MIERCOLES Ť 11 Ť ABRIL Ť 2001

Separan a las siamesas de Nepal internadas en Singapur


90 horas de cirugía y estrés

REUTERS

Singapur, 10 de abril. Médicos de Singapur sobrevivieron con cafeína y breves siestas a la operación maratónica de cinco días para separar a las siamesas de Nepal que estaban unidas por la cabeza.

Un equipo de 20 especialistas separó el martes, de manera satisfactoria, a Ganga y Jamuna Shrestha, de 11 meses, después de más de 90 horas en el quirófano.

El grupo central de neurocirujanos y anestesiólogos trabajó casi contrarreloj en la complicada operación.

Faltos de sueño y bajo altos grados de estrés, los 16 médisingapore_siamese_twins_7zicos que intervinieron en la operación fueron proclives a los cambios de humor.

"Creo que el estado de ánimo variaba de la euforia a la histeria", dijo Claire Ang, anestesióloga, en conferencia de prensa en el Hospital General de Singapur.

"Había momentos en que todo el mundo sintió aumentos de tensión, especialmente con el cambio de posición de las nenas", indicó.

Se esperaba inicialmente que la cirugía durara más de 36 horas, pero tomó mucho más tiempo desprender las incontables venas que compartían las gemelas.

El equipo de Singapur cree que la operación de Ganga y Jamuna fue una de las más complejas y difíciles que se haya intentado alguna vez, ya que los cerebros de las gemelas estaban torcidos como en una hélice y los lados izquierdos retraídos para tomar forma de cuerpo.

"No esperábamos que durara tanto tiempo", aseguró la anestesióloga.

Los médicos cocinaron sopa y carne estofada fuera del quirófano las primeras dos noches. Pero al tercer día, amigos y colegas les llevaron comida de gourmet.

La cafeína fue la dieta habitual durante los cinco días.

Se colocaron dos camas en una habitación fuera del quirófano y los médicos se turnaban para tomar breves siestas y recesos para ir al baño.

"Nos podíamos sustituir unos a otros, excepto en los momentos verdaderamente cruciales", agregó Ang.

Fuera del quirófano, la escena era igualmente tensa. Los padres (Bushan y Sandhya) y los abuelos de las gemelas permanecieron en una pequeña habitación del hospital, esperando ansiosos las noticias.

La familia dejaba la habitación sólo por momentos para rezar en diversos templos y tomar una ducha en el hogar temporal de Singapur.