MARTES Ť 10 Ť ABRIL Ť 2001
Ť En su iniciativa de presupuesto para 2002, pide contratar más agentes fronterizos
Propone George Bush reforzar el combate a la inmigración ilegal
Ť Necesario, financiar adquisición de tecnología para detectar intrusos, dice el presidente de EU
Ť Defender la seguridad de la nación en contra de amenazas del crimen organizado, el objetivo
ELIZABETH VELASCO C.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, presentó una propuesta de reforma del Sistema de Inmigración, en su iniciativa de presupuesto para el año 2002, en la que pide medidas adicionales para reforzar el combate contra la inmigración ilegal, incluyendo 102 millones de dólares destinados a contratar 12 por ciento más de agentes fronterizos que en 2001; financiar adquisición de tecnología para detectar intrusos, y crear unidades de inteligencia a lo largo de las fronteras de ese país.
De acuerdo con un documento extraoficial de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado, en poder de La Jornada, Bush justifica tal incremento ante la necesidad que, dice, tiene el gobierno federal de tomar "medidas adicionales para defender la seguridad y la estabilidad" de esa nación, "en contra de amenazas del crimen organizado, de los traficantes de drogas ilícitas y de los grupos terroristas".
De los recursos "adicionales" por 102 millones de dólares, 75 millones se destinarían a la contratación de 570 nuevos agentes por año en 2002 y 2003. De aprobarse ese presupuesto, para finales de 2003 estarían desplegados unos 11 mil agentes a lo largo de las fronteras norte y sur de esa nación. Es decir, 12 por ciento más que en 2001, y más de 175 por ciento de aumento con respecto a 1993.
Cabe destacar que entre 1997 y 2001 el Congreso estadunidense autorizó la contratación de cinco mil nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza, en tanto que el SIN ha recibido financiamiento para unos 3 mil 600 nuevos agentes.
Otros 20 millones de dólares se invertirían en la adquisición de tecnología especializada para detectar "intrusos", la cual incluye "cámaras de alta resolución en color e infrarrojas y centros de comando totalmente modernos, como multiplicadores de fuerza para suplementar (sic) a los nuevos agentes y permitir la vigilancia continua de las áreas remotas".
Los 7 millones de dólares restantes se usarían para establecer unidades de inteligencia a lo largo de las fronteras norte y sur estadunidenses. Esas unidades "recogerán, analizarán y difundirán información para identificar y contener a quienes busquen entrar ilegalmente a Estados Unidos; vigilar posibles actividades terroristas y operaciones de contrabando, y rastrear el movimiento de narcóticos ilícitos, armas y otro contrabando", según el texto.
Tratamiento adecuado a los detenidos
Para asegurar la "detención y deportación rápida de extranjeros indocumentados y delincuentes", el presupuesto 2002 ya contempla 89 millones de dólares, a fin de "instalar espacios adicionales para camas" y atender un promedio de mil 607 detenciones diarias, lo que llega a un nivel total de más de 21 mil espacios para camas. El presupuesto "también mantiene el financiamiento para cumplir plenamente las normas de detención y asegurar que los detenidos, particularmente aquellos casos pendientes de asilo, sean tratados adecuadamente", dice Bush en su propuesta.
Además, sugiere establecer un estándar universal de seis meses para el procesamiento de todas las solicitudes de inmigración legales, lo que implicaría un gasto adicional de 500 millones de dólares para contratar nuevo personal y aplicar incentivos en caso de una mejoría en el desempeño de los empleados, relativa a "procesar los casos con rapidez y precisión, y hacer una prioridad la satisfacción del interesado".
Esa propuesta se relaciona con el compromiso del gobierno de Bush en cuanto a reducir los tiempos del SIN en el proceso de solicitudes y peticiones de inmigración, las cuales en su mayoría se tramitan en un lapso de tres o más años.
Otra reforma sugerida tiene que ver con "la restructuración y división del SIN en dos agencias con cadenas de comando y de rendición de cuentas separadas, y para informar a un solo encargado de políticas en el Departamento de Justicia". Así, se tendría una agencia especializada en el otorgamiento de servicios, y otra dedicada exclusivamente a la aplicación de la ley.
Según Bush, el propósito de su administración es trabajar con el Congreso de una manera "bipartidista para aplicar leyes que mejoren fundamentalmente la manera en que se administra el sistema de inmigración" en Estados Unidos.