MARTES Ť 10 Ť ABRIL Ť 2001
MEXICO S.A.
Carlos Fernández Vega
HA PASADO UNA SEMANA desde el arranque formal del debate y la guerra de cifras en torno a la iniciativa fiscal del presidente Fox, y hasta ahora el intercambio de ideas entre las distintas fracciones parlamentarias representadas en la Cámara de Diputados se aproxima a un consenso: la necesidad de que en México se lleve a cabo una reforma tributaria realmente integral, que amplíe el padrón de tributario, que grave progresivamente a quienes más tienen y genere suficientes recursos para que el Estado amplíe el margen de maniobra en lo económico y en lo social.
SIN EMBARGO, NADIE AFINA NI ATINA el rumbo que debería seguir esa reforma. Las propuestas partidarias fluyen y el presidente Fox se dice ''abierto'' y ''receptivo'' -en rigurosas mangas de camisa- para escuchar alternativas en torno al mismo tema, como la que promueve Acción Nacional por medio del senador Fauzi Hamdan: reducir la tasa federal del IVA de 15 a 10 por ciento -sin excluir alimentos y medicinas, salvo una selecta canasta de ambos productos- y cargarle la factura política a los gobernadores sobre los otros cinco puntos porcentuales.
ES DECIR, LA MISMA GATA, pero el revolcón del costo político se prorratearía entre los gobiernos central y estatales. Como se ha comentado, el costo político que implicaría aceptar la iniciativa original o el novedosísimo giro que propone el senador panista, sería facultad y problema de ese partido político, su presidente y los gobernadores. Pero el costo económico recaería exactamente en el mismo núcleo poblacional y el precio a pagar el mismo.
SI LOS GOBERNADORES DECIDIERAN no aplicar la fórmula 10/5 por ciento que estaría proponiendo la bancada panista, probablemente se quedarían sin una buena rebanada de recursos federales, pues su responsabilidad sería cobrar e ingresar esos dineros a sus respectivas arcas. Si la aceptan, pero deciden reducir la proporción del IVA estatal -por llamarlo de alguna manera- (ergo de 5 a 4, 3 o menos puntos porcentuales), simplemente cojearían en sus finanzas.
SIN DUDA, HERMOSA PROPUESTA. Pero eso sí, el PAN y sus legisladores no se mueven un centímetro sobre el cobro generalizado del IVA; sólo pretenden repartir el porcentaje, sin tocar los intereses de otros sectores de la actividad económica.
EL PLANTEAMIENTO DEL PRESIDENTE de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores fue externado el pasado domingo por la noche, cuando los legisladores blanquiazules visitaron al presidente Fox en Los Pinos, quien los recibió en mangas de camisa y los invitó a deleitarse con un ''exuberante'' bufete de mariscos, de acuerdo con la crónica publicada por La Jornada (Roberto Garduño, 9 de abril).
PERO MAS ALLA DE LA DEGUSTACION de productos del mar en la que participaron senadores y diputados panistas, y el previo intercambio de ideas para encontrar la fórmula de desarrollar socialmente a este país, el anuncio hecho por Josefina Vázquez Mota, titular de la cartera de Desarrollo Social, refresca y motiva: no serán 108 los pesotes que recibirían cada mes las 5 millones de familias en extrema pobreza, a incorporar en la Nueva Hacienda Pública Distributiva, sino 120. Es decir, cotidianamente el subsidio federal a ese creciente sector de la población (entre 25 y 27.5 millones de mexicanos) pasaría de 3.55 pesos, como se promovió en un principio, a 3.945 pesos, un escalofriante crecimiento de casi 40 centavos por día y familia ''beneficiada''.
DE ACUERDO CON LAS DECLARACIONES de la secretaria de Desarrollo Social (Alma E. Muñoz, La Jornada, 9 de abril), la ''retribución'' mensual para las familias (que hasta ahora, aferradas, se mantienen en la extrema pobreza) ''beneficiarias'' de la eventual aprobación del IVA para todos y para todas, alcanzaría esa cifra. Se entiende, pues, porque la funcionaria subrayó que sin esa reforma fiscal ''seguiríamos en un nivel de mediocridad''.
LOS ''BENEFICIOS'' se harían llegar a dichas familias a través del Padrón Contigo (así se llama) y se conformaría de la siguiente manera: 2.6 millones de familias (la relación actual de Progresa), 1.2 millones del Padrón de Leche, Vivah y Crédito a la Palabra, 600 mil del Padrón de Tortilla y 600 mil adicionales que se sumarían a los ''beneficios'' del Progresa a partir de septiembre de este año.
EL ESFUERZO ES ENORME, pero, lamentablemente, no incluye el reparto de computadoras ni acceso a la internet (ƑPaco Labastida?), por lo que las familias ''beneficiadas'' tendrían que asociarse con algún clasemediero con tales instrumentos cibernéticos para poder consultar y certificar que la ayuda prometida les llegaría en tiempo y forma.
LA SEDESOL DETALLA que el programa de ''redistribución'' de la riqueza, incluido en la iniciativa de reforma fiscal foxista, cubriría 55 mil localidades y 2 mil 200 municipios (90.6 por ciento del universo). El monto involucrado ascendería a 6 mil 480 millones de pesos anuales (más 121 millones por el costo de transferencias), cifra equivalente al pago de un mes de intereses generados por los pasivos del Fobaproa, o lo que es lo mismo, igual a la cobertura de 16 días y unas cuantas horas del costo financiero de los adeudos del gobierno federal (sin contar Fobaproa).
ASI, LOS TIEMPOS SE ACORTAN, se acerca el fin del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión y no se vislumbra una salida rápida y fácil al asunto fiscal, como pretenden la administración foxista y los legisladores panistas. De hecho, algunos aliados tradicionales del presidente y de los diputados y senadores blanquiazules han externado severas críticas en contra del proyecto de la Nueva Hacienda Pública Distributiva.
A LA CRITICA DE LA JERARQUIA católica, se suman voces de algunos sectores industriales y, sorpresa, algunas provenientes de legisladores del mismísimo PAN.
Las rebanadas del pastel:
EL BANCO DE MÉXICO difundió ayer que en marzo el crecimiento del índice nacional de precios al consumidor aumentó 0.63 por ciento, con lo que la inflación acumulada en el primer trimestre del año llegó a 1.12 por ciento, sin IVA. En el tercer mes del año los precios de mayores incrementos se observaron en alimentos, bebidas y tabaco (0.97 por ciento), salud y cuidado personal (0.95) y otros servicios (1.18)... La ''industria'' de los vales de despensa, gasolina y restaurantes, valuada en 25 mil millones de pesos anuales, suda la gota gorda ante la amenaza de que esta prestación sea gravada por el IVA. Si los propietarios de las distintas empresas emisoras sudan, imagínese a los trabajadores que fincan parte importante de su ingreso en este tipo de apoyos.
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