DOMINGO Ť 8 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Se reúnen en Caracas los presidentes de Colombia, México y Venezuela

Preocupa al G-3 la pobreza en Latinoamérica

Ť Deben resolverse los problemas internos y regionales antes de integrar el ALCA, coinciden

AP, DPA Y REUTERS

Caracas, 7 de abril. Los presidentes del Grupo de los Tres (G-3), Clombia, México y Venezuela, expresaron hoy su preocupación por la pobreza y las desigualdades que azotan a la mayor parte de América Latina y el Caribe.

Al instalar en Caracas la primera cumbre del bloque de integración, los mandatarios pasaron revista a los principales problemas de la región y del bloque trilateral, que en conjunto suma más de 160 millones de personas.

La integración de la región en bloques comerciales fue mencionada como una posible respuesta a los problemas sociales pendientes ante una globalización acelerada.

Colombia, México y Venezuela buscarán una posición común frente a la conformación de un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Países sudamericanos coinciden en que primero se deben resolver problemas internos y regionales antes de ir a una zona de intercambio sin gravámenes en todo el continente.

Los presidentes Andrés Pastrana, de Colombia; Vicente Fox, de México, y Hugo Chávez, de Venezuela, han dicho que relanzarán el Grupo de los Tres (G-3) durante su cumbre de dos días, para retomar el liderazgo hacia la integración en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.

El presidente Pastrana dijo a periodistas, a su llegada a Caracas que revitalizar el G-3 es "importante, porque al fin y al cabo lo que estamos planteando es más comercio, más comercio significa más empleo, más empleo significa más bienestar para nuestra gente y ese es nuestro propósito''.

El objetivo inicial del G-3 fue económico y su principal logro ha sido el tratado para crear una zona de libre comercio para 2005, que implique el intercambio de mercancías entre los tres países por más de 3 mil millones de dólares.

Fox, Pastrana y Chávez tienen previsto firmar una declaración conjunta para relanzar el G-3, que poco después de su nacimiento, hace una década, quedó a la deriva por el distanciamiento que imprimieron los problemas internos políticos, económicos y sociales de cada país.

Analistas políticos sostienen que la revitalización del G-3 también es fundamental en materia energética, cuando Venezuela y México comparten una estrategia para levantar los precios del crudo y Colombia quiere potenciar su actividad petrolera.

México, junto con la Unión Europea e Israel, es uno de los países que apoyan con mayor entusiasmo los convenios bilaterales de libre comercio.

Y no podría ser de otra manera, los pactos comerciales le permitieron a México experimentar un auge en las exportaciones y lograr una pronta recuperación tras la crisis del peso entre 1994 y 1995.

La abrupta devaluación del peso a mediados de la década de 1990 hizo que las tasas de interés aumentaran desmesuradamente y los deudores no pudieron amortizar sus deudas, sumiendo a México en una severa crisis.

Adicionalmente, México pretende disminuir su dependencia de Estados Unidos, que fue el destino de más del 88 por ciento de sus exportaciones en los últimos años. El comercio bilateral entre Estados Unidos y México casi se triplicó tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, desde 1993.

Estimulados por la pasada experiencia mexicana, los presidentes de Colombia, Venezuela y México apuestan a la integración regional y continental como opción de desarrollo.