MIERCOLES Ť 11 Ť ABRIL Ť 2001
Arnoldo Kraus
Los niños y niñas de la calleŤ /y III
Conforme la tecnología, el conocimiento y las ciencias han proliferado y avanzado, el número de grupos vulnerables se ha incrementado. Vivimos una relación inversamente proporcional entre la riqueza del saber y la emergencia de grupos sin rostro. Los desencuentros entre clonación con los homeless, o los de la telefonía celular con los enfermos de síndrome de inmunodeficiencia adquirida que no tienen acceso a las terapias modernas, son tan sólo algunos ejemplos.
Los niños y niñas de la calle son un "experimento social" en el que las conjeturas pasan de lo plausible a la realidad: todo "lo peor" se hace presente. La frecuencia de enfermedades mentales o físicas, la desnutrición, la probabilidad de ser víctimas de todo tipo de violencia, de ser explotados y vejados, corre paralelamente a la miseria y al grado de indefensión.
El libro Distrito Federal: aproximación al estado de salud y nutrición de los niños y adolescentes en situación de la calle en tiempos de globalización denuncia algunas de las vías por las cuales las faltas de oportunidades -el gobierno es, sin duda, el responsable principal-- institucionalizan y perpetúan la pobreza y sus brazos; uno de ellos, los niños de la calle. Dentro de los avatares de este grupo sucede, cada vez con mayor frecuencia, lo inimaginable: niños que se suicidan, el nacimiento de la segunda generación de niños en situación de la calle, esto es, niños que nacen en la calle producto de padresmadresniñosniñas de la calle. Convivimos con una generación que es parida en la calle y cuya historia es la negación de los mínimos valores que determinan la arquitectura de "lo humano".
Los niños de la calle o los niños en la calle o los niños en alto riesgo o los "chapulines" o los "pelones" o simplemente, como se les quiere denominar, maleantes o ladrones, son un grupo incómodo y complejo. Incómodo y complejo porque su presencia es un continuo infinito de preguntas: Ƒdesde cuándo existen?, Ƒseguirán incrementando su número?, Ƒcuál es la responsabilidad gubernamental y cuál de la sociedad?, Ƒen qué proporciones el aumento de su miseria y número es resultado de la globalización?, Ƒdebe redefinirse el término civilización? Si se repasa lo que acontece en otros países sureños, en donde el problema es similar, es evidente que compartimos el mismo triste destino latinoamericano: padres biológicos ausentes y naciones gobernadas por la corrupción y la impunidad.
Este ensayo habla de desnutrición, de drogadicción, de marginación, de enfermedad y de ausencia de esperanza. Es, a la vez, una madeja de desventuras que cuestiona dogmas como equidad, modernidad, desarrollo económico. Al hablar de ética y justicia, de democracia y globalización, el problema de las niñas de la calle debe ser discutido. La mera existencia de estos grupos es una interrogante perenne, cuya realidad se entiende al desglosar las páginas de la obra.
Señalan los autores que "los excluidos sociales, entre los que se encuentran los niños en situación de la calle, independientemente de su tipificación o denominación social o de los diferentes ámbitos fiscos en el que se desenvuelven o movilizan, adquieren un carácter de objetos sociales mas no de sujetos, a los cuales se les puede ultrajar, perseguir, prostituir e inclusive matar". La persona como objeto es una de las malformaciones de nuestros tiempos: destornillar ese bache es imperativo y, a la vez, una urgencia ética.
La responsabilidad hacia la verdad (Husserl), la memoria herida (Ricaeur), "yo puedo sustituir a todos, pero nadie puede sustituirme a mí" (Lévinas), "todo lo que se refiere a mi persona, empezando por mi nombre, llega a mí por boca de otros" (Bajtin), son parte del ideario sobre el cual debe meditarse para entender el significado y la trascendencia de este magnífico texto, cuya génesis es uno mismo, cuyos límites son el hedor, la ausencia de historia y la incapacidad del gobierno y de la sociedad para solucionar el problema de los niños de la calle.
ƑQué quería decir el premio Nobel de Literatura Joseph Brodsky cuando escribió que "para evitar errores cuando se lidia con el futuro lo óptimo es percibirlo a través del prisma de la pobreza y de la culpabilidad"? Seguramente pensaba que "aquellos otros" son responsabilidad de "aquellos nosotros". Las niñas de la calle comienzan en las aceras de enfrente. Los niños de la calle finalizan en las avenidas de nuestros alter ego: desgajados, enajenados, amnésicos. Los niños de la calle han quedado embanastados en la "trampa globalizadora", cuya conciencia es la inconsciencia. Este prólogo es todo menos un exordio: leer el texto implica rescribir la historia de la no historia de estos menores.
Ť Fragmentos del prólogo al texto Distrito Federal: aproximación al estado de salud y nutrición de los niños y adolescentes en situación de la calle en tiempos de globalización. Luz María Espinosa, Alberto Ysunza y otros (de próxima aparición).