DOMINGO Ť 15 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Expectación por el barco con 250 menores a bordo

Preocupa a gobiernos africanos y a la ONU la seguridad de niños esclavos

AP Y AFP

Cotonou, 14 de abril. Gobiernos africanos y funcionarios de Naciones Unidas expresaron este sábado su preocupación por la seguridad y salud de cientos de niños africanos, supuestos esclavos, que han permanecido semanas en una pequeña embarcación a la que se le ha impedido atracar en dos puertos de países de Africa.

El barco MV Etireno, registrado en Nigeria, habría zarpado de manera clandestina de Cotonou, la capital comercial de Benin, hace unas tres semanas y a bordo viajan entre cien y 250 menores, la mayoría de es-te país y de Togo, de acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Protección de la Infancia (UNICEF).

Funcionarios del gobierno de Benin in-formaron que tuvieron noticias de la em-barcación solamente hasta el miércoles pa-sado, cuando oficiales del puerto de Duala, en Camerún, no admitieron que el barco atracara en ese puerto porque sospechaban de que era un caso de tráfico de niños.

Autoridades de Libreville, Gabón, habían previamente rechazado el barco por la mis-ma razón.

Nicolas, Pron, director de la UNICEF en Benin, dijo que el organismo está preocupado por la salud, nutrición y bienestar si-cológico de esos niños, toda vez que esta-rían viajando en condiciones insalubres.

Aunque el bote recargó combustible antes de partir el pasado jueves de aguas camerunesas hacia Benin, las autoridades de este país ignoran cuánto les durará, pero esperan su arribo en Cotonou.

El tráfico de niños sigue siendo un grave problema en el oeste y centro de Africa. De acuerdo con trabajadores de ayuda humanitaria, los países extremadamente pobres co-mo Mali, Benin y Togo venden a sus niños a traficantes por unos 14 dólares.

Los niños varones son frecuentemente revendidos a plantaciones de cacao o algodón hasta por unos 340 dólares en países como Gabón y Costa de Marfil, mientras que la mujeres suelen terminar como trabajadoras domésticas.

Ante estos hechos, el ministro de Comunicaciones de Benin, Gastou Zossou, prometió perseguir a los responsables, no obstante que el gobierno sigue negando que a bordo del barco haya niños y admite sólo que en él viajan trabajadores clandestinos.