Ť Enzia Verduchi: con la aplicación del IVA a los libros se vería afectada la promoción
La iniciativa de Hacienda contradice a la Ley de Fomento a la Lectura
Ť Participará la editora en la protesta pacífica frente a las oficinas del secretario Gil Díaz
Ť Ojalá y los diputados sean sensibles ante esas medidas que perjudicarían a la industria, dice
RENATO RAVELO
La iniciativa de gravar los libros con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la eliminación de 50 por ciento de apoyo fiscal a las editoriales es contraria, al menos en cinco puntos, a la Ley de Fomento a la Lectura aprobada apenas en junio del año 2000 luego de casi una década de promoción, como una forma de enfrentar la crisis que desde los años noventa padece esa industria nacional.
Enzia Verduchi, editora de poesía, es quien llama
la atención sobre el particular. Es también una de las entusiastas
promotoras de la protesta pacífica frente a las oficinas de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público, cuando autores, editores y
libreros llevarán al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz,
un libro en simbólica protesta.
Si bien, comenta Verduchi, algunos de los convocados
vía correo electrónico han manifestado que no vale la pena
llevar un libro a la SHCP, para ella eso tiene al menos un objetivo: enriquecer
la biblioteca del Centro Cultural de la Secretaría de Hacienda,
que hace poco corrió peligro de desaparecer a pesar de la labor
que realizaba en favor de la promoción del cine y las artes plásticas.
El ejemplo de Colombia
Los cinco artículos contrarios a la Ley de Fomento a la Lectura, que desde la Comisión de Cultura promoviera la diputada panista Beatriz Zavala Peniche, son el primero, el tercero, el sexto y el décimo en sus fracciones VII y X.
En el primero, se señala en la fracción segunda: ''Promover la producción, distribución, difusión y calidad del libro mexicano y facilitar su acceso a toda la población'' como objetivo de la ley.
Para Verduchi es claro que la promoción ordenada por la legislación se ve afectada con la aplicación del IVA, así como lo señala el artículo tercero: ''Ninguna autoridad Federal, Estatal, Municipal puede prohibir, restringir ni obstaculizar la producción, distribución o difusión de libros''.
Cabe señalar que la Ley de Fomento a la Lectura llegó incluso muy disminuida de su propuesta original, en la que se solicitaban apoyos e incentivos fiscales como los que existen en otros países, sin demérito del aspecto económico. En Colombia, por ejemplo, la ley del libro que se aplicó, en la cual se empezó con un subsidio, disminuido de manera gradual, transformó literalmente su industria al grado de ser considerada, hoy, una de las mejores opciones en el mundo para editar libros.
Aun así, para Verduchi, en el espíritu que permaneció en la ley, luego de que no pudieron pasar aspectos más específicos, se contradice con la aplicación del IVA y la eliminación de 50 por ciento de exención del ISR: ''Artículo 6 (...) impulsar la creación, edición, producción, difusión, venta y exportación del libro mexicano y de las coediciones mexicanas que satisfagan los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de calidad, cantidad, precio y variedad asegurando su presencia nacional e internacional''.
Competencia inviable
Sin el apoyo del gobierno, el libro nacional se encuentra en desventaja para ser competitivo en otros países. Verduchi sostiene: ''Un ejemplo ?según datos de la propia Caniem?, en 1998 en México se vendieron libros españoles por un valor de 80 millones de dólares mientras nuestras exportaciones a la península Ibérica sólo fueron de 3.9 millones de dólares y en 1999 España exportó 17 millones 273 mil ejemplares a Latinoamérica y sólo importó 335 mil libros, como dio a conocer Juan Domingo Argüelles''.
Si la Ley de Fomento a la Lectura fue criticada en su momento por no establecer una relación clara con Hacienda o por no vincular, para su cumplimiento a la Secretaría de Educación Pública, sí señaló en su artículo 10, fracción X: ''Impulsar el incremento y mejora de la producción editorial nacional que dé respuesta a los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de cantidad, calidad, precio y variedad''.
La editora se pregunta: ''¿Son condiciones adecuadas aumentar 15 por ciento de IVA y quitar la exención de 50 por ciento del ISR sobre ganancias del sector editorial? Respecto de los editores independientes no hay ganancia, apenas sacas la inversión para realizar otro libro''.
En el sello Acrono, al que pertenece, se han editado lo mismo traducciones de Fernando Pessoa, Oscar Wilde, Odysseas Elytis, porque cuando la ahora editora llegó a la ciudad de México a estudiar en 1992, se percató de que las espléndidas traducciones de poesía de la Universidad Nacional Autónoma de México, no contaban con una distribución comercial.
Intocables, los libros
Para Verduchi, el quinto punto que se violenta de la Ley de Fomento de la Lectura es aquel justamente en el que se determina, en la fracción X del artículo 10, ''sugerir a los editores nacionales, la traducción, y publicación de textos editados en lengua extranjera que contribuyan al conocimiento y a la cultura universal''.
Y de nuevo se pregunta: ''¿Cómo vamos apoyar esto si los datos del presidente de la Caniem informan que tan sólo el año pasado los editores mexicanos pagaron 16 millones de dólares en derechos de autor y traducción?''
Ojalá, concluye, ''se logre sensibilizar a los diputados sobre esta medida de la aplicación del IVA que considero no apoyará al fomento de la lectura en nuestro país, no ayudará al sector editorial mexicano y en especial a los editores independientes que pagan derechos de autor y traducción, etcétera, y se esfuerzan en realizar libros de calidad a precios accesibles. Seguramente, este asunto se puede analizar desde varios frentes y llevarán al mismo punto: las personas no podrán adquirir y leer libros porque serán intocables''.