MIERCOLES Ť 18 Ť ABRIL Ť 2001
Ť El crítico de arte, primero en recibir el galardón ''Federico Sescosse'', del Icomos

Premian a Jorge Alberto Manrique por su labor en defensa del patrimonio monumental

Ť La ceremonia de entrega será en el ex templo de San Agustín, en Zacatecas

Ť Actividades con motivo del Día Mundial de los Monumentos y los Sitios

MERRY MAC MASTERS

En la defensa de los monumentos históricos hay batallas que se pierden, según el crítico de arte Jorge Alberto Manrique. Pero, ''aunque hubiera un solo caso que se pudiera ganar, vale la pena luchar por él, como lo hizo don Federico Sescosse", reconocido impulsor del rescate del patrimonio arquitectónico de Zacatecas, cuya capital es Patrimonio de la Humanidad desde 1994.

Con motivo del fallecimiento del zacatecano el 27 de noviembre de 1999, el comité mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por su nombre en inglés), del cual formó parte, creó en octubre pasado el premio Federico Sescosse, consistente en una medalla de oro y diploma para entregarse anualmente a la persona que se haya distinguido por una trayectoria constante y distinguida en favor del patrimonio monumental.

Hoy, a las 19:00 horas, en el ex templo de San Agustín, opera prima de don Federico en su tierra natal, Jorge Alberto Manrique será el primero en recibir esta presea, en una ceremonia encabezada por el gobernador Ricardo Monreal y el presidente del Icomos México, Ramón Bonfil, entre otros personajes. Esto será en el contexto de los festejos por el Día Mundial de los Monumentos y los Sitios, que hoy se celebra.
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A la misma hora, pero en el Museo de la Ciudad de México, también se efectuará una ceremonia conmemorativa.

Amistad verdadera e interés mutuo

Defensor del patrimonio monumental desde sus años mozos, Manrique recuerda su primera acción: ''Cursaba la prepa en San Ildefonso, no había otra. Junto estaba El Colegio Nacional donde iba a escuchar las conferencias, entre ellas, las de don Manuel Toussaint. En Azcapotzalco donde vivía, mi hermano mayor Leonardo y yo vimos que a tres cuadras de la casa había un cura que quería tapar la capilla de la iglesia. Era una ruina, pero estaban rompiendo las cosas. Dije, no puede ser. Entonces, al acabar una de las conferencias, le pregunté a don Manuel qué se podía hacer. Habló con el entonces Departamento de la Junta Colonial y pudimos salvar la capilla del templo".

La amistad de Manrique con Sescosse se remonta a principios de los años cincuenta: ''Lo conocí en el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM, cuando era director Toussaint. Yo estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras y frecuentaba el instituto y los maestros. Don Federico era un hombre inteligente, simpático, educado y bien parecido. Lo conocí a través de Francisco de la Maza. La diferencia de edades no fue óbice para que entre ambos se fincara una amistad verdadera por los monumentos". Años más tarde, Sescosse sería nombrado miembro honorario del IIE.

Cerca de 1955 fue descubierta la fachada lateral de la iglesia de San Agustín, del siglo XVII. Manrique tuvo la oportunidad de viajar a Zacatecas para verla: ''Tras la fachada cubierta con un aplanado pintado de azul, el cuerpo de la gran iglesia estaba ocupado en una parte por un templo protestante y en la otra por una vecindad descuidada de varios pisos y muchísimas viviendas. Había una mínima ventanilla por donde se alcanzaba a ver el crucero de la iglesia. El rescate de San Agustín con su fachada lateral fue la gran obra de don Federico", escribió el historiador para el acto de hoy.

Todos los días se pierden monumentos

Cuando Manrique fue director del IIE, a fin de celebrar el 40 aniversario del instituto, en 1975 organizó un primer coloquio internacional en Zacatecas. Para entonces, San Agustín estaba recién reconstruida y salvada. Sescosse también les ayudó a coordinar el coloquio, lo cual fue un éxito en todos sus aspectos. En materia de rescate y restauración seguirían obras como el ex Colegio Jesuítico de San Luis Gonzaga, utilizado como cárcel estatal, ahora el Museo Pedro Coronel, y la iglesia de San Agustín, de cuyas ruinas nació el Museo Rafael Coronel. Sescosse dejó escuela en personas como el recién fallecido Alvaro Ortiz Pesqueira y Raúl Toledo Farías.

Hoy día muchas acciones son emprendidas por los gobiernos federal y estatal, así como de la sociedad civil, en pro de la protección de patrimonio. Respecto de las doce declaratorias dadas a conocer el pasado 30 de marzo por el CNCA, entre las cuales figuran zonas de monumentos históricos como Santa Clara del Cobre, Tlalpujahua de Rayón, Huexotla, Mazatlán y San Miguel el Alto, Manrique señala que éste es un primer paso en el proceso hacia un posible reconocimiento a futuro como Patrimonio de la Humanidad.

Manrique, empero, reconoce que todos los días se pierden monumentos y sitios. Y, advierte, lo primero es conservar lo que se tiene y crear conciencia al respecto. Porque una vez ida, ''se acabó, punto".