MIERCOLES Ť 18 Ť ABRIL Ť 2001
Ť Por deficiencias en la información proporcionada por el Cendro
Deja libres el MPF a los 12 tripulantes del buque Tolteca I acusados de narcotráfico
Ť Interceptados por "indicios" de que llevaban cocaína, hecho que se comprobó después
Ť Atribuyen los errores a algunos militares, los cuales ya fueron relevados
JESUS ARANDA
Después de haber interceptado en altamar al buque pesquero Tolteca I, con indicios de cocaína, y posteriormente encontrar en la embarcación casi cuatro toneladas de la droga durante su revisión en el puerto de Manzanillo, el Ministerio Público Federal (MPF) dejó libres a los 12 tripulantes de la nave, reveló el jefe de la sección segunda del Estado Mayor General de la Armada, capitán de navío José María Pellit Iguacen, quien reconoció que, debido a deficiencias en la información que le entregó el Centro de Planeación para el Control de Drogas (Cendro) de la PGR a la Armada sobre barcos sospechosos en altamar, la efectividad del operativo fue muy baja.
Por lo anterior, explicó en conferencia de prensa, el Cendro "corrigió acertadamente e hizo cambios de personal", lo que permite "trabajar coordinadamente, con información muy precisa en tiempo y espacio". Con lo anterior se busca superar lo realizado en los tres primeros meses de la presente administración, cuando de 27 "blancos" (barcos o lanchas rápidas) reportados como sospechosos por el Cendro, sólo seis pudieron ser interceptados y de éstos en seis se detectó droga, hecho que fue atribuido por la Armada a "carencia de información precisa" por falta del organismo dependiente de la PGR.
Sin embargo, con la detención del Tolteca I, frente a las costas de Manzanillo, Colima, la Armada ha asegurado en lo que va de la presente administración siete toneladas 146 kilos de cocaína, lo que representa 56 por ciento del total de decomisos del alcaloide de todas las dependencias involucradas en el combate al narcotráfico.
A pesar de estos avances, el oficial reconoció que la Secretaría de Marina sólo cuenta con "capacidad diurna de intercepción", lo que significa que al no contar las unidades con "sensores nocturnos", resulta difícil tener mayor éxito en la búsqueda.
Por su parte, fuentes navales revelaron que parte del personal sustituido eran militares adscritos a ese organismo.
Cabe señalar que para la Secretaría de Marina resulta sumamente sospechosa la actitud de los agentes del MPF -José de Jesús Rodríguez Navarro e Hidman Bazán-, quienes a pesar de haber recibido información de la Armada, de que en el buque se detectaron "indicios" de cocaína -lo que motivó la revisión del barco en el puerto durante 12 días hasta que se detectaron en el área de las cámaras frigoríficas casi cuatro toneladas de cocaína-, decidieron no ejercitar acción penal contra los sospechosos, bajo el argumento de que el plazo para consignarlos ya había vencido.
El capitán de navío explicó que esta experiencia -que quedaran libres los 12 tripulantes por falta de méritos y que actualmente sean prófugos de la justicia- debe servirle "a ellos (las autoridades federales), para que corrijan este tipo de problemas, sin dejar de reconocer que deben apegarse a la ley, y si ésta los obliga a soltar a los sospechosos en un tiempo determinado por falta de pruebas, pues nadie puede ir contra eso".
Un comentario en voz alta de varios oficiales al respecto, fue el porque en esta ocasión los acusados no fueron arraigados como ha sucedido en casos anteriores.
No obstante, el oficial naval no pudo evitar su malestar por la actitud de las autoridades federales. Y cuando se le cuestionó por qué los marinos no interrogaron a los tripulantes en altamar antes de entregarlos al Ministerio Público Federal -como sí lo hacen los militares cuando detienen a narcotraficantes- contestó:
"Nosotros nos apegamos a la ley; estamos actuando en apoyo a la PGR; esto es más apegado a la ley; el procedimiento de la Armada es el que hemos hecho siempre: detenemos, investigamos los libros y aparatos de navegación -que es parte de nuestra profesión-; pero no estamos preparados ni tenemos gente para investigar a personas, ni hacer investigaciones; no es nuestra profesión".
Comentó también que el barco, cuya posición fue dada a conocer al Cendro por el Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, se ubicaba 300 millas al sur de Manzanillo y aún se desconoce el destino que seguía. "Podemos hablar de Manzanillo hasta Tijuana o a un puerto estadunidense; no podemos determinar exactamente en qué momento se iba a desviar hacia tierra, porque iba navegando paralelamente a la costa mexicana".
Por otra parte, rechazó que la vía marítima sea la principal ruta para que ingrese droga a territorio nacional; "sería muy aventurado decir eso". Aunque aceptó que el transporte de droga por la vía marítima se da en cantidades mayores, por la capacidad de carga, que por la vía terrestre.
Asimismo, indicó que los "bombardeos" de droga detectados en la frontera sur han sido fundamentalmente de mariguana, no de cocaína.