DOMINGO Ť 15 Ť ABRIL Ť 2001
Ť El bloqueo estadunidense afecta los avances de investigadores de La Habana
La vacuna contra el sida tardará aún de 5 a 7 años, prevé científico cubano
Ť Carlos Duarte, del Centro de Ingeniería Genética y Biología, explica que buscan un medicamento preventivo y otro terapéutico Ť Turismo, principal foco de infección en la isla
MONICA MATEOS-VEGA
Es poco serio que los científicos hagan predicciones, en particular sobre el proyecto para elaborar una vacuna contra el sida, tarea "muy complicada y rodeada de incertidumbres". No obstante, Carlos Duarte, jefe del departamento de investigación sobre sida del Centro de Ingeniería Genética y Biología de Cuba, agrega a este comentario: "dentro de cinco o siete años podríamos tener una vacuna; creo que hablar de ese tiempo es prudente, aunque no se trata de una afirmación categórica."
De visita en México para participar en el Congreso Internacional Identidad, Patria y Educación en América Latina, que se efectuó con el auspicio de la Universidad Autónoma Metropolitana a finales de febrero, el investigador cubano señaló que el bloqueo estadunidense afecta la investigación científica en la isla y dificulta el acceso a los diferentes reactivos, compuestos químicos y equipo que se requieren en los laboratorios.
"Muchas veces tenemos que adquirir estos insumos a terceros países, lo cual incrementa hasta el triple los precios y nos reduce la capacidad adquisitiva, además de la demora que ello implica. Otro aspecto grave del bloqueo es la incapacidad de establecer contactos de trabajo más efectivos con laboratorios estadunidenses, que son los que están a la cabeza de la investigación biomédica para combatir el sida."
Duarte señaló que los investigadores cubanos trabajan en torno a diferentes vacunas contra el sida: "las primeras se comenzaron a realizar hace 8 años y están basadas en anticuerpos neutralizantes. En los últimos años, no obstante, hemos descubierto que quizá estos anticuerpos no sirven para combatir el VIH, pues los anticuerpos están dirigidos contra regiones del virus que son muy variables y es posible que protejan contra determinada cepa del VIH, pero no contra todas.
"El VIH tiene una asombrosa capacidad de adaptación; se trata de un organismo que si se enfrenta ante determinados anticuerpos produce una selección de esa variabilidad, es decir, si se controla una cepa determinada, crecen las otras. No sabemos hasta qué punto esta vacuna de anticuerpos neutralizantes puede proteger contra varias cepas. Se piensa que no será tan amplia la protección de esta primera vacuna o de otras similares que se han desarrollado en otros países. Hay una que se prueba en EU y en Tailandia. Estos ensayos son importantes, porque nos dirán qué tanto puede proteger una vacuna de anticuerpos neutralizantes.
"Hay otra vacuna, en la que se está trabajando, que busca producir otro tipo de respuesta inmune, dirigida tanto a las proteínas externas como a las proteínas internas del VIH, que varían menos. Pero no tenemos un buen modelo animal para probar esta vacuna. El próximo año vamos a hacer pruebas en humanos, dirigidas en dos direcciones: queremos una vacuna preventiva, ese es el principal objetivo, pues lo que más se necesita a nivel global es controlar la expansión de la pandemia, principalmente en Africa y Asia donde está tomando proporciones catastróficas.
"También tenemos la posibilidad de emplear la vacuna en personas que están recibiendo terapia antiviral, con el fin de reforzar su sistema inmune para que cuando se le retire la terapia, su sistema inmune pueda defenderse mejor del VIH; además se ahorrarían de 10 mil a 12 mil dólares que cuesta cada tratamiento antiviral. Nuestra máxima aspiración es que una combinación de terapia antiviral y vacuna erradique el VIH y que este tratamiento sea accesible a todo el mundo, pues actualmente sólo 10 por ciento de los pacientes con sida tienen acceso a la triterapia. Necesitamos urgentemente que bajen los costos."
Carlos Duarte explicó que en Cuba el diagnóstico de sida se realiza con reactivos de producción propia, lo que hace que los precios sean bajos. En la isla, desde 1986, se tomaron medidas estrictas para combatir la propagación de la enfermedad, por ejemplo, se prohibió la importación de sangre. También se emprendió un programa de atención médica que brinda la opción al enfermo de sida de recluirse en un hospital para recibir los tratamientos necesarios que le garantizan una vida digna.
El riesgo como foco de infección, empero, sigue siendo el turismo extranjero, pues sucede que "los mensajes educativos en determinadas esferas sociales no llegan con suficiente fuerza. Debemos seguir trabajando en eso", concluyó Duarte.
(El Centro de Ingeniería Genética de Biotecnología de Cuba recibe correspondencia en la siguiente dirección: P.O. Box 6162, 10600, La Habana, Cuba.)