LUNES Ť 9 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Concluirá en junio el proceso de evaluación de mandos en la dependencia

Al menos 16 jefes de sector de la SPP han sido removidos

SUSANA GONZALEZ G.

Aun cuando no se ha concretado el proceso de descentralización policiaca y el proceso de evaluación de mandos de la Secretaría de Seguridad Pública concluirá en junio, según anunció su titular Leonel Godoy, el número de jefes de sector que han sido "removidos" alcanza al menos 16, la tercera parte de los 51 sectores policiacos existentes en la dependencia y que se ubican en Tláhuac, Alvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.

Los últimos cambios se dieron en la delegación Tláhuac hace apenas tres días, cuando Aarón Martínez Angeles fue sustituido por José Luis Sánchez Cortés en el sector 32-Zapotitlán, mientras Ignacio Tomás Romero Camacho dejó su lugar a José Luis Gutiérrez Aranda en el sector 33-Mixquic.

En tanto, en la delegación Cuauhtémoc también hubo cambios sorpresivos en el sector 15-Roma porque los policías allí adscritos estrenaron en menos de una semana dos jefes: hace 10 días, refirieron los uniformados, Saúl Vázquez Villanueva, quien cumplía más de seis meses en el puesto, fue sustituido por Carlos Calderón, pero éste a su vez dejó su lugar a Gervasio Rivera Artega, quien este lunes cumplirá siete días en el puesto.

Dicho sector tiene a su cargo la vigilancia y seguridad de 15 colonias, algunas de ellas de las más conflictivas de la capital, como Doctores, Buenos Aires, Obrera y Roma, para lo cual existen sólo 854 elementos, que disponen de 54 patrullas, 37 de las cuales están descompuestas, informaron los mandos durante un recorrido realizado el mes pasado con el secretario de Seguridad Pública . Además del área de 12 kilómetros que comprende el sector, los policías enfrentan los problemas derivados por una población flotante que en días laborables rebasa 2 millones de personas, mientras el número de residentes asciende apenas a 207 mil. Trascendió que en otro sector conflicto, el 8 Balbuena, ubicado en Venustiano Carranza también se habría registrado un movimiento de mandos.

Los cambios de jefes policiacos comenzaron en diciembre pasado, cuando el delegado en Iztapalapa, René Arce, solicitó la remoción de los titulares de los cinco sectores que allí existen: el 27-Oasis; 28-Tezonco; 29-Estrella; 30-Churubusco y 31-Abasto.

Sin embargo, en la víspera del informe de los 100 días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el 20 de marzo, se produjeron varios nombramientos que, según el subsecretario de Seguridad Pública, Gonzalo Adalid Mier, se hicieron a petición de Luis Zuno y Joel Ortega, delegados políticos de Alvaro Obregón y Gustavo A. Madero, respectivamente.

En esa ocasión, la SSP efectuó unas 20 sustituciones y rotaciones de jefes y sus mandos inmediatos en los ocho sectores que comprenden ambas demarcaciones: el 38-Santa Fe; 39-Plateros; 40-Las Aguilas y 42-San Angel, en la Alvaro Obregón, mientras que en la GAM se rotaron los mandos de los sectores 1-Cuautepec; 2-Tepeyac; 3-Aragón y 4-Vallejo.

Para ello, indicó el subsecretario, se revisaron los expedientes de quienes estaban en posibilidad de asumir los cargos, proceso en el que no intervinieron las autoridades de las delegaciones. Admitió que dichos relevos no fueron producto de la evaluación sino de "necesidades que tienen los delegados de trabajar con gente de su confianza" y que "no fueron destituciones, ni hay mal comportamiento o corrupción detrás de los cambios que fueron hechos a partir de los resultados de las evaluaciones y como se sientan los delegados políticos". En esos casos, dijo, Luis Zuno y Joel Ortega, acudieron directamente con Godoy Rangel, para solicitar la renovación del personal, como en su momento lo hizo también René Arce.

Desde que Godoy Rangel asumió la titularidad de la SSP, en lugar de aceptar la renuncia de muchos mandos superiores y medios, los ratificó en sus respectivos puestos, pero con la advertencia de que todos, incluido él, estaban a prueba.

Para el 15 de marzo el secretario informó que se llevaba a cabo una evaluación de todos los mandos, y que ésta concluiría a mediados de año, pues "nosotros llegamos a la secretaría y les dimos un voto de confianza, para darles la oportunidad de que trabajen".