Ť Cuestiona relatora de derechos humanos de la ONU la conducta de tropas internacionales de paz
Denuncian que aumenta el tráfico de mujeres donde hay cascos azules
Ť La UE aprueba lineamientos para "influir" sobre terceros países en contra de la tortura
Ť En 70 países esta práctica de abuso es de lo más común, según reciente informe de AI
AFP, DPA Y REUTERS
Ginebra, 9 de abril. El tráfico de mujeres ha aumentado considerablemente en los sitios donde se encuentran emplazadas las fuerzas de mantenimiento de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como Bosnia-Herzegovina, Kosovo y Timor Oriental, denunció hoy la Comisión de Derechos Humanos de ese organismo internacional.
En Luxemburgo, los cancilleres de la Unión Europea aprobaron una serie de lineamientos destinados a "influir" en terceros países para la adopción de medidas contra la tortura. En los últimos tres años, 150 países continuaban practicando la tortura y en 70 de ellos es una práctica común, de acuerdo con un informe reciente de Amnistía Internacional.
La relatora para la comisión de la ONU sobre la violencia contra las mujeres, Radhika Coomaraswamy, indicó que el tráfico de mujeres parece agravarse en algunos lugares en los que se encuentran cascos azules, y puso como ejemplo a la provincia serbia de Kosovo y la ex república yugoslava de Bosnia-Herzegovina.
Coomaraswamy advirtió que "es absolutamente indispensable que todas las fuerzas de la ONU respeten las mismas normas de leyes humanitarias internacionales que las naciones miembros. Actuar de otra manera crea un clima de impunidad en el cual las infracciones proliferan".
Durante la presentación del informe anual sobre la violencia contra las mujeres, la relatora señaló que el código de conducta de los cascos azules no es suficiente y se inclinó por educar a los miembros de las fuerzas de paz antes de su despliegue para que "tomen conciencia de sus deberes y los derechos de la población", sobre todo ahora que la ONU tiene a su cargo la administración de Kosovo y Timor Oriental.
Coomaraswamy también informó que existen denuncias sobre abusos a mujeres y niñas por parte de las tropas internacionales de la ONU, y recordó el caso de una menor albanesa de 11 años asesinada en Kosovo.
La fuerza internacional de paz (KFOR) fue desplegada en esa provincia serbia luego que la Organización del Tratado del Atlántico Norte bombardeó Yugoslavia de marzo a junio de 1999, con el argumento de que Belgrado realizaba una campaña de limpieza étnica contra la población kosovo-albanesa.
Por ello, agregó Coomaraswamy, "los soldados de las fuerzas de paz tienen la obligación de velar por los derechos de la población en los países en los que están estacionados. Si ellos mismos practican la violencia, la población local pierde la confianza".
Esta no es la primera ocasión en que los cascos azules de Naciones Unidas se ven involucrados en violaciones a los derechos humanos. En 1998, Amnistía Internacional denunció en su informe anual los casos de soldados belgas de las fuerzas de paz en Somalia que torturaron y violaron a varios menores, provocando la muerte de uno de ellos, a quien introdujeron en un contenedor de metal durante 48 horas sin agua ni comida, y en medio de un intenso calor.
En tanto, la Unión Europea acordó intensificar su campaña contra la tortura como parte de su política exterior común que incluye la oposición a la pena de muerte. El objetivo es "influir a países terceros en la adopción de medidas contra la tortura y garantizar su prohibición".
En este contexto, los embajadores de Los 15 deberán entregar informes regulares al Consejo Europeo sobre la situación en los países en los que se encuentran destinados. Asimismo, la UE pedirá "información sobre denuncias de torturas y malos tratos utilizando los canales confidenciales y públicos" y abordará el tema en foros internacionales. Otras acciones serán "apoyar mecanismos internacionales y regionales de lucha contra la tortura, apoyar la educación pública mediante campañas y el trabajo de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales".
A los países terceros se les instará a prohibir y condenar la tortura y los malos tratos y adherirse a los tratados internacionales. Asimismo solicitará como medidas concretas "reforzar la seguridad en los lugares de detención, las garantías legales, incluyendo las visitas de familiares, el establecimiento de procedimientos de querellas e informes sobre tortura, formación a los responsables de justicia, médicos y militares y la lucha contra la impunidad y la reparación y rehabilitación de las víctimas".
El comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, declaró ante los cancilleres que "ningún país ni gobierno, independientemente de su nivel de desarrollo o sistema político, puede justificar la existencia de torturas en su territorio" porque la tortura "es una de las más horrendas y viles violaciones de los derechos humanos".