Ť Que el progreso llegue a todos por igual, pide durante la misa de resurrección
Llama el Papa a no ser esclavos de lo inevitable pues "la paz es posible"
Ť Millones celebran la Pascua en el mundo, entre rezos e invitaciones a la solidaridad
REUTERS, AP, AFP Y DPA
Ciudad del Vaticano, 15 de abril. Juan Pablo II instó a la humanidad a no aceptar lo inevitable, sino a alcanzar la paz y cerciorarse de que el progreso tecnológico llegue a todos por igual, con motivo de la celebración de la Pascua de Resurrección y su mensaje Urbi et Orbi.
Ante unas cien mil personas el Papa, que en mayo cumplirá 81 años, declaró que "a todos se nos ofrece el regalo de la paz de Cristo Resucitado, que rompe las cadenas de violencia y odio", y pidió redescubrir que "el mundo ya no es esclavo de lo inevitable. Este mundo nuestro puede cambiar: la paz es posible, incluso donde ha habido durante tanto tiempo batallas y muerte como en Tierra Santa y Jerusalén", además de los Balcanes, una región que, agregó, "dejó de estar condenada a una inquietante incertidumbre".
Sobre Africa, Karol Wojtyla dijo que el continente ha sido "atormentado por constantes conflictos amenazantes", pero es hora de "levantar la cabeza con confianza", mientras que Asia"puede ganar el desafío de la tolerancia y la solidaridad".
Juan Pablo II advirtió a América Latina "fuente de jóvenes promesas, que sólo en Cristo encontrarás capacidad y coraje por un desarrollo respetuoso de cada individuo", y oró porque la humanidad busque la construcción de un mundo "más humano".
En otra parte de su mensaje indicó que se necesita fortaleza "para vencer los poderes del mal y de la muerte, y poner toda la investigación y todos los progresos técnicos y sociales al servicio de un mejor futuro para todos".
A su llegada a la Plaza de San Pedro para la misa de Pascua, la número 23 de su pontificado y la primera del milenio, el Papa polaco estuvo a punto de caer en uno de los escalones, pero dos ayudantes lo sostuvieron, y en algunas partes de su discurso apareció visiblemente cansado y destacó el temblor de su mano izquierda, consecuencia del mal de Parkinson que, se cree, padece desde hace varios años.
Juan Pablo II, con atuendo beige y dorado, deseó felices pascuas en 61 idiomas, entre ellos hebreo, árabe, albano, serbio, macedonio e indonesio, en una plaza adornada con miles de flores y árboles.
El lunes Wojtyla viajará a su residencia de descanso de Castelgandolfo, en el sur de Italia, y tiene previsto realizar una visita a Siria, Grecia y Malta en las próximas semanas. En junio visitará Ucrania.
Ortodoxos y cristianos
En Rusia millones de ortodoxos celebraron la noche de Pascua, y en Moscú unos 120 mil fieles realizaron una procesión para celebrar la resurrección de Cristo. Los ortodoxos se unieron a los cristianos de congregaciones occidentales en las celebraciones, en lo que representa la primera vez en 11 años en que las dos tradiciones lo celebran el mismo día.
El Patriarcado de Moscú llamó a resolver los conflictos que han dividido a ambas iglesias durante siglos, mientras el patriarca Alexi II envió felicitaciones a Juan Pablo II y oró porque el presidente ruso, Vladimir Putin, "reciba la ayuda de Dios en la difícil tarea de servir al país y a su pueblo".
Putin declaró que "los siempre vigentes valores cristianos se han convertido en una parte inseparable de nuestra vida espiritual y cultural", durante la visita que realizó a la reconstruida catedral del Redentor, cerca del Kremlin.
En Turquía, miles de personas participaron en una procesión encabezada por el patriarca Bartolomé I, líder de los cristianos ortodoxos, y en Chipre el arzobispo Crisóstomo pidió "que la luz de la resurrección nos guíe a través de la oscuridad de los complots y la injusticia internacionales a nuestra resurrección y la liberación de nuestro país".
En Gran Bretaña, los líderes religiosos llamaron a enfrentar con valor la epidemia de la fiebre aftosa, mientras en Francia unos 5 mil deficientes mentales participaron en un peregrinaje a Lourdes y en la localidad de Blanquefort los habitantes festejaron la Pascua cocinando dos tortillas gigantes para 500 personas.
En Cuba, el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, encabezó las ceremonias por el fin de la Semana Santa, la cuarta que se realiza en la isla tras la visita de Juan Pablo II en 1998.
En otros asuntos el feriado de Semana Santa dejó un saldo de al menos 609 muertos en Centroamérica: en El Salvador las cifras son de 116 muertos de los cuales más de la mitad fueron asesinados con armas de fuego y otros 20 con arma blanca. Además hubo 24 víctimas mortales en varios accidentes de tránsito y 14 personas ahogadas.
En Guatemala el saldo fue de 110 muertos, 42 de ellos en incidentes violentos, mientras en Costa Rica fue de 38 muertos. En Honduras las cifras ascienden a 90 muertos en riñas y asaltos además de 27 ahogados y 16 muertos en accidentes de tránsito. Panamá y Nicaragua informaron de cuatro y 18 muertos, respectivamente.
En Venezuela se informó de 743 accidentes viales, con saldo de 47 muertos y 415 heridos, entre el miércoles y el sábado, lo que representa un aumento de 80.7 por ciento de personas fallecidas en comparación al mismo periodo vacacional en el año pasado.
En Bolivia las autoridades informaron que el feriado dejó al menos 17 muertos y 37 heridos en accidentes de auto, principalmente en la carretera que une a La Paz con los Yungas.