MARTES Ť 3 Ť ABRIL Ť 2001

Jesús Martínez SaldañaŤ

Las cartas de los migrantes...ša la basura!

México tardó 71 años en deshacerse de un régimen autoritario y de partido de Estado. Lamentablemente, parece ser que tardaremos mucho más de siete décadas en cambiar los vicios institucionales, como son las malas costumbres de quienes hacen funcionar el aparato estatal, defectos de nuestra tradición política.

También parece ser que el nuevo gobierno, encabezado por Vicente Fox, tendrá que trabajar arduamente para mantener la credibilidad de la ciudadanía que lo convirtió en el primer Presidente proveniente de la oposición en la historia moderna de nuestro país. Hasta los más involuntarios errores pueden ser serios ante los ojos de una ciudadanía acostumbrada a desconfiar de las autoridades.

Un caso que revela cuán frágil es esta confianza es lo que ocurrió en Fresno, California, como consecuencia de la visita de Fox.

Según refleja la cobertura de la gira por California, que abarcó del 21 al 23 de marzo, llamó mucho la atención el encuentro que sostuvo el jueves 22 en Fresno con los mexicanos que trabajan y radican en la rica región agrícola.

Acudieron miles de migrantes, que llenaron a su capacidad el nuevo centro de convenciones para ver y escuchar a la persona que derrotó al PRI. Miles más quedaron afuera, incluyendo campesinos, estudiantes, padres de familia e integrantes de organizaciones establecidas en el valle central de California.

Quienes sí lograron entrar recibieron de manera entusiasta al Presidente, interrumpiendo su discurso con calurosos aplausos y despidiéndolo con porras y vivas.

Fox se ganó la admiración de los migrantes al llamarlos héroes, y reconocer ante la presencia del gobernador californiano, Gray Davis, las contribuciones que mujeres y hombres provenientes de México hacen tanto en Estados Unidos como en su país de origen.

Al concluir el encuentro, no pocas personas se esforzaron para saludar de mano a Vicente Fox. Muchas también llevaron cartas y peticiones que deseaban entregarle. Con este propósito, el consulado local instaló un recipiente para que tales documentos fueran depositados por los migrantes, dando a entender que posteriormente serían entregados al Presidente.

El entusiasmo que despertó en los migrantes haber asistido a un acto histórico fue grande. Ningún otro presidente mexicano se había molestado en visitar la región ni en establecer contacto directo con los trabajadores agrícolas. Y así, quienes entregaron sus cartas en el consulado, se fueron contentos a casa y seguros de que sus documentos y regalos estarían en manos de Fox en poco tiempo.

Seis días después, el día 28, explotó una noticia que causó gran malestar en la comunidad mexicana. En un programa matutino de la Super Q, estación radial que transmite en español, se difundió la noticia de que una persona había encontrado en un contenedor de basura una bolsa con las cartas que los migrantes habían dado al consulado para que fueran entregadas a Fox.

El consulado mexicano confirmó la noticia, aclarando en un comunicado de prensa: "Por sucesivos errores de apreciación de personal administrativo y de limpieza, un paquete que contenía las cartas y presentes que nuestra comunidad entregó para el presidente Vicente Fox fue confundido como parte de los materiales de desecho que diariamente se tiran, y fue puesto en el contenedor de basura de la municipalidad". Las cartas fueron recuperadas por el consulado y enviadas a México.

En entrevista, realizada en la misma radioemisora, el cónsul Enrique Romero Cuevas leyó el comunicado y pidió una disculpa pública. Para su mala fortuna, la inmensa mayoría rechazó sus explicaciones criticando severamente cómo documentos de esa naturaleza recibían tan baja prioridad de parte del consulado. Según la óptica de los migrantes, los cambios políticos en México no se habían traducido todavía en una mejoría notable en la forma de funcionar del consulado. Continuaban prácticas heredadas de la época priísta.

Las críticas al consulado se intensificaron. El jueves 29, varias agrupaciones de activistas realizaron una manifestación pidiendo la destitución de Romero Cuevas. Ya para entonces la noticia se difundía en español e inglés por todo el estado.

Los lamentables errores no sólo afectan el futuro profesional del cónsul citado y al personal a su cargo, sino que el impacto más importante es en la credibilidad de la administración foxista ante una ciudadanía migrante que desea cambios inmediatos de un gobierno que tiene la poca envidiable tarea de remontar siete décadas de autoritarismo y de negligencia hacia los intereses y derechos de los mexicanos en el exterior.

Ť Activista migrante y profesor en el Departamento de Estudios Chicanos y Latinoamericanos en la Universidad Estatal de California en Fresno.