SABADO Ť 7 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Con su relato Nadie los vio salir ganó el premio internacional Juan Rulfo

Eduardo Antonio Parra: ni de 10 por ciento, el reflejo del imaginario norteño en la literatura

Ť Temas de corridos podrían servir para hacer ''novelas negras o de corte social''

Ť Recurrir a la poesía o el amor permite romper con la crudeza de la violencia, dice

CESAR GÜEMES

Obtener el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo no es empresa fácil. Además de la calidad de los trabajos concursantes, en este caso la cantidad de ellos es significativa. La más reciente entrega del galardón, por ejemplo, correspondió al escritor mexicano Eduardo Antonio Parra, cuyo relato fue seleccionado de entre otros 6 mil 60. El texto, de título Nadie los vio salir, acaba de imprimirse bajo el sello de Era y constituye, desde el punto de vista que se le quiera mirar, un garbanzo de a libra.

-Si bien Nadie los vio salir es un cuento premiado en el ámbito internacional, es necesario preguntarte si formaba parte de un proyecto más amplio.

-Originalmente era el primer cuento de un libro que todavía trabajo. Ahora, luego del premio y su publicación individual, estoy pensando si aún es necesario incluirlo o si ya el libro completo avanza sin él. Creo que será mejor que Nadie los vio salir camine solo, por su lado.

-Es un libro con tema común, Ƒquizá sobre asuntos de frontera?

-Quise que todos los relatos tuvieran un elemento fantástico que rompiera la realidad y, desde luego, rescatar una parte de la mitología norteña.

-Así como el sur del país está muy bien representado por sus poetas, Ƒel norte estará ya bien contado por sus narradores?

-Creo que está bien contado lo que se ha dicho hasta ahora. Eso quiere decir que falta mucho. El imaginario norteño no se ha reflejado en la literatura ni en 10 por ciento. Las nuevas generaciones tendrán que retomarlo porque es un ámbito inmenso que tiene mucho que dar.

Afortunada lotería

-ƑCuáles son esos elementos que distinguen al imaginario del norte?

-Hablando tan sólo de la mitología fronteriza, hay una serie de leyendas o mitos que bien pueden provenir del centro en la época de la Colonia y que allá han adquirido un matiz particular. Para no ir tan lejos ahí está el mito de La Llorona, que es muy distinto interpretado por las personas que viven en la frontera o que se acercan a ella. Otra parte importante para la literatura son los santones, como Juan Soldado, en Tijuana; el Niño Fidencio, en Nuevo León o la Santa de Cabora.

''Si se hiciera una especie de reunión de todos esos personajes para extraerles la médula sería muy interesante. Por otro lado está el asunto del migrante, tanto espalda mojada como pasaporteado: nunca se le trata como tema fundamental en la obra de un escritor, eso sin contar con que las circunstancias de este tipo de personas cambian año con año.''

-En buena medida lo que puede suceder es que existe una expresión literaria de estas realidades a través del corrido.

-Así es, pero si nos remitimos a la historia vemos que mucho de lo que se hacía en forma versificada fue pasando a la prosa. Es muy posible que de ahí, de los temas que abordan los corridos, salgan novelas negras o de corte social, por ejemplo.

''Hablo del norte en este caso específico pero en todo el país hay temas que no se han explotado literariamente, y no me refiero a hacer crónica, a retratar meramente la realidad tal como es, sino a mezclar ese imaginario colectivo con la inventiva propia de cada escritor. Esa es una fuente que nos dará material para muchos años.''

-ƑCómo decidiste participar en el Premio Juan Rulfo?

-El certamen se inauguró cuando yo era estudiante, es la época en que lo obtiene Rafael Ramírez Heredia. Vi una entrevista que le hicieron y desde entonces me interesó, aunque todavía no escribía. Se dice que es el reconocimiento más importante para un solo cuento en español, así que se convirtió automáticamente en una meta. Al paso de los años, ya con textos escritos, sucedía que o no encontraba la convocatoria o se me pasaba, pero hace cuatro años envié un cuento y la respuesta fue que gracias por participar. Este año, ya con Nadie los vio salir escrito, decidí participar, corregí el trabajo y lo mandé el último día. El caso es que el premio llegó y creo que es una especie de afortunada lotería.

Un guiño de luz

-ƑQué es lo que cambia cuando precisamente se tiene un premio que por el volumen de participantes y la calidad de los trabajos resulta tan complicado obtener?

-Si algo cambia será en el nivel de compromiso con lo escrito. Es muy grato que alguien te diga que estás trabajando bien, es una gran palmada en la espalda. Trataré de que todo lo que escriba de aquí en adelante mantenga la calidad de ese texto, intentaré no caer en un receso.

-Dado que el libro contiene sólo el cuento premiado, Ƒcómo invitarías al lector a acercarse a él sin contar la anécdota?

-Diría que los dos libros anteriores, antecedente directo del presente trabajo, se caracterizan por hablar de la vida en el norte y en la frontera. Además, había una violencia que marcaba cada uno de los trabajos, una violencia que podía ser física, sicológica o climática. Dentro de ese ambiente siempre he tratado de hacer un guiño de luz, que puede ser la intervención de lo poético o de lo amoroso, que rompe con el ámbito cerrado de crudeza. En Nadie los vio salir, dentro de un ambiente sórdido hay una presencia de la belleza que transforma todo ese espacio y hace lo mismo con la actitud de los personajes y su sicología.

-Tiene una atmósfera densa, para la cual no hace falta remitirse a la frontera norte del país quizá porque es interna de los personajes.

-Creo que en este caso la atmósfera exterior es reflejo del estado de ánimo de los personajes. Espero que la mezcla de ambos sea afortunada.