SABADO Ť 14 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Exposición del artista en Laboratorio Arte Alameda
Hacer visible la tecnología y no mistificarla, reto de Iimura
Ť Incluye cine, video y trabajos con computadora
MERRY MAC MASTERS
Artista del cine, del video y de la computadora, Takahiko Iimura (Japón, 1937), está pendiente de los avances tecnológicos. ''Trato de simplificar la tecnología a fin de hacerla visible lo más posible para el público, y no mistificarla. Algunos artistas pretenden hacer de ella una especie de truco que deja la duda en el espectador'', dice.
Para Iimura, cuando se trata de los medios, en ocasiones es difícil saber qué es en realidad el arte: ''A veces las personas sólo usan la tecnología para jugar, pero sin hacer ninguna declaración artística. Por eso mi interés en la tecnología gira en torno de lo que ésta nos podría significar en términos de arte y de actividad humana. No trato de hacer imágenes muy decorativas que son posibles como una forma de diversión, no es mi tipo de arte".
Identidad y tiempo
Con una trayectoria de cuatro décadas, Iimura exhibe video, cine e instalación por vez primera en México en forma individual. La muestra curada por Priamo Lozada culminará el 1 de julio en el Laboratorio Arte Alameda (Dr. Mora 7, Centro Histórico). El acto inaugural consistió en el performance Círculo y cuadrado, pieza que consta de dos proyectores de cine de 16 mm, entre los cuales corría una cinta de celuloide negra, sobre la cual el artista perforó círculos que a su vez fueron proyectándose con más y más frecuencia.
En este performance, explica el entrevistado, ''trato de poner a la vista el sistema de proyección fílmica, no sólo la imagen, sino la totalidad del sistema, de manera que el público ve al proyector como parte de esta obra". Una vez terminada la acción la pieza quedó como instalación fílmica.
Iimura no tiene una educación tradicional dentro del arte. Incluso, primero cursó estudios en ciencias políticas. Sabía, sin embargo, que deseaba trabajar en el cine, pero de arte. De allí se pasó al videoarte, y ahora también trabaja con la computadora. Sus primeros filmes experimentales son de principios de los años sesenta. Ai (Love), de 1962, cuenta con música de Yoko Ono. Iimura dice que la afamada artista japonesa llegó en ese entonces al país, donde la conoció y le propuso el proyecto. No se quedó allí la relación. Iimura publicó un libro sobre el arte de Ono, y ahora trabaja en otro.
En su producción el entrevistado suele abordar el concepto de la identidad, es decir, cómo se identifica uno ante el medio. Iimura exhibe mucho en Europa y Estados Unidos y gusta cuestionarse no sólo a sí mismo, también al público y la institución donde se presenta. ''El video se puede manipular de muchas formas, le ofrece a uno muchas maneras de presentarse", explica. En su trabajo maneja mucho la lógica oriental de lo positivo y lo negativo. Mientras que en Occidente estos valores son absolutos, en Oriente son relativos.
Otro concepto que aborda alude al tiempo, algo que en el cine ''no se ha explorado mucho". Iimura trata de hacerlo visible. Por ejemplo, ha ''medido'' los segundos individuales. En 1989 el Museo Metropolitano de Arte, de Nueva York, le produjo su filme Ma, palabra que en japonés significa ''tiempo y espacio como uno". La cinta es del famoso jardín zen Ryoan-ji, de Tokio, y sólo se aprecian las piedritas del suelo.