DOMINGO Ť 22 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Se busca asegurar que ofrezcan buen nivel, dice el subsecretario de Educación Superior

Nuevas reglas de registro a universidades privadas

Ť Se dará a las solicitantes una acreditación temporal, que podrá ser definitiva a los tres años

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Ante la proliferación de instituciones de educación superior de dudosa calidad, la Secretaría de Educación Pública (SEP) cambiará las reglas para otorgar el registro de validez oficial. Las escuelas nuevas recibirán en principio una acreditación temporal, que podrá ser definitiva hasta después de tres años y de comprobar su nivel académico.

El subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, Julio Rubio Oca, explicó en entrevista que la SEP está preocupada porque las instituciones de enseñanza superior pequeñas se han multiplicado en México (de 800 escuelas, la mayor parte tienen matrículas por debajo de 100 alumnos) y muchas de ellas están lejos de ofrecer educación de buen nivel.

Para poner fin a estos "fraudes académicos", la subsecretaría estudia cómo mejorar los procedimientos y los indicadores de evaluación para propiciar que la oferta educativa de los particulares sea de buena calidad, explicó, luego de ofrecer una conferencia en El Colegio de México.

Después de analizar las experiencias de otros países, señaló que el proyecto que más convence a la SEP consiste en otorgar registros provisionales a las escuelas para poder asegurar que en un tiempo determinado logren alcanzar los niveles de calidad requeridos.

En la actualidad, para obtener el reconocimiento definitivo de validez de estudios, las escuelas nuevas deben presentar un programa académico, un listado de su plantilla de profesores y recibir una visita de inspectores de la dependencia que constaten la veracidad de la información.

"Debemos asegurarle a la sociedad que cuando va a una institución particular, de la misma manera que cuando estudia en una pública, tenga elementos para evaluar la calidad del programa educativo y por lo tanto, confiar en que va a recibir la atención adecuada", señaló.

Dijo que las autoridades educativas no pueden evitar que un joven quiera ingresar a una institución, pero sí tienen la responsabilidad de informarle si ese programa es o no de buena calidad y darle los elementos que le sirvan para tomar una decisión.

El propósito, explicó, es que las universidades públicas y privadas "jueguen con reglas equivalentes", ya que a las primeras se les exige más, siendo que ambos tipos de escuelas deberían cubrir los mismos estándares de calidad.