Empresas trasnacionales acechan el mercado nacional de gas LP, afirman distribuidores
Ť Hay contradicción entre apertura y el control de precios, asegura Francisco Hernández
HUMBERTO ORTIZ MORENO
Con las trasnacionales "como zopilotes dando vueltas" para caer sobre el negocio de distribución y venta de gas LP, los empresarios mexicanos anuncian que no invertirán más en nuevos proyectos por la reducción de 30 por ciento en su margen de comercialización a partir del precio controlado por el gobierno federal.
Así, las compañías como Shell, Gas de France, Repsol, British Petroleum, entre otras, tienen hoy en la administración foxista inmejorables oportunidades de incursionar en el mercado mexicano con mayores posibilidades de éxito, gracias a su enorme capacidad financiera. Sólo faltaría clarificar las reglas del juego, es decir, modificar la Ley de Inversión Extranjera y esto ya está en análisis en la Secretaría de Energía.
Prestos a hacer frente en desigual posición al capital foráneo, "que no nos asusta porque conocemos mejor el mercado", los distribuidores de México advierten que hoy más que nunca los
rumores son muy fuertes en círculos oficiales.
Sin embargo, "la experiencia nos dice que en cuanto hay apertura de mercado para la distribución al público consumidor, las grandes trasnacionales tienen capacidad para invertir tales cantidades de dinero que prácticamente llegan a controlar esos mercados. La última experiencia que tenemos es la argentina, donde había alrededor de 80 empresas y en este momento, tras la entrada de extranjeros, tan sólo quedan cinco", expone Francisco Hernández, presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Gas LP (ANDGLP).
Lo único que detiene el flujo de inversiones extranjeras es el precio controlado, precisó, y la legislación vigente, porque año con año están aquí para preguntar qué avances hay en la apertura al capital foráneo.
Hernández expresó que desde hace muchos años se habla de la apertura completa al capital extranjero en la distribución del gas LP, tanto en la venta de primera mano como en la comercialización. "Desde 1995, tenemos año con año la visita en México de gente de Shell, Gas de France, de Repsol, de British Petroleum y otras empresas que vienen a preguntar si hay apertura y qué avance hay en ese sentido...
"Cuando les decimos que no se ha abierto, se van. Pero al año siguiente vuelven a investigar cuál es el porcentaje de apertura. En las asociaciones hemos comentado que están como zopilotes dando vueltas sobre nuestra República, esperando el momento propicio para caer en la distribución..."
-¿Tienen temor de que los absorban?
-Sí... si entendemos como absorción la capacidad de coinvertir en una empresa y después de un aumento de capital dominarla, tienen toda la capacidad de hacerlo. No nos conviene, desde luego, porque sería poner en grave riesgo la subsistencia de los inversionistas mexicanos en la distribución del gas LP en la República.
Sentimos que todavía no está puesta la mesa, porque no se ha abierto el mercado. La Ley de Inversión Extranjera nos protege todavía, pero cada vez hay más rumores y algunos legisladores incluso han solicitado la apertura al capital extranjero. Es una decisión que no está en nuestras manos. La enfrentamos a través de tener plantas cada vez mejores y poder competir a primer nivel. Pero la desventaja frente a ellos es muy grande en cuanto a capacidad económica.
No hay capacidad para enfrentar el poderío extranjero
A juicio del dirigente de la ANDGLP, la decisión podría tomarse en cualquier momento "o pudiera no llegar nunca, pero lo cierto es que nunca estaremos preparados para enfrentar su poderío financiero".
-Con su actual margen de utilidades, ¿cómo les ha impactado?
-Nos impacta severamente en planes de crecimiento. Yo pregunto, ¿a qué inversionista le puede resultar atractivo que le digan te invito a invertir en un negocio donde hay precio oficial controlado y le acabamos de reducir su margen de operación en 30 por ciento? Será difícil que crezcan las inversiones. Estamos seguros que se van a detener los nuevos proyectos en plantas.
Sostuvo que es una gran contradicción controlar cotizaciones y pensar en atraer capitales foráneos, y "la respuesta no puede ser favorable, porque el mensaje que se está enviando es contrario a la apertura" que promueve el gobierno federal.
Con todo y la incongruencia oficial, insiste Francisco Hernández, sigue latente el riesgo de que las transnacionales caigan sobre el mercado mexicano de gas Licuado de Petróelo, "como verdaderos zopilotes..."
-¿En cuánto tiempo piensan que podría darse esta apertura y que ustedes pudieran estar mejor parados en el mercado para competir en situación equitativa?
-Tenemos cuando menos siete años de escuchar que va a darse. Por lo tanto, pudiera darse en cualquier momento o pudiera no llegar nunca. En relación al servicio sentimos que estamos preparados para competir con inversionistas extranjeros. A lo que nunca vamos a estar preparados es para competir con las cantidades de dinero que trae ese tipo de compañías.
México es el cuarto mercado más grande de gas natural, también el más atractivo y de mayor crecimiento del mundo, con casi 80 millones de consumidores y alrededor de 6 por ciento de incremento anual en la compra-venta del producto. La industria mantiene 60 mil plazas de trabajo directas.
De ahí el interés de las transnacionales por traer al país sus cuantiosos capitales para encargarse de la venta y distribución del combustible, en una primera etapa y después, de darse las reformas legales correspondientes que ya están en análisis por el gobierno federal, incluso invertir en la exploración y extracción de un producto del cual hoy se queman millones de metros cúbicos en los pozos petroleros, dado que no se cuenta con la capacidad para aprovecharlo.
Actualmente las compañías ditribuidoras nacionales compran 28 mil toneladas de gas LP diarias a Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que representa ingresos por más de 12 millones de dólares al día para la paraestatal, revelan estadísticas de la Asociación Nacional de Distribuidores de Gas LP (ANDGLP) y la Secretaría de Energía.
Controlan el mercado 400 empresas distribuidoras del combustible autorizadas en el país, que manejan 980 plantas diseminadas en todo el territorio nacional, la mayoría de ellas, o sea 533, con capacidad menor o igual a 250 mil litros.
Del tipo "B", aquellas con capacidad de hasta 500 mil litros, existen 214 en la República; 168 del tipo "C", con volumen de un millón de litros, y las "D", de más de un millón de litros, apenas hay 64.
De 1995 a la fecha el crecimiento de plantas de gas LP en México se ha duplicado, pues en aquel entonces solamente había 580. Dos mil tractocamiones con semiremolques transportan el combustible de las diferentes terminales de Pemex a las plantas de almacenamiento, mientras que 18 mil vehículos suministran diariamente 800 mil cilindros portátiles y 6 mil autotanques realizan 200 mil servicios diarios a tanques estacionarios.
Con toda esta estructura, los distribuidores nacionales pretenden competir con las transnacionales que, cada año y hoy más que nunca, vienen por todo el negocio que significa abastecer gas a 82 por ciento de la población nacional, o sea casi 80 millones de personas que viven en 19 millones de hogares.