SABADO Ť 7 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Martínez Perea, Maya Díaz y Quevedo Guerrero hacían trabajo operativo para la mafia
Militares apoyaban a narcos con una red de radiofrecuencias
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El capitán Pedro Maya Díaz y el teniente Javier Antonio Quevedo Guerrero, además de otorgar protección al cártel del Golfo, desarrollaron una red de radiofrecuencias en apoyo a distintos grupos de narcotraficantes que operan en Tamaulipas, aseguró el procurador general de Justicia Militar, el general Jaime Antonio Lopezportillo Leal.
De todo, dijo, estaba enterado el general brigadier Ricardo Martínez Perea, quien además proporcionaba vehículos y facilidades para que sus subalternos transitaran libremente en zonas de tráfico de drogas, apoyando actividades ilícitas.
Lopezportillo Leal aseguró que el Ministerio Público Militar inició una averiguación previa por una denuncia recibida en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el mes de febrero, por lo que se solicitaron a un juez militar diversas órdenes de cateo, en los cuales "se encontraron evidencias claras de la participación en actividades contra la salud, del teniente Quevedo Guerrero, del capitán Maya Díaz y del general Martínez Perea".
Señaló que en la casa del teniente Quevedo Guerrero se encontró armamento, lo que permitió consignarlo por acopio de armas. También se localizaron joyas por un valor de 107 mil pesos, dólares, diversas cantidades en pesos mexicanos, 22 equipos de radiocomunicación y autos de lujo, entre ellos un Jetta 2001 adquirido en efectivo.
El procurador militar refirió que Quevedo Guerrero "es uno de los que mayor participación activa" tuvieron con el cártel del Golfo, mientras que las declaraciones testimoniales con que cuenta la justicia castrense detallan la manera en que el general Martínez Perea "les permitía, al teniente Quevedo y al capitán Maya Díaz, una serie de libertades para que se movieran en algunas áreas donde operan grupos de narcotraficantes, a los que ellos protegían".
Esto es, reconoció, que el capitán y el teniente eran los encargados de hacer el trabajo operativo a favor del cártel del Golfo que comanda Osiel Cárdenas, pero además, el general Martínez Perea les proporcionaba vehículos y les permitía operar una red de radiofrecuencias fuera de las utilizadas por el Ejército.
Mencionó que la justicia castrense "está agotando líneas de investigación" referentes a cuentas bancarias y propiedades del general Martínez Perea, además de otros vínculos con narcotraficantes.
Sin embargo, puntualizó, "el cúmulo probatorio es suficiente para que se les dicte el auto de formal prisión".
Los tres acusados están recluidos en la prisión del Campo Militar Número 1, luego de que fueron detenidos en Tamaulipas por su involucramiento en actividades de narcotráfico en contubernio con el cártel del Golfo.