DOMINGO Ť 22 Ť ABRIL Ť 2001
Ť La policía enfrenta a los manifestantes con gases lacrimógenos y chorros de agua
La Cumbre de las Américas, sitiada por segundo día; marchan 30 mil activistas
Ť Continuó el desmantelamiento de la cerca que rodea el Centro de Convenciones
Ť Ordena la policía el cierre de todas las entradas al edificio sede de la reunión
JIM CASON, DAVID BROOKS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR ENVIADOS
Quebec, 21 abril. Por segundo día consecutivo, la Cumbre de las Américas fue sitiada por miles de activistas que continuaron desmantelando secciones del muro de la vergüenza enfrentando enormes cantidades de gas lacrimógeno y camiones de agua que protegían como fortaleza la sede del acto oficial.
A lo largo de este día fue constante el ruido de los lanza granadas que arrojaban gas lacrimógeno, y el olor acre imperó en las afueras del Centro de Convenciones donde se celebra la Cumbre. Cuando manifestantes derribaron la sección de la barda de seguridad a 30 metros de la entrada a la sede de la Cumbre, la policía ordenó la clausura de todas las entradas al edificio.
Al mismo tiempo, las calles se llenaron de mantas, globos y títeres con consignas en francés, español, creole e inglés. "So, so, so, solidarité" retumbaba. Un títere de papel maché de Ronald McDonald caminaba con dos bolsas de dinero robado, con otro títere detrás que intentaba robarse ese dinero, y "fajar" a Ronald. Pasa un contingente con disfrazados de vacas locas.
Grandes contingentes y un Tiburón que se opone al libre comercio
Periodistas entrevistan a un tiburón sobre por qué se opone al libre comercio. Todo esto en una marcha de protesta encabezada por la Alianza Social Continental, de más de 30 mil sindicalistas y organizaciones sociales que cruzó una parte de la ciudad, con enormes contingentes de los sindicatos siderúrgico, automotriz, de empleados públicos, entre otros, acompañados con un potpourri de agrupaciones, desde Oxfam, ambientalistas, grupos de solidaridad y derechos humanos, hasta estudiantes, anarquistas y feministas.
Gran parte de los manifestantes eran de la provincia de Quebec y otras partes de Canadá, pero también llegaron decenas de autobuses desde el noreste de Estados Unidos, y contingentes de América Latina que habían participado en la Cumbre de los Pueblos de las Américas.
Muchos señalaron que esta marcha reconfirmó la alianza novedosa de sindicalistas, ambientalistas y otros sectores sociales que primero se manifestó de forma conjunta en Seattle hace mas de un año.
Pero para los delegados en la Cumbre de las Américas, lo que ellos podrían atestiguar desde las ventanas de sus hoteles fueron las batallas callejeras constantes entre activistas en camisetas multicolor y las unidades policiacas militarizadas con máscaras antigás y el último modelo de moda antimotines.
El estruendo de las botas y los escudos
Las unidades antimotines a ritmo de botas, y bastones que pegaban sobre sus escudos al marchar, procedían de una parte de la barda a otra, mientras los activistas respondían con tambores y pegando palos contra postes en una danza que empezó desde las siete de la mañana y continuó hasta el cierre de esta edición.
En Rue de Abraham, al norte del Centro de Convenciones, nubes de gas antimotín contaminaban el medio ambiente al mismo tiempo que al oeste, en el Boulevard Rene-Levesque, las nubes de gas podían verse desde muchas cuadras cuando éstas subían arriba de los edificios. Los fotógrafos de prensa llegan preparados con sus máscaras antigás; entrevistas en la televisión canadiense se realizan con reporteros con sus máscaras puestas. Hay momentos donde la escena es de película de ciencia ficción donde todos están enmascarados.
Por otra parte, la ahora famosa catapulta rodó por varios lugares con una munición muy poderosa: ositos de peluche que se lanzaban sobre la barda de seguridad. Sus operadores amenazan con colocar otra munición -"las ideas".
La policía informó que hoy 45 personas fueron heridas, además de 35 policías heridos, y 145 han sido arrestados.
Pero no toda la acción de protesta esta aquí. Lori Wallach, de la organización nacional de defensa de consumidores Public Citizen de Estados Unidos, comento a La Jornada que en el país vecino se programaron más de 80 acciones locales diseñadas para coincidir con la protesta aquí. "Algunas de las redes sociales contra el libre comercio decidieron que si todos no podían llegar a Quebec, se podía llevar Quebec a ellos".
En una de las calles donde se realizaban algunos de los peores enfrentamientos -justo a unos pocos metros del Centro de Convenciones-, hay una tienda de arte popular. El dueño ha pintado un mural en la madera que colocó para proteger su vitrina: dos soldados ven desde una trinchera al "enemigo", y enfrente hay piedras con nombres de rebeldes famosos. Entre éstos: el Subcomandante Marcos, Che, Simón Bolívar, Zapata, Gandhi, Bob Marley, Fidel y José Bove.