MARTES Ť 3 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Autor de Vargas Llosa. Otra historia de un deicidio
Las novelas que me inspiran pertenecen al boom: Williams
Ť Retoma título y división capitular del prosista peruano
CESAR GÜEMES
La apuesta del ensayista estadunidenseRaymond L. Williams al dar a conocer su nuevo libro no es escasa. Retomó el título y la división capitular de Historia de un deicidio, de Mario Vargas Llosa, para escribir sobre éste y titularlo Vargas Llosa, Otra historia de un deicidio, que acaba de entrar a circulación bajo el doble sello de Taurus y UNAM.
-ƑPiensas en la posibilidad de que exista algún conflicto por el título de tu libro, toda vez que retoma al de Vargas Llosa y del cual sabemos que no es posible adquirirlo porque está vetado?
-Creo que en términos literarios no hay ningún problema. Es posible que aún existan algunas de las tensiones personales y políticas entre ellos, pero como soy académico y Vargas Llosa tiene mucho de académico, me parece que en ese plano nos entendemos. Le he mencionado un par de veces que mi texto se basa en su libro y nunca me ha dicho nada positivo o negativo. En cuanto al título en particular y al orden que aparece en el índice, podríamos decir que realizo un plagio juguetón porque los títulos de ambos trabajos se parecen y porque empleo la misma división capitular que usó él en su trabajo.
Constructor de novelas totalizadoras
-Si nos atenemos a su trabajo literario, Ƒdirías que ahí está una de las claves para entender su efervescencia política?
-Sí, es una necesidad esencial en él. Ser escritor y participar en asuntos de orden político es inevitable. Eso le viene desde la niñez, pertenece a una familia política. En muchos sentidos lo mejor y lo peor de su vida ha tenido que ver con ese ámbito. A estas alturas para él es simplemente inevitable dedicar a ese rubro parte de su tiempo.
-En tu obra publicada hay varios ejemplos de tu dedicación a la literatura latinoamericana. Sin embargo, Ƒqué te seduce de Vargas Llosa para dedicarle este libro?
-Es una amplia historia. Para mí el descubrimiento de esta literatura fue el hallazgo de Vargas Llosa como novelista. El fue profesor visitante en la Universidad Estatal de Washington, en 1968, cuando yo era alumno de primer año.
-ƑTomaste clase con él?
-No, asistí a cuatro conferencias públicas de las que ofreció. Entonces él no era tan célebre como escritor en Estados Unidos, pero sí lo suficiente como para dar un seminario de posgrado al cual yo no podía asistir. Las cuatro conferencias públicas, sin embargo, fueron muy recomendadas por los profesores. Ese año fue mi introducción a la literatura latinoamericana, a través de él, más la lectura de sus novelas. La idea de escribir sobre él viene desde el inicio de mi vida académica. La explicación de este interés es que sus novelas son llamativas para muchos niveles. Es un autor que uno lee por interés en la trama, pero también invita a estudiarlo. Definitivamente las novelas que me obligan a escribir libros son las que pertenecen al boom.
-Independientemente de la manera en que divides el estudio, estarás de acuerdo en que la obra de Vargas Llosa puede entenderse como antes y después de Conversación en la catedral.
-Sí, puede ser. Hay dos Vargas Llosa. Alguna vez le pregunté a qué se debía que en efecto fuera tan distinto de sí mismo luego de esa novela. Me dijo que había llegado a un momento en el cual estaba fascinado por la técnica en sí, que después de Conversación... demostró lo que podía hacer y necesitaba otro camino. Esa es una explicación parcial, claro, porque del algún modo él vuelve a ser ese de entonces cuando hace La guerra del fin del mundo y ahora La fiesta del chivo. Quizá fue una reacción nostálgica para volver a lo que hace mejor, construir novelas totalizadoras.
-ƑAsí como te interesó a ti, personalmente, Vargas Llosa es bien leído en EU?
-Así es, tiene su público muy establecido, al lado de García Márquez y Carlos Fuentes. Ellos tres son los más leídos. Vargas Llosa, sin embargo, es muy complejo para el lector común. Las primeras novelas que hace y que se ubican dentro del boom, no fueron muy leídas, aunque para los académicos sean fundamentales. En cambio, su público en América Latina es distinto, más sofisticado y un tanto reducido porque las clases medias son más pequeñas en estos países. Entonces, podemos decir que básicamente en Estados Unidos descubren a Vargas Llosa a partir de La tía Julia y el escribidor, y lo han seguido. Por otro lado, García Márquez y Fuentes tienen dos ventajas aparte en mi país; el primero cuenta con su realismo mágico que fascina, mientras que el segundo es un portavoz de México, además de gran conferencista. A eso se debe que ellos dos tengan más público que Vargas Llosa en Estados Unidos. Alguien como Julio Cortázar, por ejemplo, es un autor desconocido casi totalmente, sólo lo leen profesores.
Cortázar, escritor de culto
-Es extraño, pues la obra de Carver tiene claros nexos con la de Cortázar.
-Sí, pero fue más bien un escritor de culto. Es curioso cómo son recibidos autores así en distintos países. Sé, por ejemplo, que Terra nostra es muy leída en Francia, pero en EU no. De alguna manera se equipara la fuerza de los tres autores que mencionaba al principio porque Vargas Llosa publica ensayos en las revistas más prestigiadas. Ellos siguen siendo todavía la primera y la única generación de escritores latinoamericanos con ese espacio en Estados Unidos.
-Después de estudiar a lo largo de tres décadas a Vargas Llosa, Ƒauguras aún una obra amplia, de largo aliento?
-Con seguridad. Y no sólo de él, sino de Fuentes y de García Márquez, si su salud se lo permite. Van a escribir bien y largo hasta que la vida así lo señale.