SABADO Ť 7 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Una década de proyectos productivos fallidos en comunidades indígenas
INI tendría pérdidas de mil millones de pesos
ALMA E. MUÑOZ
El Instituto Nacional Indigenista (INI) enfrenta una posible pérdida de más de mil millones de pesos, a causa de proyectos productivos fallidos, impulsados en comunidades indígenas desde hace diez años, mediante los llamados fondos regionales.
Luis Vega, director del área, indicó en entrevista que esta situación les hace "inelegibles -ante la Secretaría de Hacienda- para recibir nuevos recursos". En la actualidad en este rubro, que es el más importante dentro del INI, trabajan con 350 millones de pesos y se analiza la situación que guardan los proyectos impulsados, pues las reglas de operación no mencionan la posibilidad de condonar deudas sino restructurarlas.
A finales de 1988 surgieron los fondos regionales como opción frente a la liquidación de Conasupo, Inmecafé y Fertimex, aunque el dinero para su operación comenzó a circular dos años después. Con ello se estableció el objetivo de que los pobladores indígenas se asociaran en asambleas generales de delegados, recibieran recursos e impulsaran proyectos productivos vinculados especialmente con las actividades agrícolas y agropecuarias.
Durante diez años se impulsaron unos 210 fondos, con más de mil 600 millones de pesos, que apoyaron unos 28 mil proyectos productivos. "La idea era un capital semilla en el cual el gobierno daba el recurso, tú lo recuperabas y la asamblea no se lo regresaba al INI, sino que se lo daba a otro proyecto, a otro compañero indígena. Esto permitía una recuperación que permitiera una revolvencia. Yo te doy dinero, lo recuperas y ahora se lo das a otra persona".
El problema, dijo, es que la recuperación promedio no rebasa 37 por ciento. "A través de los años, la gente los percibió como dinero o fondo perdido. Poco a poco se fue planteando la necesidad de que fueran proyectos autosustentables que realmente fueran detonadores de cierto desarrollo, de cierta prosperidad, y que no se logró en la mayoría de los casos. También se otorgaron fondos en una relación clientelar, lo cual hacía que las asignaciones fueran, en algunos casos, también discrecionales".
Frente a eso, la nueva administración -encabezada por Marcos Matías- se enfrenta a que las tasas históricas de recuperación fueran bajas, y "si estás en una situación así, te haces inelegible para que se te sigan otorgando nuevos recursos. Ante esta circunstancia, se contrató un despacho para hacer una metodología que permitiera restructurar la deuda y después renegociarla".