MARTES Ť 10 Ť ABRIL Ť 2001
TEATRO
Mariana Norandi
Shakespeare, lo siento mucho
ESCENIFICAR UNA OBRA de William Shakespeare es siempre un reto, entre otras razones porque ha sido uno de los autores más recurridos en el teatro, una veces con desacierto, pero otras, con un éxito. El desafío se complica más si en lugar de respetar el texto original alguien quiere hacer una nueva versión del clásico, pues se corre el riesgo de que la obra pierda el rico espíritu del autor y por lo tanto el resultado se empobrezca.
PARA ACERCARSE MAS al precipicio, a alguien se le ocurrió sustituir a una princesa de cuentos por una egocentrista modelo postmoderna, que a su vez es amada por una reina y no por un rey, y musicalizar toda esta enloquecida obra shakesperiana al ritmo del más frenético tecno: Gerardo Mancebo del Castillo, fallecido el pasado mes de octubre, adaptó la obra La noche de Epifanía o Duodécima noche de Shakespeare y la transformó en La noche en que raptaron a Epifania o Shakespeare, lo siento mucho.
La muerte sorprendió a Mancebo del Castillo en pleno ejercicio creativo, por lo que el segundo acto tuvo que ser acabado por Alfonso Cárcamo. Esta peculiar obra, dirigida por Ana Francis Mor, fue estrenada en el pasado Festival del Centro Histórico, en el Teatro Vizcaínas, y debido al éxito que obtuvo fue restrenada el sábado en el Teatro Julio Castillo.
LA OBRA DEL célebre dramaturgo se convierte en el País de los Muertos, donde reina Doña Chivos (Rita Guerrero), quien enamorada de Epifanía (Mayra Sérbulo) la rapta para conseguir su amor. Para lograr este apasionado propósito, cuenta con la servil bufona Gracia Amadita (Haidée Boetto) quien debe convencer a Epifanía de aceptar el amor de Doña Chivos. Al reino llegan los gemelos Cruz y Guadalupe (Carmen Mastache y Magali Boyselle) al rescate de Epifanía, y tras ellos, dos bufones raperos atestiguan sus peripecias (Yuriria del Valle y Mariana Gajá). Mientras tanto, una taxista norteña (Mónica Huarte) traiciona a la soberana por 30 monedas de oro y un pescador buscaprincesas (Mayra Sérbulo) da vuelo poético a su melancolía.
ESTA OBRA, protagonizada por 10 mujeres, dirigida por una mujer y producida por otra (Fabiola Rivera), es una innovadora propuesta hecha por mujeres que no cae en los estereotipos y prejuicios sexuales, sino que expone una interesante ambigüedad de género. Mujeres representan mujeres, mujeres representan hombres, un gemelo intercambia su sexo con su gemela, mujeres que aman a hombres, mujeres que se enamoran de mujeres, porque como dice el personaje de Epifania "el amor no tiene sexo".
Completo ejercicio actoral
LAS ACTRICES, todas ellas de profuso talento, realizan un completo ejercicio actoral, cantan, bailan y actúan de una forma magistral, haciendo uso del inteligente humor de la obra con espontaneidad, magnificando la gesticulación interpretativa y recurriendo a elementos actorales de la mímica, la farsa y el cuento fantástico.
HAY UNA ACTRIZ que acapara de forma especial la atención del espectador: Rita Guerrero. Esta artista, más conocida por su faceta como vocalista del grupo Santa Sabina, fue actriz antes que cantante, y ahora, después de 10 años sin actuar, regresa a los escenarios teatrales. Según la directora "ha sido fascinante el encuentro con Rita porque tenía muchas ganas de regresar al teatro y se ha entregado de una manera padrísima".
PERO ADEMAS DEL excelente trabajo actoral y de dirección de esta obra, hay otro elemento que no pasa desapercibido en el montaje, más aún, es otro protagonista: el vestuario, que ideado por los diseñadores Daniel Gutiérrez, Xóchitl Flores y Andrés Fonseca, va mucho más allá de la caracterización de los personajes; en esta puesta el vestuario (apoyado con la buena iluminación de Xóchitl González) adquiere vida propia.
ANA FRANCIS COMENTA: "El vestuario no lo hicieron vestuaristas convencionales de teatro. La idea era invitar a estos tres diseñadores para que hicieran un concepto, es decir que hicieran de cada vestuario un arte objeto".
LA PROPUESTA DE LA directora con esta obra es "hacer teatro para mi generación (los nacidos en la década de los setenta) para que regrese al teatro. Con ese fin utilicé la música que escuchamos, la ropa que usamos, el lenguaje con el que hablamos y los referentes que tenemos. Y para lograr este proyecto, Ƒalgo mejor que con un clásico de Shakespeare?".
LA NOCHE EN que raptaron a Epifanía o Shakespeare lo siento mucho, se presenta en Teatro Julio Castillo (detrás del Auditorio Nacional). Funciones: jueves y viernes a las 20:30; sábados a las 19:00 y domingos 18:00 hs. Entrada: 90 pesos.