JUEVES Ť 12 Ť ABRIL Ť 2001

Ť El proyecto que la República Checa presentará en Ginebra, politizado: cancillería

Abstención, postura de México en  la propuesta de condena a Cuba

Ť SRE dejó abierta la posibilidad de que el gobierno apruebe el documento si tiene modificaciones

GEORGINA SALDIERNA

El gobierno de México se abstendrá de votar el proyecto que condena a Cuba por presuntas violaciones a derechos humanos, el cual se discutirá y se pondrá a consideración la próxima semana en la 57 sesión ordinaria de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, informó ayer la vocera de la cancillería, Liliana Ferrer.

Luego de que este miércoles al mediodía se conoció el proyecto completo que elaboró el gobierno checo en relación con Cuba, México decidió abstenerse de votar, porque se trata de un dictamen politizado, en el que la defensa de los derechos humanos se utiliza para defender intereses propios.

Esa situación resulta contraproducente si realmente se quieren proteger los derechos humanos de los cubanos, puntualizó la vocera.

"Si el proyecto se sostiene tal como fue presentado, México no votará ni en favor ni en contra", afirmó la vocera, con lo que dejó abierta la posibilidad de que el gobierno apruebe el documento si se le hacen modificaciones.

La vocera de la cancillería reiteró que el gobierno mexicano está preocupado por el respeto de los derechos humanos, pero así como "sentimos que su protección es un valor absoluto, consideramos que su defensa no debe ser utilizada para fines propios", subrayó.

En la línea de la neutralidad

Tras varias semanas de polémica sobre el sentido del voto mexicano, particularmente por la repercusión que podría tener en las posturas de otros países latinoamericanos, éste se hizo público y no varió de los asumidos anteriormente.

 A partir de 1991, los gobiernos sucesivos de México se han abstenido de votar en todas las resoluciones relativas a Cuba, salvo en 1999, cuando se votó en contra de la resolución por razones ajenas al tema de la isla.

La víspera, el Congreso de la Unión emitió un insólito exhorto al Ejecutivo federal a mantener invariable la política exterior respecto de Cuba.

A instancias del PRI, con el respaldo en pleno de la fracción del PRD y una parte de Acción Nacional en el Senado de la República, el Poder Legislativo pidió al presidente Vicente Fox que "la delegación mexicana emita su voto de acuerdo con los principios que regula nuestra política exterior y en contra de cualquier resolución atentatoria de la soberanía de la República de Cuba y de cualquier otra resolución que vulnere los principios de la autodeterminación de los pueblos y la no intervención".

Sin embargo, la respuesta de la cancillería al exhorto, a manera de "toma de nota", dejaba entrever dudas sobre el sentido del voto, pues aludía a que éste se mantendría en "congruencia" con los planteamientos del canciller el 20 de marzo, aunque deslizaba la reserva en función del sentido de la resolución de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

La situación de los derechos humanos en Cuba forma parte de la agenda de la comisión respectiva de la ONU desde 1988, cuando ésta aceptó la invitación del gobierno de ese país para efectuar una misión. En 1989, la comisión adoptó sin votación la resolución 1989/113 sobre los resultados de esa misión, en la que se pidió además al secretario general de Naciones Unidas que estableciera contacto con Cuba.