LUNES Ť 16 Ť ABRIL Ť 2001

Ť "Las medidas propuestas sólo les otorgan capacidad de sobrevivencia", afirma

Engañosa, la visión de que el IVA se devolverá a los más pobres, asegura Abelardo Carrillo

Ť "Mas allá de la postura del Presidente está la estabilidad del país", dice el cetemista

ELIZABETH VELASCO C.

Por mucho que se diga que el pago del impuesto al valor agregado (IVA) en medicinas y alimentos se devolvería a los más pobres ?incluso copeteado, vía subsidio del Progresa?, esa visión es "engañosa", ya que las familias en esa condición gastan arriba de 50 por ciento de su ingreso en bienes que tienen tasa cero, aseguró Abelardo Carrillo, secretario de Asuntos Económicos de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

"Desaparecer la tasa cero y aplicar el IVA a todo, indiscutiblemente tendrá una mayor incidencia en las familias de menores ingresos (alrededor de 25 millones de personas en extrema pobreza, según cifras oficiales), a las que después tendrá que explicárseles cómo se les regresará el IVA que paguen por aspirinas o un kilo de tortillas o unos bolillos".

El ex senador priísta sostuvo que el gobierno federal ha pretendido inducir en el ánimo de los legisladores y de la ciudadanía que la reforma hacendaria está llena de "bondades", pero "en realidad las medidas propuestas no se encaminan a impulsar mejores niveles de vida de los trabajadores, sino sólo les otorga capacidad de sobrevivencia".

Además, sostuvo que "no existe equidad" en la reforma fiscal en virtud de que prácticamente se propone gravar todo con el IVA: alimentos, medicinas, insumos, servicios del sector agropecuario, transportes públicos, servicios médicos, educación privada, renta de casas-habitación, periódicos, revistas, servicios de esparcimiento e incluso la entrada a museos, amén de los seguros de vida y de las actividades agrícolas.

Es decir, no sólo se afectaría los bolsillos de la población de menores recursos --de las cuales el Progresa sólo dirigiría el beneficio "compensatorio" a 5 millones de pobres-pobres--, sino que la clase media se convertiría en el "muro de contención" de las medidas tributarias propuestas por el Ejecutivo".

Carrillo comentó que, según cifras oficiales, el gasto medio mensual que realiza 10 por ciento de las familias más pobres equivale a sólo 2.01 por ciento del gasto total del país. En contraste, el consumo de 10 por ciento de la población más rica representa 29.58 por ciento del gasto total nacional, mientras el porcentaje restante lo cubren las clases media y media alta. "Sin ánimo catastrofista, bien vale advertir que el futuro económico a mediano y corto plazos de la clase media no es nada favorable", subrayó.

Más imposiciones

Además de esos impuestos comentó que también se plantea la aplicación de otros (denominados derechos ecológicos) por descarga de aguas, que estarían a cargo de los municipios; un tratamiento diferenciado en el impuesto sobre automóviles nuevos (ISAN) para vehículos "sucios" y "limpios", con "un intrincado proceso de evaluación de gases emitidos para aplicar el porcentaje del impuesto", entre otros.

En lo que se refiere a la reforma financiera, el cetemista refirió que la propuesta del Ejecutivo de fomentar el ahorro de largo plazo y el popular es prácticamente inviable, ya que "la capacidad de ahorro de la población se ha visto mermada en los últimos años, sobre todo porque los salarios de los trabajadores han registrado una fuerte pérdida a causa de que los incrementos siempre han sido inferiores a la inflación".

Carrillo enfatizó que aun cuando "el Presidente de la República dijo que estaba dispuesto a poner en riesgo su popularidad y capital político en busca de que el Congreso apruebe su paquete de iniciativas, "más allá de esa postura está la estabilidad del país, el equilibrio del grueso de la población mexicana, la productividad de la clase media.

"Para qué hacer apuestas, lo mejor es recomendar al Congreso de la Unión que analice y dictamine lo que considere de beneficio para el país, sin atender presiones o chantajes políticos", exhortó el cetemista.