DOMINGO Ť 15 Ť ABRILŤ 2001
Ť Gravar medicinas y alimentos afectará tres veces más a pobres que a ricos, documenta
A mayor tasa del IVA, menos eficaz su cobro: análisis para la Cámara
Ť 50% del gasto de las familias de menores ingresos se destina a productos hoy exentos, señala
Ť Recomienda superar la debilidad inherente al sistema tributario y reducir tratos preferentes
DAVID APONTE
La eficiencia en el cobro del impuesto al valor agregado (IVA) fue más alta cuando el gravamen tenía tasa de 10 por ciento. Actualmente, el gobierno tiene capacidad para recaudar 59 centavos de cada peso que debe entrar a las arcas federales, señala un estudio elaborado para la Cámara de Diputados.
En cuanto a la eliminación de la tasa cero a alimentos y medicinas, el documento indica que una medida regresiva de ese tipo afectaría la canasta de consumo de la población más pobre, la cual destina casi 50 centavos de cada peso a productos de esta naturaleza. El impacto entre los pobres sería tres veces mayor al que surtiría en las familias con mayores ingresos, advierte.
El documento de 40 páginas, elaborado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas del órgano legislativo, explica que la aplicación de 15 por ciento de IVA a alimentos y medicinas generaría una recaudación efectiva de cerca de 121 mil millones de pesos, equivalentes a 2 por ciento del producto interno bruto (PIB).
"Esta medida, sin embargo, contiene un grado importante de regresividad, toda vez que el impacto más desfavorable recaería sobre los estratos de la población de menores ingresos", precisa el análisis.
El estudio, titulado Elementos de apoyo para el análisis de propuestas de reforma al IVA, encargado por los órganos de dirección de la Cámara de Diputados, analiza la naturaleza y la base de dicho impuesto, así como la estructura del gasto en México, las tendencias de la recaudación y distintos escenarios de su aplicación a alimentos y medicinas, entre ellos el de 15 por ciento que contiene la propuesta de reforma fiscal del Ejecutivo.
Además, presenta una gráfica comparativa del IVA a escala internacional, en la cual se muestra que México tiene una tasa superior al promedio de los pa íses de América Latina, superada sólo por Argentina, con 21 por ciento, y por Chile y Perú, con 18 por ciento.
Posteriormente entra al detalle de la estructura del gasto de las familias, que comprende ocho rubros: alimentos y bebidas consumidos dentro y fuera del hogar, y tabaco; vestido y calzado; vivienda, servicios de conservación, energía eléctrica y combustibles; artículos y servicios de limpieza y cuidados de la casa; enseres domésticos, muebles, cristalería, utensilios do-mésticos y blancos; cuidados médicos y conservación de la salud; transporte, adquisición, mantenimiento y accesorios para vehículos y comunicaciones; servicios y artículos de educación y esparcimiento, paquetes turísticos y para fiestas, hospedaje y alojamiento, y artículos y servicios para el cuidado personal, accesorios y efectos personales.
En términos generales, las familias mexicanas destinan 33.8 de sus ingresos a alimentos y bebidas; 16.6 por ciento a transporte, adquisición, mantenimiento y accesorios para vehículos y comunicaciones, y 13.6 por ciento a servicios educativos y esparcimiento.
Lo absoluto y lo relativo
Según los estudios de gasto por estratos económicos, las familias más pobres del país destinan cerca de 50 por ciento de su gasto a productos que actualmente tienen la tasa cero de IVA.
"Por el contrario, las familias de más altos ingresos destinan la mayor parte de su gasto a bienes y servicios sujetos al pago de la tasa general (de 15 por ciento) y exentos. De hecho, el subsidio implícito del IVA es relativamente alto en el sector de mayores ingresos, porque en términos absolutos gastan, comparativamente, mucho más en alimentos, medicinas, periódicos, libros, escuelas privadas y servicios de salud, que la población de menores recursos", aclara.
En el escenario de la aplicación del IVA a alimentos y medicinas, explica, las familias gastan en promedio 28 centavos de cada peso en estos productos, principalmente cereales, carnes, pescados, mariscos, leche y derivados, huevos, aceites y grasas, tubérculos, verduras, legumbres, leguminosas y semillas, frutas, azúcar y mieles, café, té y chocolate, especias, aderezos y medicinas.
El análisis de la estructura de la canasta del consumo familiar arroja que las familias más pobres del país gastan casi 50 centavos de cada peso en alimentos y medicinas. El gasto en estos productos disminuye en la medida que los ingresos de las familias son más altos, aclara.
"En tal sentido, de la recaudación efectiva que puede esperarse por 120 mil 962 millones de pesos, los estratos de la población de mayores ingresos serían los principales contribuyentes, toda vez que aportarían en conjunto cerca de la mitad de la recaudación del IVA (44.7 por ciento).
"No obstante, el impacto de esta medida entre los estratos de la población sería más sensible en las familias más pobres, pues el pago del IVA en alimentos y medicinas sería tres veces mayor que en los estratos de más altos ingresos.
"En suma, si bien los estratos de la población de más altos ingresos aportarían la mayor cantidad de la recaudación estimada, el impacto de esta medida sería desfavorable en los estratos de la población de menores ingresos, mismos que deberían ajustar su gasto total en 4.4 por ciento en términos efectivos, frente a 1.3 por ciento de los estratos más ricos", argumenta el documento.
Respecto del análisis de las tendencias en la recaudación del gravamen, el texto menciona que la eficiencia recaudatoria ha sido más alta en las épocas en que la tasa ha sido menor. Por ejemplo, con la tasa de 10 por ciento la eficiencia resultaba más alta y representaba 0.26 del producto interno bruto, contra 0.21 del 15 por ciento.
El ejercicio pone de manifiesto que los incrementos de la tasa general del IVA tienen un efecto proporcionalmente menor sobre los niveles de recaudación. De manera más gráfica, señala que de cada peso que el gobierno debería recaudar por concepto de dicho gravamen, únicamente se allega 59 centavos.
"Al considerar la estimación de recaudación para el 2001 y compararla con la recaudación teórica potencial, se obtiene una eficiencia de recaudación del 59.3 por ciento, superior en tres puntos porcentuales al promedio registrado en los últimos cinco años."
Revisión integral
A manera de consideraciones finales, comenta que el sistema fiscal mexicano afronta una debilidad estructural para generar los recursos suficientes que permitan el ejercicio del gasto social. En efecto, el IVA es una fuente potencial importante, pero es necesario revisar en su totalidad el sistema tributario.
"Ciertamente, las tendencias muestran que se debe avanzar en la reducción de tratos preferentes dentro del sistema fiscal, pues ello contribuiría a hacerlo más eficiente y equitativo. Sin embargo, cualquier propuesta de reforma a las tasas impositivas deberá darse a la luz de una evaluación objetiva de su impacto social, toda vez que por las características de los impuestos al consumo, generalmente se vuelven regresivos y afectan a los estratos de menores recursos", asegura el estudio de la Cámara de Diputados.