MARTES Ť 3 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Washington exige la entrega de los 24 tripulantes

Tensión entre China y EU por el incidente del avión espía

Ť Pekín culpa al piloto estadunidense por la colisión

REUTERS, AP, DPA Y AFP

Washington, 2 de abril. El presidente estadunidense, George W. Bush, exigió a China la entrega inmediata de los 24 tripulantes de un avión espía que chocó el domingo contra un caza chino, y que devuelva la nave sin "mayor manipulación indebida". El país asiático, a su vez, reiteró su acusación en el sentido de que el piloto del avión estadunidense fue el responsable de la colisión, mientras continúa la búsqueda del piloto chino cuya nave se estrelló.

CHINA_USA_G1NEste incidente amenaza con tensar aún más las relaciones entre Washington y Pekín, afectadas ya por la eventual venta de armas estadunidenses a Taiwán, cuya soberanía reclama China, cuestiones sobre el respeto a los derechos humanos y la reciente deserción de un coronel del ejército chino a territorio estadunidense.

Sin embargo, el canciller chino, Tiang Jiaxuan, afirmó en París que la colisión de los aparatos no afectará las relaciones bilaterales, y confió en que la situación se resolverá pronto, mientras fuentes estadunidenses indicaron que tres buques de combate de la armada, que se encontraban cerca de Hong Kong a la hora del incidente, permanezcan cerca de la isla de Hainan, al sur de China.

El avión espía de la marina estadunidense, del tipo EP-3 y uno de los más modernos, fue interceptado el domingo por dos naves de combate de Pekín durante una misión de rutina en aguas internacionales, de acuerdo con versiones estadunidenses.

Tras un roce, del cual se culpan ambas partes, la aeronave de Estados Unidos realizó un aterrizaje de emergencia en Hainan.

Los 24 tripulantes fueron trasladados a un alojamiento militar, informó un marino chino, y hasta el momento Pekín no ha permitido que tengan contacto con funcionarios estadunidenses, lo que fue calificado por el embajador de Estados Unidos en China, Joseph Prueher, como "inexplicable, inaceptable y muy preocupante para nuestro gobierno".

Washington envió dos agregados de defensa de su embajada en Pekín y a un tercer diplomático de su consulado en Guangzhou, con el fin de lograr acceso al avión y los tripulantes. El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, informó que Pekín permitirá a los representantes estadunidenses que vean a los tripulantes este martes, pero dijo que eso no era suficiente.

Según la cadena estadunidense CNN, que citó fuentes chinas en Pekín, funcionarios chinos entraron a la nave, cuyo tamaño es similar al de un Boeing 737 y cuenta con equipo electrónico super secreto, mientras que los tripulantes son retenidos por separado.

Fuentes estadunidenses indicaron que la última comunicación desde la nave espía fue que soldados armados chinos estaban abordando. Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Scott Maclellan, indicó que no tenía información al respecto, y la especie tampoco fue confirmada por la Marina o el Pentágono.

El portavoz del Comando del Pacífico estadunidense, Sean Kelly, advirtió a las autoridades chinas que se mantengan alejados del avión de reconocimiento de la Marina, ya que "en su totalidad se considera territorio soberano de Estados Unidos, y los chinos no deben confiscarlo, inspeccionarlo o abordarlo sin permiso".

Tras una reunión con su Consejo de Seguridad, Bush advirtió que la negativa de Pekín a permitir que funcionarios estadunidenses hablen con la tripulación es inconsistente con los esfuerzos de ambos países para mejorar sus relaciones. En este caso, agregó el mandatario, "el primer paso debería ser el acceso inmediato de personal de nuestra embajada a nuestros tripulantes".

El presidente sentenció que las prioridades de su país "son el pronto y salvo retorno de los tripulantes y la devolución de la aeronave, sin que sufra mayores daños o manipulación indebida", y ofreció asistencia de equipos de búsqueda y rescate para localizar al piloto chino y su aeronave.

En un comunicado, la cancillería china afirmó el domingo que los 24 militares estadunidenses eran "tratados de manera apropiada" y que Pekín "se reserva del derecho de continuar negociando con la parte estadunidense sobre los daños causados en el incidente... así como la intrusión de un avión estadunidense en el espacio aéreo chino y su aterrizaje sin autorización en un aeropuerto nacional".