LUNES Ť 16 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Equivale a 75% de la inversión que hacen los países ricos, afirma Oscar Arias

En América Latina, más gasto militar que en salud

Ť El Nobel propuso condicionar créditos del BID a la transparencia de los presupuestos

ANTONIO CASTELLANOS

A pesar de no enfrentar riesgos serios de un conflicto armado, los países de América Latina dedican al gasto militar el equivalente a 75 por ciento de la inversión que los países más desarrollados destinan a ese renglón. Ante tal panorama, Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, en una reunión auspiciada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), propuso que los créditos de esa institución sean condicionados a la transparencia en el manejo de los presupuestos militares.

Mejor aún, recalcó, deberían ser condicionados a la transferencia de una parte de los recursos dedicados a la infraestructura militar, a los presupuestos de educación y salud, porque América Latina es la región del mundo en la que el abismo que separa a los ricos y pobres es más grande y más difícil de superar. En muchos de nuestros países, puntualizó, esta brecha aumenta día a día, en buena parte porque ''estamos privando a la juventud de las oportunidades educativas que le permitirían una vida más digna''.

Si los gobiernos pretenden instaurar el tipo de justicia social requerido para reducir la pobreza y la desigualdad, deben comenzar por educar al pueblo y por cuidar su salud. Cuando los presupuestos militares son desmesuradamente elevados en relación con los presupuestos de salud -como el caso en muchos de nuestros países-, a los pobres se les roba la oportunidad de tener una vida sana. Ahí, subrayó Arias, donde las escuelas son, para el gobierno, menos prioritarias que los cuarteles, a los niños se les está empobreciendo su futuro.

Según el premio Nobel de la Paz, quien habló dentro del programa del BID Cátedras Siglo XXI, tanto para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, como para el BID, es cada día mayor la importancia de reducir la pobreza y la desigualdad. Pero no se avanza mucho en ese sentido, porque mientras América Latina invierte en salud la mitad de lo que invierten los países más desarrollados, su gasto militar equivale a 75 por ciento del que hacen esos mismos países.

De acuerdo con el planteamiento de Arias, en los presupuestos de gastos de muchos gobiernos, que debieran ser los mejores indicadores de las prioridades del Estado, hay renglones muy importantes que se manejan prácticamente bajo secreto, que es una forma de corrupción, aun cuando no se utilice para ocultar el enriquecimiento ilícito de los gobernantes.

Es corrupta, insistió, la actitud de los líderes que se arrogan el abusivo poder de mantener al pueblo en la oscuridad con respecto al destino de los recursos del Estado. Esta falta de transparencia es un atentado contra la democracia, tan letal como la apropiación indebida de los dineros públicos y quizás más letal todavía, porque la falta de transparencia es un fenómeno sistemático y no individual.

Frente a este escenario, concluyó, es necesario analizar la posibilidad de que los créditos del BID sean condicionados a la transparencia en el manejo de los presupuestos militares. Tal condicionamiento será congruente tanto con los valores éticos de liderazgo como con los valores institucionales del banco. El mundo, enfatizó, no podrá cambiar sin una transformación de la conciencia humana y ésta sólo podrá darse si cada uno de nosotros asume ciertas obligaciones.