MARTES Ť 3 Ť ABRIL Ť 2001
Ť La despachó "como quien se libra de una incómoda fatiga", dice el líder priísta
Fox envió la iniciativa de Cocopa sin ocuparse de analizarla a fondo, acusa García Ramírez
Ť La exposición de motivos trasluce la "irreflexión" con que actuó el Ejecutivo, apunta
NOTIMEX
Vicente Fox no se ha preocupado de analizar los puntos esenciales de la iniciativa de ley indígena ni ha formulado un examen cuidadoso y completo de ella, "se ha limitado a instar al Congreso de la Unión para que la apruebe", señaló hoy el secretario general del PRI, Sergio García Ramírez.
El Ejecutivo se ha constreñido a hacer suya y a despachar una iniciativa "como quien despacha una carga o se libra de una incómoda fatiga, trasladando el problema a otro poder para que ahí se resuelva", añadió el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La exposición de motivos que antecede a dicha iniciativa invita inmediatamente a modificarla o a desecharla, lo que de-muestra la "irreflexión" que hubo al proceder así, ya que la propuesta elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) requiere de un análisis profundo que subsane las precipitaciones y concilie las posiciones, añadió el jurista.
La gran mayoría de los mexicanos acepta por elemental justicia la necesidad de reconocer los derechos individuales y colectivos de los indígenas, lo que el gobierno mexicano aceptó al suscribir el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, además de las legislaciones que ya existen en la materia en varios estados de la República, destacó.
De acuerdo con un comunicado del PRI, García Ramírez estimó que el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de los indígenas y la preservación de la unidad y fortaleza de la nación y el Estado son perfectamente compatibles entre sí, pero insistió en que la reforma constitucional se debe llevar a cabo de manera reflexiva y responsable.
Añadió que en el necesario ejercicio de enmienda está claro que las partes no están exigiendo "todo o nada", y apuntó que el reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas no debe ser fruto de una concesión forzada, sino de un acto de lucidez, equilibrio y justicia.
Señaló que la reforma constitucional, en caso de realizarse, se hará de cara a la nación, con la participación de los interesados y, por lo tanto, es necesario exigir respeto a las opiniones de los demás.
"De este modo, la reforma será democrática por partida doble: por lo que se resuelva en cuanto al fondo y por la forma de realizarla", concluyó