LUNES Ť 16 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Herrerías amenazó con vetar a quienes torearan en los festejos del Caballo

Desaira la Asociación de Matadores al empresario de la Plaza Muerta

Ť El Zotoluco, Garibay y Jerónimo, entre los rebeldes Ť Sólo Mejía acató la prohibición

LUMBRERA CHICO

Después del sonado fracaso económico y "artístico" en que se tradujo la temporada menos chica 2000-2001, el mareado "capitán" de la empresa que regentea la Monumental Plaza Muerta (antes Plaza México), el inefable pero falible Rafael Herrerías Olea, intentó conseguir el apoyo de Televisa para dar las tradicionales corridas de la Feria del Caballo en Texcoco. Pero en esta ocasión se quedó con las ganas.

Las pérdidas --estimadas en más de mil millones de dólares-- que la mayor televisora de nuestro país ha sufrido en el índice Nasdaq de Nueva York ?la bolsa donde cotizan las principales firmas del mundo de las telecomunicaciones, que muestra una persistente toros-el gleasontendencia a la baja debido al fantasma de la recesión que se agiganta semana a semana en Estados Unidos?, obligaron a los estrategas financieros de Emilio Azcárraga Jean a decirle no a Herrerías.

De nada bastaron las gestiones que al respecto hizo Miguel Alemán Magnani ?hijo del actual gobernador de Veracruz y socio de Herrerías?, para que los dineros de Televisa respaldaran al "promotor" de la Plaza Muerta en su afán por administrar la larga borrachera anual de los taurófilos texcocanos.

Ante esto, Herrerías avisó a los miembros de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, a través de una emisión radiofónica, que todo aquel diestro que aceptara actuar en el serial de Texcoco sería "vetado" por tiempo indefinido para hacer el paseíllo en el coso de Insurgentes. La condena, trascendió, se hizo extensiva para los ganaderos

Qué susto, le respondieron

Prueba de que la "autoridad" patronal de Herrerías vale ya menos que la cáscara de un cacahuate, fue la desenfadada respuesta de los coletudos. Sin tomar en cuenta la ridícula amenaza del hombre que ha hundido en la miseria a la fiesta brava en la capital del país, las figuras que gozan de mayor simpatía entre los aficionados mexicanos firmaron sin titubeos los contratos que les ofreció la naciente empresa de Texcoco, a cargo de Marco Castilla.

El primero que dio el paso al frente fue Eulalio López El Zotoluco, quien el año pasado realizó una meritoria campaña en los más importantes ruedos ibéricos, aunque no pudo refrendar sus triunfos ?escasos, pero decisivos?, durante el serial de invierno en el coso de Mixcoac.

Animados por la actitud desafiante de El Zotoluco, hicieron lo propio los matadores Eloy Cavazos, Jorge Gutiérrez, Mariano Ramos, Ignacio Garibay, Jerónimo, Enrique Fraga, Rafael Ortega, Fernando Ochoa, José María Luévano, Miguel la Hoz, Alfredo Ríos El Conde, Guillermo González Chilolo, Miguel Espinosa Armillita Chico y el rejoneador Antonio Ortega, así como las ganaderías de Cerro Viejo y Barbachano Hermanos.

El único diestro que acató religiosamente las advertencias de Herrerías fue Manolo Mejía, otrora llamado "el maestrito", que tuvo en su momento la clase y las facultades necesarias para convertirse en un figurón de los ruedos, pero que por falta de carácter, disciplina y personalidad se fue reduciendo a su mínima expresión, hasta transformarse en lo que es hoy, un empleado más del enterrador de la Plaza Muerta.

Con toda la baraja taurina en plan de franca desobediencia a los dicterios del "amo", ahora falta ver si Herrerías cumplirá su amenaza cuando arme los carteles de la temporada menos chica 2001-2002. Si el fallido "mandón" de la plaza más grande del mundo se sostiene en su dicho y, si en efecto, prohíbe la actuación de la casina burocracia de matadores sin estrella que integran todo el elenco nacional de la fiesta, ¿con quiénes remplazará a los rebeldes?

 Si usted va por allí y se encuentra con alguien dispuesto a jugarse unos billetes confiado en que Herrerías no se echará para atrás, no lo dude y tome la apuesta. Ya verá que siempre, más temprano que tarde ?y ésta no será la excepción?, los habladores caen con más facilidad que los cojos.

Mañana, homenaje a Zermeño

Usted lo leyó en esta página hace ocho días, pero las andanzas de la Semana Santa lo hicieron quizá olvidar que mañana, a las ocho en punto de la noche, el Teatro de la Danza (a espaldas del Auditorio Nacional) será escenario de un merecido homenaje al bailarín Luis Zermeño, para el cual actuarán gratuitamente, cinco prestigiadas compañías, entre ellas el Ballet Independiente de Gladiola Orozco y Dramadanza de la recién premiada Rossana Filomarino. La entrada costará cien pesos y todo el monto de la recaudación será para el gran artista que por motivos de salud ha tenido que colgar las zapatillas.