DOMINGO Ť 15 Ť ABRIL Ť 2001

Ť La autocrítica es el límite que debemos imponernos, dice

El comediante nunca abusa del albur, pero hay que saber decirlo: Inclán

LUIS HUMBERTO GONZALEZ

"La autocrítica es el límite que se debe imponer el comediante", dice en entrevista el actor cómico Rafael Inclán, quien ha participado en más de veinte películas de comedia mexicana y ficheras, así como en varias obras cómicas, y programas de humor. Señala que los albures "hay que saber decirlos en su momento", que los buenos papeles que interpreta un actor "llegan solos, pero también hay que buscarlos".

Inclán apenas se está recuperando de una operación en el corazón y acaba de interpretar a un personaje con tres personalidades en la telenovela Amigas y Rivales.

Lo que hace Ortiz de Pinedo o Adal no es nuevo

"En este momento la televisión tiene una excelente apertura para la comedia, eso es bueno, pero La Escuelita de Ortíz de Pinedo, los monólogos de Adal, o los sketchs con los personajes de Trujillo, ya se hacían en el teatro de revista. Cada uno tiene su estilo. Ahora la televisión rafael inclan utiliza estos momentos cómicos, porque es el medio más fuerte de penetración, y porque casi no hay teatro de revista".

-¿Cómo se descubre un actor cómico?

-En este negocio, primero hay que salir a los empresarios. Cuando los empresarios conocen tu talento, te imponen ante el público.

-¿Qué obras de teatro y qué películas te han marcado?

-Hace muchos años hice El Avaro, de Moliere, ojalá se reponga; en el 67 salí con la obra de teatro Las Golfas, fue de las obras que me marcaron, y por primera vez salía, no a la fama, sino a los empresarios. Hay muchas obras: Los Pepenadores, La Pulquería, que ya la adaptaron otros actores en el teatro Blanquita. Ninguna obra es de nadie. La cuestión es que gustes a la gente y a los productores.

-¿No se te hace que en algunos momentos se abusa del albur y del doble sentido sin sentido?

-Nunca se abusa del albur. Lo que el comediante debe buscar es saber decir el albur, ubicarlo en su contexto. En el teatro se necesitan dos albureros.

Comenta: "El límite es la autocrítica para no caer en lo que podemos caer todos. Por ejemplo, en este momento de apertura que hay en la televisión, cada comediante debe tener su medida, porque si no, actúa desfasado".

-¿El actor cómico espera a que le llegue un buen papel?

-Las historias y los buenos papeles que interpretamos llegan solos, pero también hay que buscarlos.

El humor y la risa son necesarios para vivir

Inclán trabaja actualmente en la telenovela de Emilio Larrosa Amigas y Rivales, donde interpreta a un personaje que trabaja en una estética gay para llevarle de comer a su familia. "Este personaje tiene tres personalidades, y es muy interesante, porque te da un abanico de interpretaciones, guste o no".

Dice: ''Hay que abrirle la puerta al humor. La disposición humorística ante la vida es necesaria. El humor y la risa son necesarios para respirar, para caminar, para vivir, pero no sólo para los cómicos, sino para todo ser humano".

Habla de su salud ya que hace poco sufrió un intervención quirúrgica.

"Fue una operación a corazón abierto de las más aparatosas que existen. No sé si estoy recuperado totalmente. El riesgo siempre existe, pero me cuido y mantengo un régimen alimenticio que no me perjudique, y trabajo leve".

Da un consejo a los actores cómicos que empiezan:"Que primero oigan que la gente en vivo se ría. Ya que se rieron, entonces adelante, ya pueden llevar su show a cualquier parte".

Rafael Inclán también regresó al teatro. ''Regresamos con la obra Quiero pero no puedo, que es una comedia muy simpática que trata de los problemas de vivienda que tiene una ciudad como esta. Estamos en el teatro Insurgentes".