MARTES Ť 3 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Aglomeraciones y descontento de ciudadanos en terminales de peseros
Hasta 85% de micros dejaron de prestar servicio por haber incumplido la Revista 2000
Ť Ni un camión de los prometidos ha llegado, dijo un usuario en el Metro Chapultepec
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Ausencias de entre 70 y 85 por ciento de las unidades que prestan el servicio de transporte público concesionado, microbuses y combis, en diferentes rutas de la ciudad originaron aglomeraciones en paraderos, prolongadas esperas y retrasos de los usuarios para llegar a sus centros de trabajo y escolares.
Por temor a las multas, el corralón y las "mordidas" de los Titanes (indicativo de los inspectores de la Secretaría de Transporte) quienes, según algunos choferes "ahorita andan en 500 pesos", decenas de concesionarios que no pasaron o no tramitaron la Revista Vehícular decidieron dejar de prestar el servicio afectando a cientos de personas.
Así, en el paradero de la estación del Metro Chapultepec, la Ruta 27, que corre a Valle Dorado, dispone en un día laboral de 100 unidades para el servicio, pero ayer, sólo trabajaron 30; en el mismo paradero, de las 70 unidades que conducen hacia el Panteón de Dolores y la Vocacional 4, únicamente 10 laboraron.
"Y de los camiones (de la Red de Transporte de Pasajeros del Gobierno de la ciudad) que dijo López Obrador en la mañana que iban a apoyar, pura chingada, no ha venido ninguno", señaló molesto un usuario que aseguró tener ya 20 minutos esperando a que llegara el microbús y cuya desesperación compartían unas 70 gentes más formadas en hilera detrás de él.
Las escenas se repetían a lo largo de los cuatro andadores del paradero y mientras unos caminaban de un lado a otro buscando entre los servicios que operaban de manera más o menos normal, como los de la Ruta 2, que van a Aragón y a La Villa; otros hacían inútiles altos a los taxis que pasaban ocupados y muchos más se desprendían de las largas filas para regresar al Metro, que no dejaba de expulsar decenas de gentes en intervalos de tres y cinco minutos.
Aquí, cuando la hora pico matutina oscila entre las 6:45 a las 8:45, la aglomeración no cedió sino hasta después de las 10 de la mañana. "La verdad, los jodidos somos nosostros", trató de defenderse un chofer que acusó al dueño del microbús que trabaja de no haber hecho a tiempo los trámites de la revista. "El patrón te pide la cuenta valiéndole madres si te atoran y te sacan un billete. Tu le tienes que entregar la cuenta y el que sale bailando es uno. Mejor no trabajo".
Los usuarios también tienen su historia y es más o menos la misma: Esperanza se traslada del estado de México al centro del DF tomando un microbús del Toreo de Cuatro Caminos a Chapultepec y de aquí al centro tuvo que esperar 25 minutos, desde las ocho de la mañana, para poder abordar su transporte cuando normalmente las salidas son continuas.
Rodolfo tuvo que desembolsar 15 pesos para trasladarse de su domicilio en la colonia Roma al centro en un taxi porque no pasaba ningún microbús, en el que sólo tiene que gastar dos pesos.Esto mismo ocurrió en otros paraderos como Indios Verdes, Tacuba, Constitución de 1917, La Raza y Taxqueña.
En la Raza, de 90 microbuses de la Ruta 88, que van al Reclusorio Norte, solamente operaron 32. A Noemí, no le preocupaba tanto el haber llegado tarde al Metro para dirigirse a su trabajo, sino el regreso por la noche, pues "si ya de por sí llega uno corriendo a las 10 y ya no están trabajando, imagínese ahora", pensando que tendrá que tomar un taxi en el Metro Politécnico y pagar 45 pesos. De los que van para Cuautepec, algunos decidieron arriesgarse y El Benjas, aunque no tiene aún la calcomanía de la unidad que trabaja, dice que "pues la culpa es de ellos, Ƒno?, creo que se les cayó el sistema o algo así. Además bien que les conviene, para seguir cobrando las multas, Ƒno?".
En Taxqueña, por la tarde la situación no se normalizaba, de la Ruta 56, que distribuye a San Lorenzo, La Nopalera y Tulyehualco, de 300 microbuses sólo trabajaron 40 y estaban tardando hasta 30 minutos en salir. Mientras que de la Ruta 12 que va a Tláhuac, son 40 las unidades que trabajan normalmente, pero ayer, solamente se presentaron 14.
Muchos fueron los que faltaron y no pocos hicieron en abril su agosto: "šSúbale! šSúbale! šNo hay micros!", gritaba el checador a un lado del vehículo completamente lleno y que apenas iba a comenzar su recorrido.