Ť Entregarán una propuesta sobre el tema a ambos gobiernos
Buscan obispos de México y EU parar ataques contra migrantes
Ť Aseguran que no pretenden dar lineamientos
CAROLINA GOMEZ MENA
Sin ánimo de intervenir o "pretender dar lineamientos a los gobiernos mexicano y estadunidense", las comisiones de migración de las conferencias de obispos de ambas naciones elaborarán una propuesta en la materia, a fin de que cesen las violaciones a las garantías individuales de los indocumentados mexicanos.
Renato Ascencio León, obispo de Ciudad Juárez y presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Movilidad Humana, explicó que la intención de la Iglesia católica tanto en Estados Unidos como en México "es hacer una aportación a las autoridades, esperando que en ellas haya buena voluntad", y así pongan más y mejor atención al problema migratorio.
Aunque reconoció que los presidentes Vicente Fox y George W. Bush acordaron durante su reunión en Guanajuato dar prioridad al tema migratorio, Ascencio consideró que no está de más que la Iglesia, "que se da cuenta de lo que están viviendo los hermanos migrantes, exponga su punto de vista".
Nicholas DiMarzio, obispo de Camden y presidente de Migración y Servicios de Refugio de la Conferencia Católica de Estados Unidos, detalló que pretenden elaborar un plan pastoral que "pueda influir" en las administraciones federales para que se desarrollen programas que no sólo tiendan a reducir el fenómeno migratorio, sino que frenen los atropellos a los derechos humanos de los indocumentados mexicanos.
Durante la reunión bilateral, la cual continuará hoy, los prelados indicaron que aún no tienen fecha de entrega del documento que resumirá la postura de la Iglesia, así como las recomendaciones en cuestión migratoria; pero una vez que se haga de conocimiento público, "porque es un documento para todos los hombres de buena voluntad", se les hará llegar a los presidentes Fox y Bush.
Por su parte, Florencio Olvera Ochoa, obispo de Tabasco y vocal de la Comisión Movilidad Humana, luego de exponer que la Iglesia está en su derecho de opinar en torno al tema, porque para ella "no hay extranjeros ni límites geográficos", dijo que "evidentemente hay que respetar las leyes y la identidad de cada país, pero sobre todo la dignidad de la persona humana".
Indicaron que el proyecto parte de la base de que "no es necesario abrir las fronteras", sino educar a los migrantes potenciales a permanecer en su patria, pero que para ello, el gobierno mexicano primero debe garantizarles que "aquí" tendrán las posibilidades de desarrollo que buscan en el vecino país.
Derivado de ello, Ascencio León dijo que ante la posibilidad de que la reforma fiscal propuesta por el Ejecutivo no dé los resultados benéficos augurados, los legisladores deben sopesar antes de emitir su opinión si las iniciativas resuelven o agudizan los problemas económicos de las clases menos favorecidas.
Refirió que se harán observaciones al gobierno estadunidense respecto a la escasa conciencia que ha hay entre su población en torno al trato que debe recibir una persona que abandona su país, no por gusto, sino por necesidad; "si en el otro lado tuvieran conciencia de lo que es la migración, los recibirían bien", comentó Olvera Ochoa.
La comisión de trabajos conjuntos está integrada por 10 clérigos, cinco mexicanos e igual número de estadunidenses.
A la inauguración de las jornadas de tarea asistió Michael Blume, subsecretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de Migrantes e Itinerantes del Vaticano, quien en su mensaje dijo que el Papa se congratula de que católicos de ambas naciones trabajen en conjunto, así como el hecho de que hagan sus aportaciones a los gobiernos.