SABADO Ť 14 Ť ABRIL Ť 2001
TIEMPOS DE BLUES
Ť Raúl de la Rosa
Los Lomax
Primera llamada
EL CANTO TRADICIONAL y la memoria musical han sido transmitidos durante siglos por vía oral, de maestro a discípulo, de padres a hijos. Hace unas semanas escribimos sobre los Griots africanos, verdaderas bibliotecas ambulantes que guardan en su memoria, las hazañas de sus gobernantes y siglos de historia de sus pueblos.
ƑQUÉ EFECTOS TENDRA sobre nuestra memoria-pensamiento la utilización de la memoria cibernética? ƑNos permitirá aumentar nuestro potencial sobre intereses específicos? o por el contrario ƑPara qué memorizar tanto si con un click tendremos acceso a cualquier información? Recuerdo la sorpresa que me causó saber que hay personas que pueden recitar el Corán completo de memoria. Son pocos los que se saben el Himno Nacional. ƑNos domina ya la Ley del menor esfuerzo ?
LO ANTERIOR VIENE a cuento por la tradición oral que nos ha permitido saber de la cultura acumulada de siglos, aquella que no ha sido registrada en los libros. Los avances tecnológicos de fines del XIX e inicios del XX han permitido registrar y recuperar las viejas canciones tradicionales a traves de grabaciones en cinta magnética.
A MEDIADOS DEL siglo XIX surge en Europa la musicología comparativa con la que se pretendía demostrar comparativamente la superioridad cultural de occidente sobre el resto del mundo y clasifican a toda la música no occidental en este orden: salvaje, primitiva, bárbara y civilizada. Recordemos que el extraordinario arte africano era considerado exótico y no tenía autores, era anónimo.
ESTOS CRITERIOS HOY día nos pueden parecer elementales, pero consideraban que una música que no se puede escribir y por lo tanto tampoco se puede transcribir era, simplemente, primitiva. Lentamente estos criterios se fueron modificando al darse cuenta que es tan compleja esa música que la notación occidental en varios casos no era suficiente, que los microtonos de las ragas de la India los oídos occidentales no pueden registrarlos porque no han sido adiestrados, y que las rítmicas africanas llegan a ser tan especializadas que no hay forma de registrarlas y al igual que el blues son expresiones individuales que puede tener mil y una variantes. Hoy está en boga el término world music con el que se pretende clasificar, de a montón, a la música creada en el tercer mundo, olvidándose que esa música tiene su genealogía, nombres y apellidos propios.
Segunda llamada
PARA LA HISTORIA del blues son fundamentales John Lomax (Goodman, Mississippi, 1867) y Alan Lomax (Austin, Texas, 1915), padre e hijo, etno-musicólogos, pioneros en registrar y viajar para grabar in situ el canto popular de los afroamericanos y aunque no fueron los únicos, sí los más destacados promotores de la magnífica colección de música popular negra que, hoy día, existe en el Archivo del Canto Folklórico Americano en la Biblioteca del Congreso de EU.
JOHN LOMAX TENIA el título universitario de maestro de inglés, pero prefirió dedicarse a la investigación de la música tradicional. En 1910 publicó un libro sobre la canción de los vaqueros (cowboys) y en 1933 John y su hijo Alan inician sus giras para grabar, reunir y clasificar la música afroamericana, recorriendo los estados sureños de la Unión Americana.
LA BIBLIOTECA DEL Congreso les facilita el equipo técnico: una grabadora que era un armastrote de mas de 100 kilos de peso, 2 baterías de 35 kilos cada una, montadas en la parte trasera de un Ford. El interés de los Lomax en grabar las canciones populares de los negros residía -según sus propias palabras- en que "el fraseo musical y el contenido poético difieren mucho de la de los blancos". De hecho sólo viajaron a comunidades totalmente negras.
HAY DOS ASPECTOS que considero importantes, el descubrir a blusistas de la talla de Muddy Waters, de Leadbelly (panza de plomo) y a Bukka White cuando ambos purgaban penas en la prisión y de aquí surge el otro aspecto, en palabras de los Lomax: "Nuestro mejor campo de trabajo lo formaban las penitenciarías del Sur. Visitamos once de ellas y explicamos nuestro proyecto a unos 25 mil reclusos negros".
Tercera llamada
EN LA HISTORIA del Blues, Paul Oliver escribe: ''De las miles de grabaciones que registraron los Lomax, sólo una parte insignificante salió a la luz. Hoy día muchísimos de sus discos siguen sin catalogarse, nadie los ha oído y ya no pueden escucharse. No cabe duda de que la monumental obra que llevaron al cabo John y Alan Lomax, en los años 1934, 1936, 1941 y 1942, supone la mayor investigación jamás realizada acerca de la música popular en vivo".
EN LA BUSQUEDA de datos para este artículo encontré cifras que no coinciden: En uno de los fascímiles de Sentir el Blues menciona que en el archivo de los Lomax existen 26 mil piezas grabadas en cilindros y tres mil canciones en discos de 78 rpm. y en la revista RM (revista médica) de diciembre del 2000, Mauricio Guerrero nos habla de 10 mil discos. En ambos casos la cifra es impresionante.
SU HISTORIA ES un sueño que cualquiera que guste del blues o de la música hubiera deseado vivir, pero la realidad va mas allá. No resisto el infantil juego de palabras: Padre e hijo fueron Lomax... imo.
Y ESTA BREVE historia continua mañana domingo.