DOMINGO Ť 15 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Doce trabajos de Carrasquilla se exponen en The Gallery

Afectividad infantil, tema de la muestra Paraísos fragmentados

Ť Las obras buscan los nexos emocionales del ser humano con el medio ambiente, explica la pintora colombiana

MERRY MAC MASTERS

 "Cómo somos afectivamente" es el tema preponderante en la pintura de la colombiana María Fernanda Carrasquilla (Santafé de Bogotá, 1964). Si antes partía de los vínculos emocionales y afectivos de la mujer, cómo se percibe y se relaciona con el entorno, el trabajo, la nenecasa, lo imaginario y lo sicológico, nunca se había acercado a la infancia, que además es una temática poco explorada o vista de manera simplista y con prejuicio.

Carrasquilla describe su exposición Paraísos fragmentados, de 12 óleos, que se exhibe hasta el 20 de abril en The Gallery (Galileo 37, Polanco), como un viaje por diferentes etapas de la vida tratando de buscar los nexos emocionales y afectivos que empezamos a establecer con el medio ambiente. Y que, además, con el transcurrir del tiempo permanecen y se vuelven símbolos o, como dice el título, paraísos fragmentados identificables con diferentes etapas de la vida. Como vivimos en una sociedad fragmentada, apunta, eso implica una identidad igual.

Según la artista radicada en México, una vez superados los prejuicios arriba mencionados, el espectador está en posibilidades de reconocer "esa fuente primaria de donde venimos todos", y mediante los símbolos, "retroceder" en el tiempo y entender que la temática no sólo responde a lo que somos, sino a las identidades que van a aparecer. El cuadro Recuerda el futuro (2001), en donde un infante, con la mano levantado, se asoma por una ventana en la pintura, parece decir, "lo que me des hoy, así será el día de mañana". Una parte de la exposición cuestiona los derechos emocionales infantiles, en el sentido de qué es lo se que necesita para que un individuo crezca con una "identidad integral".

Respecto de su búsqueda plástica, Carrasquilla dice que en la presente muestra sus fondos han cambiado mucho, pues se volvieron muchos más gestuales, abstractos, matéricos y depurados; son fondos emocionales, dice, en donde "conviven los diferentes símbolos o protagonistas", que no sólo son bebés, también mujeres o animales. Pero "busco que sean abstracto emocionales para que puedan vivir libremente sin ninguna otra referencia o interferencia, que los ubique en un espacio o tiempo determinado o que les dé más información". Un cierto sentir surrealista aparece en la medida de la contradicción que hay entre fondo y figura, porque éstas "no ocupan un espacio reconocible dentro del ámbito que están pintados".

Por lo pronto Carrasquilla seguirá explorando la presente temática que juzga importante en la actualidad, en donde se impone un sistema de vida rápido, complicado y ecléctico, al grado que "nuestra parte afectiva queda bloqueada".