Ť El contrincante de Fujimori en los comicios pasados tenía 36.23% de votos en primer recuento
Toledo y Alan García, a segunda vuelta por la presidencia de Perú
Ť El ex presidente, con 25.81 por ciento de los sufragios, recibió a Carter y al vencedor de ayer
AFP, AP, REUTERS Y DPA
Lima, 8 de abril. Los peruanos irán a una segunda vuelta para elegir presidente entre el centrista Alejandro Toledo y el ex mandatario socialdemócrata Alan García, quien en una sorpresiva arremetida se ubicó tras el candidato favorito, según las primeras cifras oficiales escrutadas y conteos rápidos extraoficiales.
Toledo, un economista líder de la coalición Perú Posible, obtenía 36.23 por ciento, sobre 17.23 por ciento de los votos escrutados a nivel nacional, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales.
Mientras, García se ubicaba en 25.81 por ciento, seguido muy de cerca por la derechista Lourdes Flores, con 23.89 por ciento.
Estos resultados coinciden con las proyecciones realizadas por las principales firmas encuestadoras, que también dan un virtual empate técnico entre García y Flores por el paso a la segunda vuelta.
Conocidas estas cifras, ambos candidatos conversaron a través de un canal de televisión, y ambos estuvieron de acuerdo en que se debe esperar el resultado oficial definitivo, aunque no dudaron en felicitar mutuamente y extender su saludo a Toledo, quien admitió esta noche que hizo lo "humanamente posible" para ganar en primera vuelta la presidencia, y tras reconocer que no alcanzó el 51 por ciento de los votos necesarios para evitar una segunda ronda, pidió a sus partidarios dar "el último tramo" en el escrutinio.
En un mitin anunció que ahora "empieza la caminata para llegar a Palacio de Gobierno", y pidió a la población "ser inteligente para mirar constructivamente al futuro y no voltear al pasado", en directa alusión a García.
Sobre los porcentajes obtenidos por éste, a quien felicitó, dijo: "me ha sorprendido su votación", y aseguró que el único derrotado en esta jornada fue Carlos Boloña, ex ministro del anterior régimen de Alberto Fujimori, quien apenas alcanza 1.7 por ciento de los votos.
De 55 años, graduado de economista en Estados Unidos y ex consultor del Banco Mundial, el cholo Toledo intenta nuevamente llegar a la presidencia de su país, en una muestra de persistencia política, que él describe como terquedad asociada a su origen andino.
Precisamente, los rasgos andinos de Toledo y su origen humilde han dado a esta campaña electoral un tinte étnico en un país con un racismo subyacente, y que hasta la llegada de Fujimori, hijo de japoneses, siempre había tenido como mandatarios a miembros de la élite blanca.
Poco antes de las declaraciones de Toledo, Alan García, si bien dejó abierta la posibilidad de que "por misterios de la estadística electoral" sea desplazado por Floresen el conteo oficial, insistió en que cálculos de su campaña lo ubican en segunda ronda.
Tras recordar que después de regresar al país, en enero pasado, nadie apostaba por su candidatura, subrayó que para él no se plantea difícil obtener ahora la victoria sobre Toledo, considerando que "la segunda vuelta es una nueva elección".
García retornó a la escena política peruana luego de casi nueve años de exilio entre Colombia y Francia, luego de que la justicia, ejecutando una resolución de la Corte Internacional de Derechos Humanos, anuló una orden de captura en su contra ejecutada por el gobierno de Fujimori para enjuiciarlo por presunto enriquecimiento ilícito, malversación de fondos del Estado y peculado.
El candidato de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), que habría reconquistado parte del electorado con su carisma y poder de oratoria, gobernó Perú entre 1985 y 1990, una gestión que estuvo marcada por la hiperinflación de más de 7 mil 500 por ciento y la acción de grupos guerrilleros.
Pero García --quien esta noche en su local de campaña recibió las visitas de Toledo y del ex presidente estadunidense Jimmy Carter-- ya comenzó a recibir críticas de algunos sectores y economistas que advirtieron que un eventual triunfo suyo "retraería las inversiones" y sobre la "angustia financiera" que podría durar hasta 45 días hasta elegir nuevo presidente, pues el socialdemócrata es partidario de que el Estado supervise la desregulación de los servicios públicos, mientras que Toldeo basa su oferta electoral en el impulso del libre mercado.
De su lado, la derechista Flores, a quien las encuestas prelectorales habían dado el segundo lugar, advirtió que sólo acatará los resultados oficiales, debido a la escasa diferencia de votos entre ella y García: "El segundo lugar va a ser disputado voto a voto", aseguró.
En cuanto a los resultados en la elección de 120 legisladores, Perú Posible, de Toledo, tendría mayoría relativa con 43 curules, seguido por las 27 curules del APRA, 12 de Unidad Nacional, 11 del Frente Independiente Moralizador, y 27 de los demás partidos, según conteos extraoficiales.
Aunque todo parece indicar que Toledo sería el vencedor en la segunda vuelta, no había hasta ahora fiesta de sus seguidores, como tampoco celebración de las huestes apristas, pues prefieren esperar a que se confirmen los resdultados oficiales. No obstante, algunos jóvenes comenzaban a agolparse frente a la principal sede partidista.
En Unidad Nacional, el ambiente era más bien de tristeza, a pesar de que sus miembros se niegan a reconocer la derrota de Flores.
Unos 15 millones de peruanos acudieron masivamente a las urnas este domingo, en una jornada tranquila marcada por la apatía, y que señala el ingreso del país en una nueva era tras el derrumbe del régimen del destituido presidente Alberto Fujimori.
La calma sólo fue perturbada en la madrugada por un incidente registrado a 550 kilómetros de Lima, cerca de la ciudad amazónica de Tingo María, donde un soldado resultó gravemente herido en el ataque del grupo armado Sendero Luminoso a un cuartel militar.
Los peruanos volvieron a las urnas un año después de los controvertidos comicios en que fue relecto Fujimori para un tercer mandato consecutivo, que se desplomó apenas meses después al salir a la luz una red de corrupción encabezada por el poderoso asesor presidencial Vladimiro Montesinos.
En esta ocasión, el jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA, el guatemaltecto Eduardo Stein, saludó el "buen trabajo" de la Oficina de Procesos Electorales, que estuvieron además supervisadas por observadores de la Unión Europea y del Instituto Nacional Demócrata-Centro Carter.