DOMINGO Ť 22 Ť ABRIL Ť 2001
Elena Urrutia
Raras voces de apoyo
Ha transcurrido más de un mes de que fuera escuchado el discurso del secretario del Trabajo, Carlos Abascal (14 de marzo) -leído por el subsecretario Rafael Estrada-, con motivo del Día Internacional de la Mujer (celebrado el 8 de marzo), el cual provocó un evidente disgusto casi unánime en la audiencia femenina, al punto de que las presidentas de las Comisiones de Equidad y Género de las Cámaras de Diputados y de Senadores abandonaron el auditorio en que estaban reunidas.
Luego de que se generaron en los medios infinidad de improperios, insultos, rechazos, repudios, descalificaciones, argumentos en contra y discusiones; de que Amalia García, presidenta nacional del PRD -por no citar más que a una- demandara la renuncia del secretario de Trabajo por la concepción "grosera e insultante" que tiene del papel de la mujer en la sociedad; de que las priístas y perredistas pidieran al presidente Vicente Fox deslindarse públicamente de las declaraciones de Abascal, con el fin de dar congruencia a sus promesas de campaña y sus ofrecimientos de gobierno; de que infinidad de voces de mujeres y hombres de la sociedad civil se levantaran para repudiar el citado discurso; y de que PRI, PRD, PT, Verde Ecologista y Convergencia por la Democracia apoyaran un punto de acuerdo para hacer un "severo extrañamiento" al titular de la Secretaría del Trabajo, diputadas y diputados del PAN votaron en contra, logrando que el recurso fuera turnado a comisiones, donde con seguridad queda relegado al olvido. En otras palabras, el PAN frenó la iniciativa del resto de las fracciones parlamentarias en el Congreso para hacer un extrañamiento a Abascal.
En medio de ese escenario llama la atención el comentario que la panista Patricia Espinosa, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres -quien no dudó en manifestar su desacuerdo con el secretario del Trabajo, reiterando su convencimiento de impartir cuanto antes una capacitación con enfoque de género para el gabinete (recuérdese que Espinosa, como militante panista, criticó la decisión del Congreso de Guanajuato que eliminó la violación como causal de aborto)-, hizo acerca de que "hay un sector de mujeres que piensa así" -como Carlos Abascal- y añade: "recibí una carta apoyando su valentía".
Es cierto que la situación no fue fácil para las panistas. Si bien los controvertidos señalamientos del secretario del Trabajo en torno a que las mujeres deben permanecer en el hogar fueron objeto de crítica por parte de la militancia femenina del PAN, los dirigentes de éste optaron por no hacer señalamientos al respecto "para no sumarse a una campaña de linchamiento en su contra", o simplemente disculparon su actuación.
En las más de 20 ponencias que expusieron en el Encuentro Nacional de Mujeres del PAN, celebrado en Guadalajara el pasado marzo, omitieron mencionar a Abascal y su postura contra la "masculinización" de la mujer trabajadora. Ahora que, entrevistadas individualmente, manifestaron su rechazo al tan citado discurso. La senadora Luisa María Calderón consideró "poco afortunadas" las palabras del secretario. "Fue una frase que no tuvo malas intenciones", señaló Margarita Zavala, secretaria de Promoción de la Mujer del PAN. "No comparto lo dicho por Abascal, estamos en pleno siglo XXI", opinó la coordinadora de la bancada del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Patricia Garduño Morales. Por su parte, la diputada María Elena Alvarez de Vicencio reconoció que el PAN es un partido machista, y al igual que Florentina Villalobos, primera diputada federal panista y viuda de Clouthier -cada una por su lado-, habló de que los tiempos han cambiado y ya no se puede asignar un rol específico a cada persona.
Movida por la curiosidad, revisé lo que los diarios La Jornada, Reforma, Excélsior, El Financiero y Unomásuno publicaron en el periodo transcurrido después del malhadado discurso, buscando algún artículo o reportaje que se hiciera eco de los términos de apoyo de la carta recibida por la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres.
Sólo encontré tres referencias: en Excélsior (21/03/01), Víctor García Lezama señala que las voces que ha escuchado y los textos que ha leído, en la mayoría de los casos, "de buena fe han hecho alusiones a una presumible interpretación fuera de contexto de las palabras de Abascal. Seguramente, en algunos casos los comentarios están inspirados por la ignorancia o la mala fe", y añade: "porque conozco a Carlos Abascal, puedo asegurar que tiene un profundo respeto, admiración y aprecio por las mujeres". Y para reforzar sus argumentos, el autor del artículo recuerda que su propio padre se expresaba en términos similares a los de su defendido.
Por su parte, José J. Castellanos, en El Financiero (23/03/01), apunta que "las feministas radicales son intolerantes, está a la vista", y añade: "... o son analfabetas funcionales que no captaron las ideas expresadas por el autor del mensaje, por lo que quizá sea necesario ayudarles con una relectura para facilitar su comprensión, o hablan de oídas".
El tercero es una nota de La Jornada (22/03/01) que se refiere a la intervención del diputado Salvador Abascal Carranza en la Asamblea Legislativa, en defensa de su hermano: "...el papel de la mujer es el de completar el mundo que el hombre no entiende. Nosotros no entendemos muchos de los aspectos que entiende la mujer de la vida y el mundo, y tenemos que reconocer en la mujer ese valor extraordinario..."
En suma, para este último, los hombres no entienden; para los dos primeros defensores, las mujeres --hay que imaginar las muchas mujeres y hombres que se pronunciaron en contra-- mal interpretaron y no supieron captar "las ideas expresadas por Abascal", quien seguramente debería responder: "no me defiendan, compadres".