MIERCOLES Ť 18 Ť ABRIL Ť 2001
Ť El trailer remitía al público a una película de los hermanos Almada, agrega
Sin dejar huella se estrenó en un mal momento, dice Perla Ciuk en carta a la distribuidora de la cinta
JORGE CABALLERO
A dos semanas de que se inició la corrida comercial de la película Sin dejar huella, de María Novaro, ganadora del premio de la crítica en la pasada edición del Festival de Cine de Sundance y del premio del público en la Muestra Internacional de Cine de Guadalajara, únicamente se encuentra en exhibición en dos salas de la ciudad de México: Lumière Telmex, con una sola función, a las 22:00 horas, y en Cinemanía.
"Ha sido verdaderamente desagradable y decepcionante encontrar Sin dejar huella en sólo dos salas; Ƒqué pasó?, no soy experta en promoción ni distribución, creo que la cinta se estrenó en mal momento, a punto de las vacaciones de Semana Santa, además le faltó tiempo en pantalla y un buen trailer"; comenta la investigadora Perla Ciuk en una misiva a la casa distribuidora del largometraje, Nu Visión.
Por su parte la coordinadora de prensa de la distribuidora, Pamela Zambada, señala: "No sé a qué se deba; la prensa la tomó en cuenta, le dimos buena promoción, no es una película pesada, la gente se ríe. María Novaro está muy deprimida y no quiere hablar".
La historia
Sin dejar huella narra el encuentro de la madre soltera Aurelia (Tiaré Scanda) y la traficante de arte prehispánico Ana (Aitana Sánchez-Gijón) que patean el país desde Ciudad Juárez a Cancún, perseguidas por un policía corrupto y una banda de narcos. Una historia que muestra el valor de la amistad, la búsqueda de un futuro abierto, el retrato de un México contradictorio, la fuerza de la maternidad, la solidaridad, la naturaleza femenina, el amor a la vida, el engaño, la supervivencia y la tenacidad.
En la carta enviada a Nu Vision, Ciuk agrega: "El trailer de la película me parece que se aleja totalmente de la esencia de la historia y, aún peor, remitía al público a una cinta de los hermanos Almada".
Zambada abunda: "El retiro de la película de las pantallas es exclusiva de los exhibidores, nosotros sacamos más copias de las programadas, las distribuimos, le echamos ganas a la promoción; creo que nos faltó tener a Novaro aquí para que la presentara".
Ciuk, autora del Diccionario de directores del cine mexicano, apunta: "Permitir que los exhibidores hagan a un lado una cinta mexicana para inundar las salas de películas infantiles es retroceder en lo poco que se ha conseguido con el nuevo reglamento cinematográfico; es regresar al primer lustro de los noventa, en el que el buen cine mexicano pasaba de noche; no permanecía más de dos semanas en exhibición, por falta de promoción y recursos. Afortunadamente este no es el caso de Sin dejar huella, aunque los hechos borran la excelente factura de esta película y las buenas condiciones de su lanzamiento, y la colocan en la misma situación del desvalido cine de aquellos años".
Por último, Ciuk apunta: "Dedicada a la crítica de cine, me parece inaudito que una película que comienza bien desde el guión hasta la posproducción, divertida y a la vez profunda e infinitamente superior a cintas como Piedras verdes, desaparezca del mapa en un abrir y cerrar de ojos. Sin dejar huella merece un buen estreno en España, que quizá podría sustentar un restreno en México".
El soundtrack tiene 14 temas
Por otro lado el soundtrack de Sin dejar huella contiene 14 temas variados que muestran la riqueza musical de varias latitudes de México. Es un disco que suena norteño, rumbero, costeño, rupestre y cumbianchero. Ofrece un dueto entre Juan Gabriel y Ana Gabriel en Amor aventurero; referencias al narcocorrido con los temas Bolsas de a gramo y Las monjitas, interpretados por Carlos y José, y Exterminador, respectivamente, así como Las mujeres pueden, de los incomparables Tigres del Norte. Guitarras acústicas con sabor veracruzano o las marimbas tabasqueñas están presentes en las canciones de Mono Blanco, Se acaba el mundo y El perro. De igual manera hay nostalgia con Que no quede huella y El golpe traidor, interpretadas por Bronco. Chuchumbé da el toque de hilaridad en la mezcla del compacto con La Iguana. Un Jaime López muy urbano se enfrasca en la eterna dualidad de la vida con el clásico Me siento bien, pero me siento mal. Además, el reflejo de cualquier pueblo del interior, colorido, caluroso y vivo suena en La guanábana, de Son de Madera. Disco azúcar, de Juan Formell y los Van Van, cierra con broche de oro este disco.