SABADO Ť 14 Ť ABRILŤ 2001

Ť La estrategia, llevarlos a puntos difíciles donde la Patrulla Fronteriza tiene ventaja

Mientras más rebotan en EU a los migrantes indocumentados, más se afanan ellos en cruzar
Ť En ocho años se han triplicado los recursos que Washington destina para detenerlos

Ť Tijuana y Juárez decaen como puntos de entrada sin documentos: estudio de Conapo

GEORGINA SALDIERNA

Entre el año fiscal 1993 y el 2001 los recursos totales del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos se incrementaron de mil 530 a 4 mil 880 millones de dólares -más del triple-, señala una investigación del Consejo Nacional de Población (Conapo) sobre la migración entre ese país y México.

El aumento en el presupuesto orientado a detenciones y deportaciones en ese mismo periodo fue aún mayor, como también el de apoyo y construcción y el asignado a la Patrulla Fronteriza. Como resultado, el número de agentes migratorios en la línea divisoria se duplicó y esta fuerza policiaca fue dotada de mayor equipamiento y mejor tecnología para incrementar su productividad, agrega.

Todo ello ha derivado en el incremento de detenciones durante el último año, hasta alcanzar un número superior a 1.5 millones de personas.

El estudio del Conapo, organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, resalta que entre el equipo adquirido por la Patrulla Fronteriza se encuentran telescopios de rayos infrarrojos para mayor visibilidad en la vigilancia nocturna, sensores electrónicos y de tierra, así como computadoras para detectar el calor humano y proveer a los agentes de información instantánea para ubicar con precisión el lugar donde cruzan inmigrantes.

También indica que en el año fiscal 1995 se puso en marcha el sistema de identificación biométrica -mediante fotografías y huellas dactilares- que permite detectar a personas que reinciden en su intento de ingresar sin documentos; se instalaron grandes reflectores y cámaras de televisión en sitios considerados "pasos naturales" o "rutas" que utilizan los traficantes de indocumentados; se adquirieron vehículos especiales para cubrir la variedad y diversidad de los territorios de la frontera, y se empezaron a emplear aeroplanos y helicópteros para observar áreas inaccesibles por tierra.

De igual manera, la Patrulla Fronteriza inició el adiestramiento de perros de inspección K-9, los cuales han sido muy exitosos en la detección de indocumentados, y también se ha intensificado la colocación de muros, bardas y mallas, así como la reparación de alambradas.

Refiere que el SIN impulsó en años recientes varios operativos para reforzar la vigilancia. Entre los más conocidos se encuentra la Operación Bloqueo o Hold the Line, a través de la cual se garantiza la presencia permanente de un vehículo y dos agentes de la Patrulla Fronteriza cada 200 metros a lo largo de 32 kilómetros en la zona Ciudad Juárez-El Paso, Texas, y en el tramo comprendido entre Sunland Park, Nuevo México, y Fabens, Texas.

Otros programas fueron la Operación Guardián, entre San Diego y Tijuana; la Operación Salvaguardia, en el área de Tucson y Yuma, Arizona; y la Operación Río Grande, en McAllen y Brownsville.

Precisa que varios de esos operativos se han fundido, como Guardián y Salvaguardia, y que todos han tenido como propósitos: reducir la magnitud del flujo indocumentado, obligar a los migrantes a cruzar por donde pueden ser más fácilmente observados o por donde es más difícil atravesar; reducir el tránsito de indocumentados a través de las zonas urbanas y desviarlo hacia rutas más remotas y de acceso más difícil, donde la Patrulla Fronteriza tiene "ventaja táctica", así como potenciar las estrategias para desalentar intentos posteriores de cruce.

Sin embargo, el estudio muestra que si bien se han incrementado las detenciones, se ha elevado la intención de los migrantes de volver a cruzar. Así, siete de cada 10 indocumentados devueltos tienen la intención de realizar un nuevo cruce en los próximos siete días, proporción bastante superior a la observada entre 1993 y 1994, cuando era de 59 por ciento.

A consecuencia del refuerzo de la Patrulla Fronteriza, destaca el estudio que Tijuana y Ciudad Juárez han venido perdiendo importancia como localidades de cruce. En contraste, otras la han adquirido, como Tecate, Mexicali, Piedras Negras, Reynosa y Nuevo Laredo, donde los indocumentados permanecen tres o cuatro días antes de pasar la frontera.