DOMINGO Ť8 Ť MARZO Ť 2001
Ť Miguel Angel Patiño fue infectado por una transfusión sanguínea en el hospital de Inguarán
Después de casi 6 años, un menor de edad contagiado por VIH espera solución judicial
Ť Pese a las evidencias de negligencia médica, el caso sigue sin resolverse
ANGELES CRUZ
En septiembre de 1995, cuando tenía cuatro meses de edad, Miguel Angel Patiño López recibió una transfusión sanguínea en el hospital Materno Infantil de Inguarán, por lo que fue infectado con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida. Hubo negligencia en el manejo de la sangre, y cuando los médicos descubrieron el error, sometieron al pequeño a una serie de análisis sanguíneos mensuales hasta que detectaron la presencia del VIH.
Lejos de asumir su responsabilidad, el médico tratante, Armando Vázquez Martínez; el director del nosocomio, Samuel Fuente Aguirre; el director del hospital Balbuena, Carlos Arcos Huitrón, y el responsable del banco de sangre ubicado en ese lugar, Héctor Pérez Fernández; así como los directores generales de Servicios Médicos del Distrito Federal, Armando Ruiz Massieu; y de Servicios de Salud, Alfonso Cabrera Mir, ocultaron el problema. "Perdieron" el expediente clínico del menor y se concretaron a transferir a Miguel Angel a otros hospitales.
Omisiones
Fue el 18 de junio de 1996, en el hospital de Iztacalco, donde a la abuela del niño, Bárbara López, le informaron que Miguel Angel era portador del VIH/sida y por eso lo habían trasladado a ese nosocomio.
Miguel Angel nació de manera prematura a los seis meses y tres semanas de gestación, razón por la cual requirió de una vigilancia médica estricta y diversos tratamientos, entre ellos, la transfusión sanguínea. Debido a que tenía un sexto dedo en el pie derecho, los médicos informaron a la madre que debía ser operado. De ahí que le ordenaran una serie de estudios clínicos. Sin embargo, cuando ocurrió la transfusión y el contagio del VIH, los análisis de sangre se repitieron cada mes y ni aun así se informó a la familia lo que había ocurrido.
Los médicos se mantenían en el supuesto de la operación quirúrgica del pie. Omitieron dar parte del contagio a la autoridad judicial y tampoco proporcionaron a Miguel Angel la atención clínica que requería ante su nueva situación de salud.
La madre del menor, Rosario Patiño López, se dedicó a buscar la ayuda que su hijo necesitaba. Inició juicios penal y civil en contra de los médicos y funcionarios involucrados y, prácticamente, desde el principio quedó acreditada la negligencia de todos ellos. De hecho, la entonces regencia del Distrito Federal admitió su responsabilidad y se comprometió a indemnizar cuando existiera orden judicial.
La sentencia y la apelación
El caso también se presentó a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, la que dio por resuelta la queja ante la buena voluntad del gobierno local por pagar la indemnización y la existencia de los procesos judiciales.
No obstante, luego de que en agosto pasado un juez de lo civil resolvió que los funcionarios y el gobierno del Distrito Federal son responsables de lo ocurrido a Miguel Angel, los condenó al pago de una indemnización por tres millones 200 mil pesos, y a garantizar la atención médica y los tratamientos de por vida para el niño.
Durante todo este tiempo, la madre de Miguel Angel ha padecido cuestionamientos y ofensas. Los abogados del gobierno del Distrito Federal llegaron al extremo de plantear la posibilidad de que ella misma le hubiese transmitido el VIH/sida a su hijo, o que por su condición humilde Miguel Angel estaba expuesto al contagio por abuso sexual.
Nada de esto se comprobó durante el juicio. Incluso se verificó el buen estado de salud de la señora Rosario Patiño. Sobre la negligencia médica existen evidencias fehacientes.
De acuerdo con los procedimientos legales, el gobierno capitalino apeló la sentencia civil, después interpuso una demanda de amparo indirecto y finalmente el recurso de revisión ante un tribunal colegiado. Este último decidirá si se admite la argumentación de la autoridad de que en el juicio debió llamarse a declarar al donador de la sangre contaminada, a dos técnicos del banco de sangre, a la doctora que informó a la familia del contagio a Miguel Angel y a Conasida para que explique por qué en un principio dio tratamiento al menor y después dejó de hacerlo.
A decir de la defensa de Miguel Angel, nada de esto tiene sentido, porque cuando se realizó la averiguación no se tenía conocimiento del nombre del donador, ni de que habían estado involucrados los técnicos del banco de sangre.
Problemas para darle atención médica
En cuanto a la participación de Conasida, ocurre que el caso de Miguel Angel coincidió en tiempos con la decisión de esa dependencia de transferir a los pacientes a las instituciones de salud, dado que no tiene una responsabilidad de prestación de servicios. Ahora, Miguel Angel es beneficiario de Fonsida, asociación civil encargada de distribuir de manera gratuita las terapias a niños enfermos de sida y a mujeres embarazadas portadoras del VIH/sida.
No obstante, si el sexto tribunal colegiado del Poder Judicial de la Federación admite la demanda de amparo del Gobierno del Distrito Federal, el juicio tendrá que iniciarse nuevamente.