así nacerá, para envidia de Carlos Salinas de Gortari y su fallido Partido de la Solidaridad, el Partido de los Clientes, para que no haya más un Presidente sin partido.

EN OTROS lados también andan en busca de clientes. Gilberto Rincón Gallardo ha iniciado la creación del Partido Social Demócrata, que será una variante del que le lanzó como candidato presidencial. Este martes, por su parte, priístas con ganas de dejar de serlo formalizarán el Grupo Renacimiento, en el que destacan Genaro Bo-rrego, Eduardo Bours, Roberto Campa Cifrián, Margarita González Gamio y Agustín Basave. En el ámbito de Rincón Gallardo dicen que este grupo priísta estaría por pasarse al naciente Social Demócrata. Y, en Tabasco, el PAN busca un cliente para hacerlo candidato a gobernador, pues decidió no hacer alianza con el PRD. Y, en Chiapas, Fox se amarchantó tanto con Marcos que ahora ha dicho que lo siente como su "amigo".

Entre changarros, clientes y reformazas te veas...

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