MIERCOLES Ť 18 Ť ABRIL Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

EL PODER JUDICIAL de la Federación ha ido dando golpes importantes en la remodelación del cuerpo institucional mexicano.

UNA DE LAS vertientes de ese poder, la dedicada a los asuntos electorales, ha contenido (entre jaloneos, zigzagueos y concesiones entre las fuerzas partidistas) los excesos que pretendían cometer los caciques políticos de Yucatán y Tabasco en sus intenciones de mantenerse en el poder.

AYER, POR SU PARTE, la Suprema Corte de Justicia dio un paso notable en el desmantelamiento de la estructura corporativa que durante décadas condenó a la inmensa mayoría de los trabajadores mexicanos a la sumisión y la indignidad. Por unanimidad de votos, la segunda sala de la máxima corte judicial decidió amparar a trabajadores de la industria azucarera que habían sido despedidos de sus empleos mediante la aberrante cláusula de exclusión, con la que históricamente los corruptos líderes sindicales tradicionales han reprimido toda disidencia interna.

LA TAL CLAUSULA de exclusión está contenida en los contratos colectivos de trabajo que a manera de concesión o franquicia explotan los líderes cuyo paradigma es el millonario Leonardo Rodríguez Alcaine. Esa cláusula ha sido usada permanentemente para obligar a los trabajadores a mantenerse en determinado sindicato, pues en cuanto fuesen expulsados de él, o renunciaran voluntariamente, eran despedidos del empleo a petición del correspondiente líder sindical. Con esa pistola puesta en la sien de cada trabajador, el estilo cetemista (siempre bien aprendido por las demás centrales proletarias) aportó contingentes de acarreo para actos priístas, dio buen pretexto para el inflamiento de resultados electorales y construyó una perversa relación no sólo con los gobiernos del PRI y el propio partido tricolor, sino también, desde luego, con los patrones a los que se ha vendido, con cargo a la cuenta personal del líder corrupto, la paz laboral que ha permitido a la elite capitalista ganar más y más dinero.

EL CRITERIO JUDICIAL expresado ayer por los ministros de la segunda sala de la Suprema Corte habrá de confirmarse en cinco ocasiones para formar jurisprudencia y convertirse en ley. Por lo pronto, los trabajadores del ingenio azucarero El Potrero podrán consolidar el sindicato alterno al cetemista, por cuya causa habían sido despedidos. Ese ejemplo cundirá, a tal grado, que los imperios construidos a partir del monopolio sindical están en serio peligro.

UN GUIA MORAL de esos patrones está en estos días en medio del escándalo público a causa de la insólita aplicación que ha hecho del espíritu de la citada cláusula de exclusión. Carlos Abascal Carranza (quien ha sido líder formal de los patrones mexicanos, pero además mantiene sobre estos una ascendencia natural debido a su agudo corte conservador) ha logrado que la maestra de sus hijos sea despedida de su empleo por promover disidencias literarias, en este caso, al recomendar lecturas de obras de Carlos Fuentes y de Gabriel García Márquez.

GRAN ESCANDALO SE ha hecho, como es natural, de esa reconvención en la que actuó no sólo un padre de familia, sino un poderoso secretario del Trabajo del gabinete foxista. Pero de ninguna manera debe llamar a asombro. Ya antes, al enviar un discurso a las mujeres por la celebración de su día, Abascal Carranza había criticado su contaminación con lo masculino, al pretender desenvolverse en el mundo laboral propio del varón y no de seres del sexo contrario que, en todo caso, deberían estar dedicadas a ser el alma del hogar y la familia. No debe olvidarse que otros funcionarios más, y el propio presidente Fox, provienen de formaciones ideológicas y religiosas de extrema derecha, que por conveniencia electoral o política han ocultado y seguirán ocultando sus aristas más filosas.

UN BUEN EJEMPLO de intenciones encubiertas es el del impuesto a medicinas y alimentos que el presidente Fox pretende conseguir, y que, desde luego, nunca hubiera anunciado o defendido en campaña el candidato Fox, pues ello le hubiera obstaculizado o negado su llegada al poder.

AHORA, EL GUANAJUATENSE ha llegado al extremo de advertir a los mexicanos que seguirán viviendo en la mediocridad si no aprueban la reforma fiscal que él propone. El salto a la excelencia, que Fox pretendía fuese inmediato, se ha retardado, e incluso, ayer el diputado priísta Oscar Levín Coppel anunció que el tal reformón no se discutirá en este periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, sino hasta el siguiente, que será en septiembre, o en un extraordinario, en fecha próxima.

TANTOS DEVANEOS Y molestias entre legisladores y pueblo han llevado a Javier Prieto, otro líder patronal, quien es presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), a comparar a Fox con el Mesías, y a su nueva hacienda redistributiva con la propuesta de salvación que llevó al nazareno a la crucifixión. "Esta reforma fiscal que estamos viviendo -dijo Prieto- la podemos relacionar en cierta manera con el Mesías, ya que la comunidad estaba esperando a este personaje, pero cuando llegó no faltó quien lo criticó, condenó, crucificó, y después repartió sus vestiduras". Ahora, ejemplificó el líder de los industriales, con su cláusula de exclusión en la mano, los diputados se ponen a criticar la propuesta del Señor y, cuando la crucifiquen, se pondrán a repartirse los votos que de allí consigan.

EL MESIAS CONTEMPORANEO, por su parte, anduvo bastante movido ayer. Se reunió a desayunar con hombres de negocios de Canadá, país que visitará este fin de semana, en el marco de la Cumbre de las Américas, y luego siguió su cabildeo personal en favor del reformón fiscal.

FRENTE AL SALVADOR, que se llama Vicente, fue puesta la contraoferta de quien aspira también a ser Salvador, pero se llama Andrés Manuel. El jefe del Gobierno capitalino le recetó al Presidente una propuesta de ahorros y justicia social que desde luego es absolutamente inaceptable para el guanajuatense. Sin embargo, López Obrador, en un gesto de caballero armado, le ofreció a Fox romper lanzas en su favor si toma como suya la fórmula con la que se guisa el pejelagarto en la ciudad de México. En caso contrario, con sinceridad, dijo, estará en pie de guerra, con la gente, para evitar que se dañe la economía de los más necesitados.

LARGA FILA VAN formando, en todo caso, esos necesitados. Uno de ellos, el más reciente, es Roberto Cánovas, el hombre que fungió como director del aeropuerto capitalino y quien fue dado de baja después del escandaloso caso de irresponsabilidad que se vivió en vísperas de Semana Santa, cuando la reparación rutinaria de una pista motivó retrasos costosos y molestísimos en las operaciones aéreas. Otros despedidos serán los empleados del sistema informativo Eco, de Televisa, que desaparecerá. En Televisión Azteca, a su vez, la mala y oficialista cobertura de la marcha indígena, en especial de su llegada a la ciudad de México, motivó despidos que han llevado a José Ramón Fernández a ocupar la dirección noticiosa de ese canal. Si José Ramón logra imprimir al manejo informativo de esa empresa una parte del empuje, la claridad y el conocimiento con que ha ejercido el cronismo deportivo a lo largo de casi tres décadas, habrá un importante giro en el canal del Ajusco.

Y HASTA AQUI llega esta columna, antes que el sindicato único de lectores le aplique merecida cláusula de exclusión o le condene a leer solamente textos autorizados por monseñor Abascal.

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