lunes Ť 16 Ť abril Ť 2001
Iván Restrepo
Falta el agua y aumenta la temperatura
La mitad de los 25 acuíferos subterráneos localizados en Coahuila se encuentran sobrexplotados, según Osvaldo Rodríguez, gerente estatal de la Comisión Nacional del Agua. Se ubican, fundamentalmente, en el sureste de la entidad, donde la situación es crítica no sólo por la sobrexplotación de los pozos, sino porque en la red de distribución se pierde más de la mitad del líquido debido a fugas y evaporación. El funcionario agregó que Saltillo, capital del estado, ocupa uno de los primeros lugares nacionales en cuanto a baja eficiencia en recuperación y disposición de agua, así como en el cobro por hacerla llegar a los usuarios.
El presidente municipal de Santa Cruz Xoxocotlán, zona conurbada de Oaxaxa, José Luis Aquino, es requerido por la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso de Oaxaca involucrado en desvío de fondos públicos. Su administración es calificada como una de las más corruptas que ha tenido la mencionada población. Entre otras irregularidades, a Aquino se le acusa de informar que construyó una planta tratadora de aguas residuales fantasma que costó 4 millones de pesos. El edil asegura que la unidad beneficia a 134 mil habitantes; no obstante, esa misma obra la reportó como concluida el gobernador de Oaxaca en su segundo informe de labores.
La ciudad de Oaxaca y su área conurbada cada vez tienen mayores problemas por la carencia de agua potable. Vamos a otra parte del país, a la que no le va mejor.
Los ríos Tuxpan, Tecolutla, Nautla, Misantla, Colipa, Actopan, Antigua, Jamapa-Cotaxtla y Cazones son de enorme importancia para el estado de Veracruz. Sin embargo, sufren una elevada contaminación proveniente de ciudades que los han convertido en el destino final de sus aguas negras.
Entre ellas destacan Xalapa, Poza Rica, Veracruz, Tuxpan, Boca del Río y Huachinango. Según estudio realizado por un grupo que busca sanear dichas cuencas, apenas 12 por ciento de las aguas residuales provenientes de esas ciudades y de la industria reciben tratamiento a través de más de 100 plantas que trabajan con diverso grado de eficiencia.
En Chiapas, por ejemplo, no funciona ninguna de las 13 plantas de tratamiento de aguas negras que existen en el estado. Así lo informó Mario Bustamante, director de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento. Ello se debe a la falta de mantenimiento; y el problema es grave porque las aguas negras de las ciudades, de algunas industrias y de la agricultura (en la que se aplican agroquímicos peligrosos para la salud pública y el ambiente) van a parar a los ríos y a la zona costera, donde causan severos daños a la fauna y a la flora. Igual ocurre con algunos mantos freáticos de la entidad.
En promedio, cada año los acuíferos del estado de Querétaro sufren un abatimiento de hasta diez metros. Esto se debe tanto a la escasa precipitación pluvial que se registra en la entidad como al enorme desperdicio de agua. Según Ivonne Vandempereboom, responsable del Partido Verde en Querétaro, cuatro de las nueve fuentes subterráneas de agua están sobrexplotadas, siendo la de San Juan del Río la que registra mayores desequilibrios. Agregó que al mal uso por parte de la agricultura, la industria y las ciudades, se suma el bajo porcentaje de tratamiento que reciben las aguas residuales, que en su mayoría van a parar a los ríos que cruzan la entidad.
Antes de pasar por el proceso de potabilización, 40 por ciento del agua que se consume en el Distrito Federal es de mala calidad para consumo humano y puede ocasionar enfermedades gastrointestinales y entéricas, según Enrique Cifuentes, especialista que ha estudiado durante varios años la calidad del líquido en el Valle de México, y agregó que una buena parte de la contaminación se asocia a la falta de limpieza en tinacos y cisternas.
Como ilustran los ejemplos anteriores, la sobrexplotación, uso irracional y contaminación del agua son la constante en todo el país. Los desajustes que esto ocasiona entre la población y en las actividades económicas se dejarán sentir con mayor intensidad en los próximos días, cuando el calor sea todavía mayor. Es un problema que bien conocen las autoridades y prometen resolver. Sin embargo, no aparecen aún las tantas veces anunciadas acciones para evitar lo peor.